La
situación que vive Guadalajara es consecuencia de la acumulación de abusos y
errores durante varias administraciones. Se pueden señalar varias vertientes de
problemática acumulada como el crecimiento sistemático de la deuda, el abandono
de los servicios públicos y el deterioro de sus instalaciones, edificios y
vehículos. Por otro lado la costumbre de pagar favores de campañas con
nombramientos administrativos ha llevado a la administración a una excesiva plantilla
laboral, que genera una alta carga de gasto corriente que inhibe la inversión
productiva.
Podría
considerarse que existe una relación directa entre ingresos municipales;
servicios e inversión pública; y habitantes e inversionistas privados, si no
hay ingresos suficientes no hay servicios eficientes ni inversión pública y sin
éstos no hay atractivo para vivir e invertir en la ciudad, y si no hay
suficientes habitantes ni inversión, no pueden mejorar los ingresos municipales
y así sucesivamente.
El
fenómeno se podría explicar de la siguiente manera: la Deuda Pública y los servicios
e inversiones gubernamentales como la Seguridad Pública y el Centro Histórico,
son los temas a resolver por ser los factores estratégicos para la recuperación
de la identidad e imagen de Guadalajara.
La crisis
financiera traducida en Deuda Pública podemos señalar de manera simplificada
que tiene tres causas: los deficientes sistemas de recaudación y la mora del 30
por ciento del impuesto predial; la falta de planeación financiera y el
despoblamiento de Guadalajara que reduce las fuentes de ingreso. Por esas
razones con esfuerzo se logra apenas un 42 por ciento de ingresos propios del
presupuesto municipal frente a las aportaciones federales.
La
Deuda Pública presenta múltiples facetas. La mayor dificultad estriba en la
imposibilidad de enviarla del corto al mediano o largo plazo, ya que de hacerlo
bajaría su calificación propiciando un aumento del costo de los intereses. Es
obvio el efecto de este asunto en toda la administración, destacadamente en la
inversión de obra pública y servicios. La solución no se aprecia al corto plazo
por lo que tendrán que considerarse opciones cuando menos al mediano, que pasa
por actualizar los padrones de Catastro, además de un fuerte recorte de
personal y ahorro en el gasto corriente.
La deficiente
Seguridad Pública es otro asunto que presiona a la sociedad y como consecuencia
a la administración municipal que tiene como origen la falta de inversión en contratación
de personal, de infraestructura de instalaciones y en recursos materiales. Aunque
carga con rezagos históricos en todos los rubros, el problema principal de la
corporación es la falta de personal operativo pues actualmente tiene 1.2
policías por cada mil habitantes cuando lo deseable sería que tuviera 3. Otro
asunto que la afecta son los sistemas tradicionales de operación ya que en
la actualidad se producen tres servicios
por elemento por mes, cuando el Sistema Nacional de Seguridad Pública exige
diez. Para enfrentar su problemática es necesario implementar un Plan de
Mejora, mismo que se debe elaborar en dos vertientes, buscando en primer lugar aumentar
y mejorar sus recursos humanos,
materiales y de instalaciones al tiempo de realizar una reingeniería operativa que
haga más eficientes sus procesos.
En el
tercer tema que es el Centro Histórico, se ha centrado la discusión en el comercio
ambulante que se pude traducir en la más clara manifestación de su deterioro.
Asunto de suma complejidad en sus orígenes, alimentado por una tradición que
soporta Guadalajara por ser el centro de convivencia social, comercial y cultural
de la zona metropolitana y del propio Estado y que la convierte en atractiva
para quienes realizan esta actividad, que a su vez se alimenta de vicios como
el contrabando, la piratería y una
economía estancada.
Sin
embargo el problema del comercio ambulante está lejos de ser el único asunto
que afecta al Centro Histórico de Guadalajara, con mucho uno de los polos más atractivos
del país, tenemos por ejemplo el caso de la destrucción sistemática de inmuebles
de valor histórico y arquitectónico, la inseguridad pública, la falta de
inversión y el abandono de la vivienda, entre otros asuntos. De esa manera recuperar
el Centro Histórico implica el inicio de un proceso para hacer atractiva la
ciudad y sus barrios a través de mejores servicios, empleo y transporte público
eficiente.
La
ciudad para atraer nuevos habitantes, lo mismo que al turismo, al comercio y a la
inversión necesita iniciar por la mejora del Centro Histórico, lo que es
medular para generar mayor recaudación, necesaria ésta a su vez para hacer
eficiente la administración. Las acciones que necesitan desarrollarse como
consecuencia son múltiples.
El comercio
ambulante es un fenómeno tradicionalmente conflictivo por la competencia que
genera al comercio establecido, sin embargo sus implicaciones sociales,
económicas y políticas lo convierten en un asunto de aristas múltiples. En
lugares como la Ciudad de México se atendió el problema mediante un Plan de
Manejo del Centro Histórico, en el que participaron las instituciones más
importantes así como personajes de gran influencia. La solución definitiva debe
comprender en realidad el rescate de su dignidad e imagen, lo que implica
abordar el tema de manera integral.
Para
la recuperación del Centro Histórico se requiere que el Plan de Manejo
considere cuando menos un Consejo Consultivo a través del cual se realizarían
las consultas y las acciones, integrado por instituciones y personajes destacados
(vecinos, Arzobispado de Guadalajara, inversionistas, medios de comunicación,
universidades, gobiernos federal y estatal, entre otros); el rescate y
restauración del patrimonio inmobiliario particular y público; definición
precisa del perfil de negocios que puede albergar y el diseño y creación de amplias
zonas para la convivencia y la recreación de las personas.
Dentro
de la problemática municipal que afecta a la ciudad se encuentra además la
referente a los servicios públicos como la reparación de calles y avenidas, así
como los asuntos que surgen asociados a ciertos eventos y épocas como ha
sucedido con los mercados municipales, los servicios médicos y el arbolado y las
áreas verdes, asuntos de obvia necesidad por resolver.
Los
problemas centrales deben de atenderse en conjunto porque están íntimamente
ligados entre sí y se afectan fatalmente entre ellos, por lo que la única
alternativa que existe es romper el círculo vicioso. Debe diseñarse el rescate
municipal de manera integral, considerando resolver los problemas estructurales,
definir con claridad la ruta a seguir para cada tema e involucrar a la sociedad
en las soluciones que se plantean, solamente de esa manera se logrará sacar a
la ciudad del marasmo en que se encuentra y proyectarla como metrópoli de
primer mundo, más humana y de posicionamiento internacional.
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