sábado, 25 de diciembre de 2010

LOS RECURSOS NATURALES EN JALISCO

El medio ambiente sigue siendo uno de los temas pendientes de atender, factores como la deforestación avanzada, el deterioro de los suelos y la excesiva contaminación del aire y del agua son renglones que los gobiernos han olvidado de forma recurrente.



En el trienio de 1986 a 1988 los gobiernos municipales de la zona metropolitana incluyendo Tlajomulco, impulsaron por última vez la reforestación en una forma consistente. Aunque cabe aclarar que se cometieron errores en las variedades de árboles plantados, que en muchos casos destruyeron banquetas y generaron plagas cuyos residuos dañan los vehículos. Una de las mayores necesidades en el estado y predominantemente en la zona metropolitana de Guadalajara es la recuperación de la vegetación. Debe realizarse asimismo un programa estatal de creación de parques, para preservar y proteger las diversas variedades de flora y fauna.



En su afán de hacer obra pública improvisada, el propio gobierno del estado se ha convertido en el mayor depredador de los recursos naturales, causando la destrucción de valiosos ecosistemas. Casos como las carreteras Mascota-Puerto Vallarta, Bolaños-Mezquitic y Autlán-Tomatlán en los que no se ha respetado la normatividad ambiental, son ilustrativos.



Uno de los elementos que más sufre del subdesarrollo y de la inconsciencia de los gobiernos es la contaminación de las aguas, que se presenta en prácticamente todos los ríos y mantos acuíferos del estado, empezando por la cuenca Lerma Chapala. La Zona Metropolitana de Guadalajara es el mayor contaminante de aguas, cuyos desechos van al río Santiago. Los contaminantes, algunos venenosos y cancerígenos de origen industrial, han acabado con la vida de los ríos.



En la cuenca Lerma Chapala, el Gobierno Federal y los gobiernos de los estados por los que cruza el sistema han establecido diversos convenios para la recuperación ambiental de la cuenca. La contaminación que generan los asentamientos humanos y los parques industriales desde el Estado de México es despiadada, agravada por los desechos locales. El Gobierno del Estado por su parte, no ha arrancado el sistema de tratamiento de aguas residuales de la zona metropolitana.



El 13 de abril de 1989 se firmó el Acuerdo de Coordinación para llevar a cabo el programa de ordenamiento de los aprovechamientos hidráulicos y el saneamiento de la Cuenca Lerma Chapala, teniendo como fin principal el desarrollo sustentable de la cuenca y la preservación del lago de Chapala. En 1991 se firmó el Acuerdo de Coordinación para la Distribución y Usos de las Aguas Superficiales por el Ejecutivo Federal y los gobernadores de los estados. En el año de 2004 se retomaron las acciones a favor del sistema, cuando se firmaron dos acuerdos, el de Coordinación para la recuperación y la sustentabilidad de la cuenca y el que reconoce a Chapala como Sujeto de Derecho y concede a los usos ecológicos igual peso que los aprovechamientos económicos. Se establece además que el lago nunca tendrá menos de dos mil hectómetros cúbicos de agua almacenada. Sin embargo las acciones continúan entrampadas.



Por su parte los ríos que anteriormente tenían sus causes arbolados y con vasta vida animal ahora son arroyos pestilentes que agonizan contaminados por los asentamientos que se localizan a su paso, así como por los desechos industriales. Otro caso lamentable es el lago de Cajititlán en el municipio de Tlajomulco, sin que autoridad alguna realice esfuerzo por salvarlo. El entorno de ese lago pudiera convertirse en un emporio turístico aprovechando sus edificios coloniales y la belleza natural que lo rodea. Un proyecto de recuperación del lago con la reforestación de las áreas que lo circundan, podría convertirlo en importante polo de atracción.



Dentro de las llamadas humedales destacan la Laguna de Sayula que se encuentra dentro de la cuenca Zacoalco Sayula y que comprende las dos grandes sierras de Tapalpa y El Tigre, con importante diversidad de vegetación y 132 especies de aves entre otros tipos de fauna. La Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala ubicada en el estuario del río Cuixmala y las lagunas de El Corte y la Manzanillera, donde anidan diversas tortugas marinas, cocodrilos americanos, pumas, ocelotes y jaguares. La Laguna de Zapotlán ubicada en la parte más baja de la cuenca de Zapotlán y que alberga un número considerable de especies en peligro y la Laguna de Atotonilco ubicada en Villa Corona con especies amenazadas, entre otras.



Entre los recursos naturales que enriquecen al Estado se encuentra también la reserva de la biósfera de la Sierra de Manantlán con flora y fauna endémicas, especies amenazadas y en peligro de extinción. Reducto de las selvas que todavía en la década de los cincuenta eran de enorme extensión. Entre las Areas Naturales Protegidas destacan El Nevado de Colima y el Bosque de la Primavera, ecosistemas valiosos para la vida natural y humana del estado. Debe desarrollarse un programa integral de recuperación de los bosques de las zonas montañosas que la explotación irracional ha destruido y que convirtió extensas zonas de riqueza boscosa en áridas serranías, como es el caso de Jilotlán de los Dolores en el sur o los municipios del norte del estado.



El aumento constante de vehículos en circulación agrava severamente la contaminación del aire en las zonas urbanas. Modificar el hábito del uso del transporte privado por el del transporte público, es la primera condición para convertir las ciudades en espacios amigables. Es evidente la necesidad de crear primero un servicio de transporte público eficiente, limpio y atractivo para los usuarios.



Debe ser una preocupación básica de la sociedad recuperar la salud ecológica, misma que se manifiesta en el cuidado y mantenimiento de los recursos naturales. Sin embargo la responsabilidad de organizar recae en los gobiernos, a quienes se les ha otorgado los recursos materiales y jurídicos para llevar adelante la tarea de recuperar y proteger el medio ambiente.

sábado, 18 de diciembre de 2010

VARGAS LLOSA Y ARGUEDAS




Cuando Vargas Llosa escribió La Ciudad y Los Perros seguramente estaba pensando en José María Arguedas, que se describe a sí mismo en su novela Los Ríos Profundos, como un adolescente internado en el colegio católico del padre Linares, en la ciudad peruana de Abancay.



La narrativa lírica y apasionada de Arguedas penetra profundamente en el ánimo del lector, que es llevado por un muchacho de exagerada sensibilidad por los escenarios de ciudades criollas, en las que los indígenas quechuas permanecen como sombras marginales. Además sufre el personaje la soledad y la ausencia de su padre, que lo ha dejado en una ciudad extraña.



La narración de Vargas Llosa por su parte contrasta por su sobriedad descriptiva, casi objetiva. Su Obra es una revelación y un acontecimiento literario en los países de habla hispana. La novela hizo una vertiginosa carrera y es traducida a catorce lenguas. Describe el novelista la vida en el colegio militar Leoncio Prado de Lima, en que se entra por favor del Estado, por vocación militar o por castigo impuesto por los padres y en que conviven jóvenes procedentes de todos los niveles sociales, económicos, étnicos y geográficos del Perú.



Para los críticos, el autor injerta en un virtuoso cosmopolitismo literario un primitivo impulso sudamericano, un instintivo actuar indiferente ante los convencionalismos europeos. El cuadro en su conjunto es un alegato en contra de la brutalidad y la falsa virilidad que se pretende inculcar en los jóvenes para fabricar héroes pero que de hecho resulta en la anulación en ellos de toda sensibilidad.



Vargas Llosa no logra separarse de los arquetipos de Arguedas, escenarios, personajes, todos coinciden. Se podría decir que arranca con el impulso de Arguedas para crear su propio universo, que con el tiempo habría de llevarlo al premio Nobel. Arguedas por su parte es en alguna medida un romántico que desborda su narración al describir los lugares, los hechos, los protagonistas, pero sobre todo al manifestar su afecto por los quechua, a quienes admira y siente tan cercanos como hermanos con quienes vivió su infancia. Su narración no se detiene en los límites tradicionales de la literatura convencional, rebasa cualquier intento de moderación y expresa sus emociones cual adolescente, sobre todo su inmensa identificación por el indio.



La horfandad que lo acompaña desde el momento de la partida de su padre, se manifiesta con tal intensidad que hace vibrar al lector, que lo observa impotente ante una realidad que el muchacho está muy lejos de asimilar, en un mundo hostil. Los pincelazos estéticos aparecen por ejemplo cuando describe el grupo musical: “Los arpistas indios tocan con los ojos cerrados. La voz del arpa parecía brotar de la oscuridad que hay dentro de la caja; y el charango formaba un torbellino que grababa en la memoria la letra y música de los cantos”; o cuando habla de los viajes con su padre “Entramos al Cuzco de noche. La estación del ferrocarril y la ancha avenida por la que avanzábamos lentamente, a pie, me sorprendieron. El alumbrado eléctrico era más débil que el de algunos pueblos pequeños que conocía. Verjas de madera o de acero defendían jardines y casas modernas. El Cuzco de mi padre, el que me había descrito quizá mil veces, no podía ser ese.

“--¡Mira al frente! –me dijo mi padre. --Fue el palacio de un inca.

“Cuando mi padre señaló el muro, me detuve. Era oscuro, áspero; atraía con su faz recostada. La pared blanca del segundo piso empezaba en línea recta sobre el muro.

“….Corrí a ver el muro. Formaba esquina. Avanzaba a lo largo de una calle ancha y continuaba en otra angosta más oscura, que olía a orines. Esa angosta calle, escalaba la ladera. Caminé frente al muro, piedra tras piedra. Me alejaba unos pasos, lo contemplaba y volvía a acercarme. Toqué las piedras con mis manos; seguí la línea ondulante, imprevisible, como la de los ríos, en que se juntan los bloques de roca. En la oscura calle, en el silencio, el muro parecía vivo, sobre la palma de mis manos llameaba la juntura de las piedras que había tocado”.



La traumática despedida de su padre la describe así: “Y nos separamos casi con alegría, con la misma esperanza que después del cansancio de un pueblo nos iluminaba al empezar otro viaje.



“El subiría la cumbre de la cordillera que se elevaba al otro lado del Pachachaca; pasaría el río por un puente de cal y canto, de tres arcos. Desde el abra se despediría del valle y vería un campo nuevo. Y mientras en Chalhuaca, cuando hablara con los amigos, en su calidad de forastero recién llegado, sentiría mi ausencia, yo exploraría palmo a palmo el gran valle y el pueblo; recibiría la corriente poderosa y triste que golpea a los niños, cuando deben enfrentarse solos a un mundo cargado de monstruos y de fuego, y de grandes ríos que cantan con la música más hermosa al chocar contra las piedras y las islas”.



Es Arguedas un testigo involuntario de la fatal muerte de una cultura que agoniza ante sus ojos. La inmensa identificación con los quechuas, su lenguaje, su música, su fatalidad, es el fondo de la narración. Su inexorable y desesperante desaparición, ante la insensible indiferencia de criollos y mestizos.



Es imposible no tratar de comparar a los dos grandes autores peruanos, la narración fuerte, apasionada, como las grandes avenidas de los ríos y la que fluye por la superficie. Sin duda Vargas Llosa partió de Arguedas para seguir un camino propio, sin embargo la fuerza del tutor permanece inalterable ante los lectores que acudimos a ambas fuentes literarias, el rio vigoroso ante las calmadas aguas que ocultan las corrientes profundas.





sábado, 11 de diciembre de 2010

EL GOBIERNO DE ALBERTO CARDENAS JIMENEZ







El triunfo electoral de Cárdenas fue el de la alternancia en Jalisco, desplazando a los gobiernos del PRI que a esa fecha acumulaban enorme desgaste. Con su elección obtuvo además un margen electoral atípico, de veinte distritos locales Acción Nacional triunfó en diecisiete, lo que permitiría al nuevo gobierno hacer reformas de ley sin tener que negociar con la oposición. Sin embargo se entramparon en errores, actuando con prepotencia y los radicales le atribuyeron contenido ético al resultado electoral. Perdieron así la oportunidad de hacer un gobierno exitoso y de cambios trascendentes.



El gobierno fue de claroscuros, desde el nombramiento de sus funcionarios se dedicó a pagar facturas electorales, lo que lo llevó a integrar un gabinete ajeno al perfil para el difícil proceso de transición. El caso del secretario de gobierno fue emblemático, fue uno de los funcionarios más influyentes durante un largo periodo de gobierno, operó en medio de escándalos de corrupción en la adquisición de bienes, además llevó al punto de ruptura a los reclusorios, generando tensión y conflictos con saldo de internos muertos.



Cárdenas pagó cara su improvisación en la seguridad pública, al entregar la dependencia a la comandancia militar de la región, sin conocer los antecedentes de los personajes. Eso le generó conflictos que llevaron a la seguridad pública a las puertas del crimen organizado. Desconocía el gobernador que una de las acciones más complejas y difíciles es la relación con las corporaciones federales, que por naturaleza tienden a involucrarse en actividades criminales.



Las áreas locales deben llevar una buena relación con dichas corporaciones y cooperación recíproca, sin embargo tienen además la función de vigilar la actuación de dichos organismos, lo que permite a los gobiernos locales conocer su actuación e intereses. El gobierno de Cárdenas hizo lo contrario, el resultado fue que el director de seguridad pública terminó procesado por delitos federales, en compañía de quien había sido el comandante de la Quinta Región Militar. El siguiente titular de la dependencia fue Daniel Ituarte, separado de la presidencia municipal de Zapopan por escándalos de abusos. Esta nueva etapa no escapó a los señalamientos de torpeza, colusión con delincuentes y corrupción.



Los secuestros y los asaltos aumentaron exageradamente, aunque los primeros fueron abatidos paulatinamente con la asesoría de agentes del estado de Chihuahua. Los asaltos continuaron hasta el final de la administración y fueron señalados los mismos agentes de la Policía Judicial como los delincuentes, ante el disimulo de quienes dirigían las dependencias, así la Procuración de Justicia fue un desastre durante todo el sexenio. El funcionario nombrado procurador, asumió la titularidad sin ningún conocimiento de la función y desde su llegada perdió el control de la policía judicial, que endémicamente corrupta se pervirtió aun más. Los comandantes ejercieron el control de las bandas de delincuentes, propiciando de esa manera el crecimiento de los delitos y su impunidad.



Cuando el primer procurador dejó la dependencia para buscar una diputación federal su sucesor, otro improvisado, continuó por la misma ruta de la anarquía y la falta de control de los órganos de investigación, dejando la dependencia entre señalamientos de tortura a los detenidos. El tercer y último procurador no cambió las prácticas de la dependencia, era común que los asaltados cuando iban a presentar denuncia, se encontraran en las oficinas despachando a quienes los habían asaltado.



No fue ajeno el gobierno de Alberto Cárdenas a los señalamientos por manipular los procesos de contratación y adquisición de bienes y servicios para favorecer a determinados intereses. Uno de los escándalos se presentó durante el segundo trienio con el otorgamiento de contratos a despachos de León Guanajuato y el Distrito Federal, para la elaboración de los Planes de Desarrollo de las Regiones. Fue un abuso como fueron otorgados los contratos por la Secretaría de Administración. Como consecuencia los trabajos resultaron deficientes y a pesar de los señalamientos fueron pagados, como si hubiesen sido de calidad impecable.



Entre los empresarios de la construcción hubo inconformidad por la forma parcial en que se adjudicaba la obra pública. Las obras más importantes se otorgaron a empresas de funcionarios de la misma administración. Hubo además señalamientos sistemáticos de que se aumentaban los precios. Otra crítica recurrente al gobierno fue la realización de la obra sin planeación, predominando el interés coyuntural o la cobertura electoral.



Un sector de la administración sumamente afectado fue el del transporte público, se hizo una fuerte inyección de recursos, mismos que se perdieron entre las corruptelas de sus administraciones. Al término del sexenio Servicios y Transportes estaba en quiebra y el SISTECOZOME desmantelado. Grandes áreas de población urbana carecían del servicio, fundamentalmente de las colonias populares.



Una oportunidad que se presentó para lograr que el estado avanzara en el camino de las soluciones aplazadas, fue la reforma política a la que convocó Alberto Cárdenas en el año de 1996. La convocatoria fue atendida por los partidos políticos con representación en el Congreso del Estado y conducida por el propio Poder Ejecutivo.



Arrancó el proceso con desconfianza de todos los actores, la mesa de trabajo la presidía el secretario de gobierno. Se avanzó en temas importantes como la Procuración y la Administración de Justicia. Cuando se habían establecido importantes acuerdos preliminares, el Presidente Municipal de Guadalajara, sin considerar el esfuerzo que estaba haciendo el gobierno de su partido, saboteó los acuerdos de la Reforma Política mediante un acto de represión a comerciantes afiliados al PRI.



Dentro de los saldos positivos de Cárdenas debe destacarse el programa de las regiones del estado aún con limitaciones. El impulso que lograron las áreas de promoción económica fue significativo, se vivió el auge de la industria de la maquila como consecuencia de la apertura de las fronteras en el sexenio anterior y las políticas implementadas por las administraciones locales. Se tuvo especial cuidado en apoyar ese sector, mismo que languideció por distintas razones posteriormente. Impulsó además la certificación de sistemas de calidad en algunas áreas de la administración como el CAPECE e implementó sistemas que agilizaron los servicios de atención al público como el Registro Civil.



Al gobierno de Alberto Cárdenas debe reprochársele no haber entendido a la sociedad que le otorgó un apoyo electoral fuera de lo común. Su elección fue la oportunidad para realizar el cambio hacía la eficiencia y la honestidad, no obstante prefirió entregarse en manos de los intereses que lo apoyaron en su campaña. Así lo que se obtuvo fue continuar con los mecanismos de manejo utilitario del poder y la permanencia y arraigo de la corrupción, con la ineficiencia como parámetro.



domingo, 5 de diciembre de 2010

ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA






Durante el siglo veinte el crecimiento de las zonas urbanas y el despoblamiento de las rurales fue un fenómeno constante. La posibilidad de encontrar mejores servicios públicos y oportunidades de educación y trabajo entre otras razones, motivó a la población a desplazarse a los asentamientos más poblados. La movilidad geográfica de la población, así como el crecimiento demográfico, motivado por el abatimiento de la mortalidad, trajeron como consecuencia el crecimiento desproporcionado de las ciudades y la agudización de los problemas de dichas concentraciones.



La marginación social en vastas ciudades perdidas, que vivían en la pobreza fue uno de los resultados directos. Aparejados llegaron el clientelismo y la manipulación política, donde el populismo de los partidos políticos encontró un filón para sus intereses. Dicho fenómeno se presentó destacadamente en las organizaciones corporativas del Partido de Estado, surgiendo así los promotores de vivienda irregular, que a través de la venta indiscriminada de parcelas ejidales hacían jugosos negocios. Se crearon de esa manera, vastas zonas habitacionales sin orden ni servicios, que la promiscuidad y la miseria llevaron a muchos de sus habitantes a vivir en los márgenes de la legalidad.



La estratificación urbana que genera la presión de un crecimiento desordenado en las ciudades, causa inevitablemente una división social que se manifiesta en rasgos de colonialismo interno. Los habitantes de dichas zonas sufren la discriminación no solamente en la precariedad de su vivienda, sino también en la relación social, la ausencia de servicios públicos, la manipulación política y la represión policiaca.



Guadalajara en el año de 1893 tenía cien mil habitantes, el censo de 1900 le atribuye 101 mil y el de 1910, 119 mil. En 1921 se censaron en la capital del estado 143 mil y en 1930 resultaron 180 mil. El censo de 1940 aumentó a 229 mil habitantes y el de 1950 proporciona el dato de 377 mil. En 1960 se le atribuían 737 mil y en el año de 1964 se festejó el nacimiento del habitante un millón. El censo de 1970 arrojó 1 millón 383 mil en la Zona Metropolitana de Guadalajara, para el año de 1994 había aumentado a 3 millones 880 mil habitantes y en el censo de 2010 el número es de 4 millones 434 mil habitantes, esto es poco más del 60 por ciento de la población total del Estado que es de 7 millones 350 mil habitantes.



El crecimiento desproporcionado de la Zona Metropolitano ha generado una verdadera aberración urbana que ha colapsado los servicios públicos y afecta desproporcionadamente la calidad de vida de grandes asentamientos humanos, en tanto que los otros municipios permanecen desatendidos y cargados de carencias. Por su parte las políticas públicas del Gobierno del Estado y los municipios continúan erráticas y caprichosas, reforzando los círculos viciosos.



El crecimiento demográfico acelerado acabó por convertir a la Zona Metropolitana en un caso típico de macrocefalia urbana. El proceso trajo aparejadas tensiones y marginación social, trasladando la pobreza de las zonas rurales a los nuevos centros de población, que en su acelerado crecimiento no permiten la atención adecuada de los servicios.



Hasta la segunda mitad del siglo pasado el crecimiento poblacional era visto como positivo, aún en la década de los setenta se admiraba a las familias numerosas y la tasa de crecimientos del 3.5 por ciento generaba orgullo en los gobiernos. Sin embargo el crecimiento poblacional sostenido y los programas que abatieron los índices de mortalidad, llevaron al país a vivir la pesadilla que predijeron algunos estudiosos del siglo diecinueve.



Adicional a los problemas que generó el crecimiento desequilibrado, la improvisación de las políticas públicas actuó como efervescente del fenómeno. La torpeza de los gobiernos no solo se manifestó en la pasividad ante el aumento de la población, sino en la falta de previsión para orientar el crecimiento de las zonas urbanas, que se poblaron en forma anárquica. Tampoco supieron o no quisieron enfrentar el problema, entre otras medidas debieron haber creado zonas de amortiguamiento del crecimiento con reservas territoriales y oferta de suelo urbano. Se dedicaron en cambio a tratar de atender reactivamente el fenómeno, así creaban servicios donde se iba asentando la población.



La Zona Metropolitana continúa siendo víctima de los intereses depredadores que han hecho de la vivienda y del desarrollo urbano negocios sin límite. Dichos intereses han sabido comprar autoridades y representantes populares que se acomodan para diseñar legislación, reglamentos y acuerdos municipales a la medida de los interesados, en perjuicio de la calidad de vida de la población.



Si los gobiernos se hubieran preocupado por el futuro de las ciudades y sobre todo de la Zona Metropolitana de Guadalajara, tendríamos asentamientos equilibrados como sucede en ciudades como Colima y Aguascalientes. Debieron de haberse aplicado con oportunidad y eficiencia programas de planeación urbana que hubiesen amortiguado el crecimiento. Sin embargo aun es tiempo de revertir algunos de los efectos negativos del proceso, modificando en lo posible las áreas construidas y planeando hacía los años siguientes un crecimiento ordenado a partir de los asentamientos actuales.



La experiencia y las políticas que han aplicado otras entidades para enfrentar estos fenómenos, debieran servirnos de referencia. El Estado de Guanajuato es el ejemplo de cómo se deben crear polos de desarrollo equilibrado. Imitar su modelo podría conducirnos a reconstruir el balance perdido, con nuevos criterios de desarrollo regional, económico y social, fundamentalmente a través de las ciudades medias.




domingo, 28 de noviembre de 2010

MARGARITO RAMIREZ MIRANDA






Una de las corrientes más polémicas por su relación con los otros grupos políticos del Estado y por la fuerza política que ejerció durante el siglo pasado, fue la de Margarito Ramírez. En su entorno se crearon y desarrollaron liderazgos que influyeron prácticamente durante todo el siglo veinte. Ejercieron el control de la Universidad de Guadalajara e importantes espacios dentro del PRI como un distrito para diputado federal en Guadalajara, un distrito para diputado local en la zona de Atotonilco y varios municipios donde imponían autoridades. También mantenían una secretaría en el Comité Directivo Estatal, participando en igualdad de condiciones con los organismos obreros, campesino y popular del corporativismo de ese partido político.



En Jalisco se interpreta el gobierno de Ramírez Miranda como la antítesis de Guadalupe Zuno, quienes vivieron enfrentados con sus familias durante prácticamente todo el siglo, que se disputaron los espacios de poder. De entre ellos destacan los conflictos de la década de los cincuenta y la lucha de finales de los sesenta por el control estudiantil. Con la otra corriente que mantuvo conflictos fue con la de José de Jesús González Gallo, quien también le disputó el control de la Universidad a través de su hijo Jesús González Cortázar. Esta confrontación tuvo tintes de carácter ideológico por el carácter conservador con que se caracterizó a la corriente de González Gallo.



Todas las luchas que se desarrollaron en el terreno estudiantil fueron acompañadas de violencia pandilleril, hasta el último enfrentamiento con el Frente Estudiantil Revolucionario, conocido como FER y que se le atribuía a la familia de Guadalupe Zuno, a raíz de la candidatura de Luis Echevería a la Presidencia de la República. Sin embargo este movimiento fue enfrentado además de la Federación de Estudiantes de Guadalajara o FEG, por los órganos policiacos del Estado, en ese momento gobernado por Francisco Medina Ascencio y el apoyo del Secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán, a través de su hijo Javier García Paniagua. Las consecuencias de esos eventos se manifestaron en la radicalización del movimiento estudiantil rebelde, yendo a fortalecer los movimientos guerrilleros urbanos, que arrastraron una secuela de violencia durante los siguientes años, hasta que el gobierno de López Portillo acabó con los grupos armados mediante mecanismos paramilitares.



Gobernó el Estado Ramírez Miranda del 23 de abril de 1927 al 7 de agosto de 1929. La voz popular afirma que quien lo escogió para gobernar el Estado fue Alvaro Obregón, que de esa manera le pagó el favor de salvarle la vida. Posteriormente fue designado gobernador del Territorio Federal de Quintana Roo, desde donde se afirmaba acrecentó su poder económico.



De sus dos hijos quien destacó fue Carlos Ramírez quien se apoderó del órgano estudiantil de la Universidad para sustituir el Frente Estudiantil Socialista de Occidente, conocido como FESO, en los inicios de la década de los cincuenta. Las condiciones en que se desarrolló su liderazgo son características del mundo postrevolucionario con el uso de la fuerza, incluida la violencia, mecanismos mediante los cuales se decidían las disputas políticas.



Una de las actitudes que se le reconoce a Carlos Ramírez es que desde su condición de factor de poder, mantuvo el criterio de que quien dirigiera la institución, esto es el rectorado, debiera ser alguien con reconocimiento académico y no por su carácter de líder estudiantil, como sucedió a partir de su desaparición física.



La vida interna de la propia organización estudiantil no fue armoniosa ni tersa, se sucedieron casos en que los conflictos internos rebasaron el liderazgo de Ramírez Ládewig, como fue el caso de José Luis Lamadrid Souza, quien fue vicepresidente de la FEG y se convirtió en diputado federal obteniendo el cobijo de Jesús Reyes Heroles. Mantuvo Lamadrid un distanciamiento de más de veinte años, resuelto en 1973 en la Convención del PRI para declarar candidato a Presidente de Guadalajara a Juan Delgado Navarro. Un hecho que generó fuerte tensión fue la intervención del grupo paramilitar de origen en la FEG, protegido e impulsado por Federico Amaya Comandante de la Quinceava Zona Militar, que le disputó a Carlos Ramírez el control estudiantil en la década de los setenta.



El poder que obtuvo Ramírez Ladewig a través del control estudiantil de la Universidad de Guadalajara, fue considerado como el de un Estado dentro del Estado. Su liderazgo fue una combinación del ejercicio de la fuerza con la creación de una corriente facciosa. De sus filas salieron conocidos delincuentes que se ligaron al crimen organizado y al negocio de las drogas.



Sin embargo cuando tuvo la oportunidad de desarrollar y ejercer su faceta conciliadora y de trato personal fue reconocido por los sectores sociales de Jalisco. Dicha cualidad la mostró como delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social que aprovechando la estructura de dicha institución, esto es que el Consejo de Administración lo componen líderes obreros y patronales, se dedico a cultivarlos, escuchando y atendiendo sus propuestas, logrando un acercamiento con ellos sin paralelo en la historia jalisciense. Para los miembros de su círculo cercano ese liderazgo social le costó la vida, al ponerlo en la antesala de la candidatura al Gobierno del Estado, lo que no fue del agrado del Presidente Echeverría quien según su decir ordenó su muerte.



Con la desaparición de Carlos Ramírez en 1975, asumió el liderazgo del grupo su hermano Alvaro, mismo que no logró mantenerlo y que acabó por entregar a los descendientes de Raúl Padilla Gutiérrez, quién había sido seguidor de Natalio Vázquez Pallares en el FESO y funcionario del gobierno de Juan Gil Preciado.





sábado, 20 de noviembre de 2010

PERDIDA DE IDENTIDAD



Una pérdida constante y fatal es la que sufre el diseño tradicional de las poblaciones, que fueron construidas bajo el concepto español que nos heredaron los colonizadores. Sin tener conciencia del valor estético y de la técnica de la construcción colonial, hemos ido destruyendo aquello que debiera ser invaluable para nosotros, herencia y cultura recibida de siglos de experiencia de latinos, griegos, israelís, cartagineses, persas, asirios, árabes y de todas las culturas que se manifiestan en viviendas, templos y edificios públicos.



Las causas de la pérdida las podemos encontrar en distintos orígenes, predominantemente en la influencia norteamericana que salvo valiosas excepciones, por no tener una cultura ancestral se toma la libertad de crear conceptos arbitrarios sin valor histórico o estético. El otro caso lo genera la industrialización de materiales de construcción que sustituyen los tradicionales, que se producían o labraban para el consumo y de calidad artesanal, como el adobe y la madera y que ahora son sustituidos por ladrillo, tabique de cemento y vigas de acero.



Es conocido que en las primeras décadas del siglo veinte un español que residía en las cercanías de la ciudad de Los Angeles, sintió nostalgia por su país y se propuso construir un hotel con las características del Mediterráneo. Así surgió una construcción típica de teja de techo rojo, misma que gustó a los residentes de la zona, convirtiéndose en moda. A partir de ese momento todo mundo se aplicó en construir grandes fincas con techos rojos y que al carecerse de los materiales propios de España se vieron en la necesidad de improvisar, para lo que se diseñó un ladrillo especial que cumplía aparentemente con las características estéticas de la teja, esto es un material rojo con el que cubrían el techo exterior de las construcciones, así se logró el propósito visual, aun cuando se sacrificó la autenticidad.



Grandes personajes sobre todo del mundo de Hollywood construyeron de esa manera sus mansiones. Como consecuencia surgió un tipo arquitectónico al que llamaron californiano, tomando como referente el Estado norteamericano donde había sido creado. El mencionado concepto nunca fue considerado por los arquitectos y urbanistas como un modelo estético, considerándolo un falso arte o una simulación de la auténtica arquitectura española y como consecuencia del arte colonial americano.



La cercanía con el país norteamericano, la constante migración de mexicanos, pero sobre todo la falta de conocimiento de nuestra cultura, generó admiración por ese tipo de construcción y fatalmente quienes fueron impresionados por el estilo de vida norteamericano, lo adoptaron para implantarlo en sus lugares de origen, lo que nos ha llevado a la aberración de sustituir la construcción de valor mediterráneo original, por la copia.



La consecuencia ha sido la pérdida de la riqueza arquitectónica, al destruirse paulatinamente las fincas, ante la indiferencia de los gobiernos por preservar nuestra cultura, lo que permite continuar por el camino viciado, eso sin considerar que en muchos casos son las propias autoridades quienes destruyen obra valiosa en un falso afán modernizador.



En la segunda mitad de la década de los setentas siendo gobernador del Estado Flavio Romero de Velazco, su secretario de gobierno Alfonso de Alba Martín convenció al presidente municipal de Tapalpa, el profesor Rafael Cordova de que emitiera el Ayuntamiento un reglamento que normara la construcción y los anuncios comerciales que afectaban la imagen. En el reglamento se establecía que si se construía de material se debía respetar la fisonomía original de la población, construyéndose a dos aguas y con teja sobrepuesta al material del techo. A los anuncios solamente se les permitía que fueran de hierro forjado y madera. El resultado se aprecia sin esfuerzo, Tapalpa es una de las poblaciones del Estado que mantiene las características tradicionales nuestras.



Por otro lado la falta de conocimiento y capacidad de quienes han ejercido la función pública no les ha permitido entender la pérdida cultural e histórica de las comunidades locales, acentuando el proceso de despersonalización. A la fecha no existe una política que permita no solamente restaurar nuestro patrimonio arquitectónico, sino cuando menos frenar la constante destrucción de obra valiosa en las poblaciones del Estado.



Lo más lamentable es que no solamente se daña a las fincas de patrimonio arquitectónico y que su pérdida nos afecta aunque no lo apreciemos, sino que tampoco se cuida de las joyas comunales, como iglesias y panteones. Con el afán de proteger la identidad histórica debieran diseñarse políticas que protejan los elementos urbanos culturales, es de elemental urgencia que la administración pública se avoque a la recuperación y cuidado de nuestro patrimonio, obligando si es el caso al gobierno federal a destinar mayores recursos y atención para prevenir la destrucción gradual que sufren los monumentos coloniales.



Se deben generar criterios públicos con la asesoría de conocedores y especialistas que permitan recuperar lo perdido, en lo posible y frenar la destrucción permanente, generando una nueva cultura a partir de la conciencia de la población de lo valioso de su obra urbana, a la par que se promulga la legislación necesaria para proteger el patrimonio arquitectónico y visual. Se debe cuidar la vivienda construida bajo el concepto patriarcal así como el edificio comunal o público. No se puede permanecer en la ignorancia en tanto nos quedamos sin identidad, por desconocimiento de la sociedad y torpeza de quienes ejercen la función pública.





sábado, 13 de noviembre de 2010

GUSTAV MAHLER





Fue uno de los grandes músicos de finales del siglo diecinueve y principios del veinte. De alguna manera continuó con la tradición iniciada por Federico Nietzsche quien dedicó su obra “El origen de la Tragedia” a Wagner, a quien conoció en Leipzig, en 1867. Fue en ese paralelismo que Mahler mantuvo relación con el escritor y Premio Nobel de Literatura de 1929 Thomas Mann, con quien intercambiaba opiniones musicales y literarias.



Para los estudiosos del músico, es tanta la cercanía e influencia de Mann, también judío, que para el realizador de cine Luchino Visconti fue irresistible no fusionar la obra del escritor “La Muerte en Venecia” con la vida del músico. En el filme, basado en la novela e interpretado por Dirk Bogarde, no solamente se utilizan elementos de la vida de Mahler, sino que además la música de la película está tomada de su obra. La parte final, en que se describe la muerte del protagonista, tiene como fondo el Adagio de la Quinta Sinfonía, una de las obras más intensas que se hayan escrito y que se desarrolla en estrujantes once minutos y trece segundos.



Es en los movimientos lentos del Adagio donde se manifiesta la tensa angustia que a través del hiriente sonido, es interpretado por reputados directores del mundo musical como Leonard Bernstein. El Adagio está ubicado en el cuarto movimiento y es interpretado solamente con arpa y cuerdas, sus líneas melódicas tienen tal cualidad que al decir de los melómanos “quebranta el corazón”. Se interpreta algunas veces como una sola pieza y una de las interpretaciones más hondas es la realizada por Herbert Von Karajan con la Orquesta Filarmónica de Berlín.



Nacido Mahler en Kalisté, Moravia en 1860, muere en Viena en 1911. Sus orígenes fueron marcados por el doble estigma del exilio y la violencia familiar. Esos eventos determinaron el carácter y contenido de su obra y lo convierten en uno de los más grandes músicos sinfónicos de la historia y también en uno de los artistas más neuróticos. Su obra se caracteriza por la intensidad que le imprime, a la vez que exprime las emociones más allá de cualquier límite.



Trabaja sucesivamente en Hall, Ljubljana, Cassel y Olomuc donde hace un brillante montaje de Carmen en 1883, sentando las bases de su dedicación a la dirección orquestal, lo que lo llevará años más tarde a ser considerado uno de los mejores del mundo. Inició su actividad como director musical en Leipzig en 1885. Dos años más tarde ya es director de la Opera de Budapest, a la que reorganiza completamente. De ella pasa a la de Hamburgo, en donde permanecerá seis años (1891-1897), ahí es donde recibe como director adjunto al joven Bruno Walter, quien se encargará en el futuro de aportar los más autorizados testimonios sobre la capacidad excepcional de Mahler. A su decir, en Don Giovanni de Mozart, Fidelio de Beethoven, o en Die Walkure, de Wagner, creo tradición al ser un modelo insuperable de interpretación musical.



Habiendo elegido Viena como su definitiva patria adoptiva, escribió en una carta: “Soy tres veces apátrida. Como nativo de Bohemia en Austria; como austríaco, en Alemania; como judío, en el mundo entero. Un intruso en todas partes, y que en ninguna es deseado”. Ahí se puede encontrar, sin mucho esfuerzo, una de las raíces de la tensión que imprime a su obra y que sacude a quienes lo escuchan.



A partir de 1907 Mahler se pasa largas temporadas en los Estados Unidos, donde las principales orquestas se disputan sus servicios como director, pero todas las primaveras regresa a Europa, donde tiene citas puntuales con sus fieles auditorios de Viena, Praga, Amsterdam, París y Roma.



Además de música, Mahler estudió filosofía e historia en la Universidad de la capital austriaca. Pertenece a los miembros de la corriente llamada del Expresionismo, escuela de orígenes germánicos, que muestra un mundo torturado, doliente y en algunas facetas sórdido. Estos artistas eran hijos de una época de cambios drásticos, de guerras y dolor. Herederos de la teoría psicoanalítica de Freud, tuvieron un interés especial en indagar en las oscuras interioridades del hombre.



Como compositor sinfónico su primera obra la compuso en Leipzig en 1886, después de reconstruirla la llamó Titán. La segunda la escribió en Hamburgo e inmediatamente después compone Canciones Para la Muerte de los Niños y La Canción de la Tierra en Viena. El decenio que Mahler pasa como director artístico de la Opera de Viena (1897-1907) es el de la culminación de su carrera, en el que alcanza su mejor período de expresividad creativa. De estos años son sus principales obras maestras. Por esas fechas también se casa con Alma Schindler, (quien no soportará su neurosis y acabará por dejarlo), con la que tendrá dos hijas, María y Anna, la mayor de las cuales morirá de difteria en 1907.



Su vehemente arte manifiesta una obsesiva fascinación por la melancolía y la muerte. Lleva el lirismo del arte musical al borde de romper el control emocional de sus oyentes. Un año antes de morir, en 1911, presenta ante personajes como Bruno Walter, Richard Strauss, Arnold Schomberg y Thomas Mann su octava sinfonía. Sin embargo, a pesar de su genio y capacidad creadora, no fue ajeno a la crítica amarga, lo que lo deprimía sobremanera.


domingo, 7 de noviembre de 2010

EL GOBIERNO DE GUADALUPE ZUNO



A partir de la Revolución y como consecuencia de ella, se generaron nuevos liderazgos con acentuados rasgos de caudillismo en la mayoría de los casos. Al principio fueron personajes ligados a los protagonistas del movimiento revolucionario, que reproducían en gran medida las actitudes de sus promotores. Posteriormente y a consecuencia de la inercia de quienes se fueron apoderando de los instrumentos de decisión, fundamentalmente a través del partido dominante, se generaron nuevos grupos políticos mismos que surgían del entorno de los gobernadores, en algunos casos sus amigos, en otros sus familiares y en la mayoría de ambos.



Para entender la lógica de la política del siglo veinte es necesario buscar los referentes en dichos grupos. El mecanismo mediante el cual operaba la representación popular y se ejercía la función pública no podrá entenderse sin la intervención de las facciones, que actuaban a la sombra del Poder Ejecutivo. Así mismo para localizar los grupos y los personajes que influyeron en la vida del Estado, es necesaria la revisión de los gobiernos herederos de la Revolución y nacidos del Partido de Estado.



José Guadalupe Zuno Hernández es el primer gobernador que trasciende su ejercicio, gobernó de marzo de 1923 a marzo de 1926 y se distinguió por su posición de izquierda. Entre otras acciones importantes creó la nueva etapa de la Universidad de Guadalajara en 1925, realizó el Parque Zoológico de El Agua Azul y terminó las obras de entubamiento del río de San Juan de Dios. Silvano Barba González fue el secretario de gobierno que lo acompañó en los eventos de relevancia histórica. Fue también Zuno Presidente Municipal de Guadalajara en 1922 y tuvo como secretario y síndico a Juan Aviña López.



La participación de personajes cercanos a él en la vida pública del estado se mantuvo durante casi todo el siglo. Sus hijos especialmente José Guadalupe, se distinguieron en acciones políticas de izquierda, destacaron en el liderazgo de la Universidad, incluso le disputaron el control estudiantil a la corriente de Margarito Ramírez en la década de los cincuenta. En 1959 José Guadalupe participó en el movimiento ferrocarrilero que dirigieron Demetrio Vallejo y Valentín Campa y que fue reprimido con ferocidad por el régimen de Adolfo López Mateos, lo que lo mantuvo preso durante un considerable periodo en el tristemente célebre reclusorio Palacio de Lecumberri.



Otro personaje cercano a Guadalupe Zuno fue su primo hermano Constancio Hernández Alvirde, quien fue regidor de Guadalajara y rector de la Universidad en la década de los treinta. La circunstancia que fortaleció mayormente a la corriente, fue el matrimonio de su hija María Ester con Luis Echeverría Álvarez, presidente del país a partir de 1970.



La violencia no fue ajena a los personajes de la familia que estuvieron envueltos en distintos hechos que derivaron en procesos judiciales, Rubén fue señalado por homicidio en la muerte de agentes locales de la Policía Judicial, de complicidad en el asesinato de agentes de la DEA y de actos delictivos ligados al crimen organizado, siendo sentenciado en el Estado de California de los Estados Unidos de Norteamérica.



A través de la Logia Masónica, Zuno ejerció influencia en muchos jóvenes y promovió la creación de las Juventudes Juaristas, uno de los organismos de que se alimentó el movimiento estudiantil conocido como Frente Estudiantil Revolucionario o FER y aun la Liga 23 de Septiembre. Fue conocida asimismo su simpatía por los movimientos llamados progresistas. Los activistas locales del movimiento estudiantil del sesenta y ocho y la corriente que disputó el control estudiantil a partir de 1969 a quienes lo ejercían en la Universidad de Guadalajara, sistemáticamente utilizaron su nombre. Su hijo Andrés fue una de las cabezas del FER, hasta que fue retirado del Estado de Jalisco por su familia, por los riesgos que implicaba la confrontación estudiantil.



Guadalupe Zuno participaba en el Sector Popular del PRI, donde fungió casi hasta el final de sus días como líder de la Liga Municipal de Profesionistas de Guadalajara. Además durante muchos años fue profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara, donde hizo sentir su pensamiento de izquierda junto con otros grandes profesores de su generación, la mayoría ligados al Frente Estudiantil Socialista de Occidente, mejor conocido como FESO. Fue asimismo uno de los maestros reconocidos de la Facultad de Filosofía y Letras de la propia Universidad. Perteneció además a El Centro Bohemio integrado por conocidos intelectuales y artistas del Estado, como Juan Ixca Farías, José Cornejo Franco, Enrique Díaz de León y Silvano Barba González. A través del centro Bohemio establecieron relación con intelectuales del país y del mundo. Era Zuno un pensador y artista polifacético, literato, dibujante y pintor fueron algunas de las facetas que ejerció y a través de las cuales influyó de forma intensa en varias generaciones de jaliscienses.





Se distinguió la corriente política de José Guadalupe Zuno por la pasión que le entregaba a sus acciones. Su actitud vivencial despertaba apoyo incondicional en sus seguidores y fuerte rechazo en sus antagonistas. Hasta el final de sus días el exgobernador despertó reacciones a su favor y en contra. Lo que es indudable es que dejó una huella firme en la historia local y que no se puede concebir el Estado de Jalisco sin su legado y su sello personal, característicos de su concepción de liderazgo y del que a la fecha se percibe su presencia. Aun participan activamente en la política jalisciense personajes que se formaron a su sombra, como es el caso del Diputado Local Roberto Marrufo Torres, quien siendo muy joven fungió como su secretario particular.

domingo, 31 de octubre de 2010

LA ESTRUCTURA INFORMAL DE LA FIL






Para los lectores participar de una feria del libro es como asistir al paraíso; encontrar ahí las editoriales y las ediciones que es difícil localizar en los lugares habituales de venta, es un verdadero agasajo. Encontrarse, además, frente a frente a los grandes personajes de la literatura o escucharlos en sus disertaciones, es algo que no se puede despreciar fácilmente.



Sin embargo, es difícil imaginarnos la manipulación comercial que existe atrás de la venta de un libro; no es fácil entender como un objeto de cultura se convierte en un instrumento de consumo. Por otro lado, es de sentido común que el nivel de cultura de una sociedad se mida por el número de libros que lee. Así, el mercado de los libros se beneficia de una sociedad culta; sin embargo no asume como obligación mejorar la calidad cultural de dicha comunidad, sino únicamente satisfacer las necesidades del segmento social.



A pesar de cualquier criterio, el mercado debe darse y desarrollarse dentro de ciertos parámetros de honestidad. Cuando se utilizan recursos públicos para mejorar la vida cultural y educativa, la aplicación presupuestal es honesta; cuando se desvían los recursos para mejorar las ventas y apoyar a los comerciantes estamos ante un desvío de los recursos, entre otras razones porque se está afectando la lógica del mercado; cuando menos eso nos dicen los defensores de las leyes de la oferta y la demanda.



La Feria Internacional del Libro, patrocinada desde hace dos décadas por la Universidad de Guadalajara, puede servir de referente; convertida en un éxito comercial a través del manejo de medios y en el que los autores siguen el guión que les dictan sus casas editoras. Aunque muchas de las veces reciben un trato indigno al ser obligados a adoptar poses y expresar declaraciones como si se tratara de actores de telenovela.



El referente más claro de la estructura de intereses que opera tras bambalinas --y que se puede apreciar, incluso, por su influencia y cercanía con quien dirige la Feria Internacional del Libro--, es el GRUPO PRISA, empresa española que abarca diferentes ramas de los negocios, destacadamente la editorial. A este grupo pertenecen las editoriales Alfaguara y Santillana; además edita el influyente periódico español “El País”. Ligada al periódico y las editoriales se creó la Cátedra de Estudios Latinoamericanos, cuyo comité lo integran Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Felipe González.



La familia Polanco propietaria de GRUPO PRISA, participó abiertamente con el Partido Socialista Obrero Español en su llegada al poder, de ahí la cercanía e identificación con personajes como Felipe González y los miembros de su partido que han obtenido y ejercido el poder en España, llevándola a la modernidad democrática y a la consolidación económica con su entrada a la Comunidad Europea.



Por su parte, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes han sido el soporte para sostener y consolidar la Feria Internacional del Libro, que año con año se desarrolla en Guadalajara, con beneficios comerciales óptimos para dicho grupo económico. Entre los mejores beneficios se localiza la legitimación de Editorial Santillana que tiene un excelente mercado en la venta del libro oficial para las escuelas del país.



En lo que se refiere a negocios ajenos a los libros, el grupo controla un sector importante de medios de comunicación como las radiodifusoras, a través de las que manipula ante el mundo oficial para incrementar sus negocios. El caso de Carmen Aristegui, que no se ajustó a sus políticas mercantiles y acomodaticias, es paradigmático, habiéndola obligado a retirarse de la empresa por su conducta digna e independiente de periodista ante el Gobierno Federal.



Es una paradoja que un grupo que participó en su país de los difíciles procesos de democratización y que impulsó, a través del PSOE, políticas que mejoraron el nivel económico de la sociedad española, venga a este país con un afán inescrupuloso y depredador, apoyándose en personajes que debieran luchar por la dignidad y el bienestar de los mexicanos; fortaleciendo, a su vez, al cuestionado grupo que se apoderó de la estructura de la Universidad y que ha hecho de dicha institución una fuente inagotable de recursos para el patrimonio personal de sus integrantes.



Fue evidente el nerviosismo del grupo económico con el debilitamiento de Raúl Padilla, con las críticas de los medios por su conducta inmoral en la administración universitaria y sobre todo con la confrontación con el Rector Carlos Briseño. El propio periódico El País intervino en apoyo del grupo universitario a través de editoriales, en que elogiaba a la Universidad y a la Feria Internacional del Libro.



En el caso de Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, es difícil entender dichas actitudes egoístas, que hacen olvidar --incluso a personas de su nivel intelectual-- que se deben a un sector social que las ha mantenido en el pedestal al leer sus obras. Es posible que ese sea el mayor daño, al generar con su actitud la pérdida de confianza de quienes creen que quienes escriben los libros, tienen esa cualidad de héroes que los hace mejores que el común de los humanos.



Tampoco se debe dejar de lado la actitud y conducta de los personajes que disponen del dinero público de forma inescrupulosa y lo invierten en fines no claros ni honestos. Si los dineros están destinados para la educación superior, y se invierten en promociones de empresas que ya de por si obtienen ganancias estratosféricas en mercados controlados como el de la educación, es sin lugar a dudas una inmoralidad.



La falta de claridad en la aplicación de los recursos lleva necesariamente a suponer un mal uso de ellos, además de desvirtuar la función universitaria y deteriorar la imagen de una institución que no lo merece. La Feria Internacional del Libro debiera ser eso, una feria en la que la participación de las empresas editoriales se diera sin paternalismos presupuestales. En la que los lectores disfrutásemos de ella sin pensar y tener la sensación de que participamos de un gran fraude, en el que el gran perdedor es el ciudadano jalisciense que sacrifica la educación universitaria en beneficio del boato y el negocio de unos cuantos.







domingo, 24 de octubre de 2010

LA FERIA DEL LIBRO






La Feria del Libro fue creada deliberadamente como soporte de la estructura que sostiene dentro de los círculos de poder y en la opinión pública a los dirigentes de la Universidad de Guadalajara. Su diseño fue un andamiaje comercial y de intereses del mundo editorial, cubierto por la escenografía de los libros.



Bajo la sutil conducción de importantes personajes del mundo de la literatura, se creó un complejo entramado en el que se involucraron editoriales, artistas y escritores, que bajo la seducción del mundo de la cultura, fueron pasando al activo de los intereses del grupo.



Se trata de una Feria que reúne a las editoriales de habla hispana y que se apoyan en la promoción comercial para vender sus productos. Todo bajo el concepto básico del consumo, logrando de esta manera construir un atractivo espacio mercantil, aunque no queda claro como se enriquece el espíritu con esas prácticas.



Además de utilizar la Feria para vestir al grupo que administra a la Universidad, el evento ha sido cuestionado desde sus inicios por la falta de claridad financiera en el origen de los recursos y en su aplicación. Por información parcializada se conoce de aportaciones de dependencias del Gobierno Federal, del Estatal y de los municipios importantes del estado, sin que los aportadores o el Patronato informen los montos. Otra crítica recurrente ha sido los pobres efectos que ha generado en la educación y la cultura del Estado, no solamente en la población, sino en la propia comunidad universitaria. Un indicador de ello es el pobre nivel de lectura, uno de los más bajos del país.



Haber sido concebida como un mecanismo de impacto mediático, antes que fenómeno cultural, llevó a sus creadores a construirla sobre los criterios del espectáculo, modelo probado en otros espacios de negocios del grupo, donde destacan las estrellas de la farándula y los aprendices de brujo.



Sin estudios que determinen el impacto real de la Feria en la sociedad jalisciense, permanecen las acciones en el vacío. Cada día es mayor el número de personas que perciben al evento como ajeno al universo local. Todos aquellos que de buena fe participan y lo apoyan, consideran que habrá de dejar algún beneficio colectivo cuando menos a largo plazo, aunque algunos empiezan a dudar de los frutos, considerando además lo gravoso del costo financiero para una sociedad con problemas ancestrales.



Ante la oscuridad de la administración de los recursos, aumenta la sospecha año con año. La mayor parte de ellos se considera que tienen su origen en las arcas de la Universidad de Guadalajara, que amparada en amañados recursos, escamotea cualquier dato sobre la aplicación de sus finanzas, incluyendo por supuesto el financiamiento de la Feria.



Uno de los muchos servicios que la Feria ha prestado a sus promotores es la de impresionar a quienes la financían y que tienen en sus manos el poder para afectar al grupo con sus decisiones, sobre todo podrían poner en riesgo su permanencia en el control de la institución. Afortunadamente para los interesados, esos personajes son susceptibles al halago y su escasa formación académica y cultural los convierte en fáciles objetos de manipulación. El argumento ramplón de que quienes cuestionan la Feria y por consecuencia a la Universidad, cuestionan la cultura, ha logrado que las distintas instancias que debieran exigirles rendición de cuentas soslayen sus obligaciones.



La manipulación informativa de los resultados es otra cuenta pendiente con la sociedad. Se afirma, por ejemplo, que asistió una cantidad determinada de visitantes y, al hacer una evaluación visual, muchos de ellos son niños de primarias oficiales llevados por sus profesores a empaparse de la feria. Visitas superficiales con un desfasado concepto de la educación, como si el ver estantes de libros promoviera el hábito de la lectura. En los mismos números puede englobarse a los alumnos de dependencias de la Universidad, que asisten obligados para obtener una calificación. Todos ellos son clientes cautivos que permiten inflar las cifras para la legitimación del evento pervertido desde su origen.



La Feria viene a plantearnos, además, esa tenue línea que separa la cultura de la mercadotecnia. La dificultad estriba en separar el valor intrínseco del libro de su valor como objeto de consumo. Difícil de dilucidar ya que depende en realidad del contenido del libro, que se convierte en objeto de mercado de las empresas.



Se hace evidente de esa manera, que lo que predomina es el criterio de las editoriales y no el de los autores, que en no pocos casos se ven forzados a seguir el guión que la empresa mercantil les marca. Sin dejar de lado la manipulación que el propio Patronato de la Feria realiza, todo encaja de manera perfecta en la metáfora de Huxley, con el triunfo de los dioses del consumo sobre el valor y la dignidad humanos.



Dentro de ese contexto se encuentra la posición de la familia de Rulfo que honra la memoria del personaje sobrio y auténtico. La de ellos es la defensa del escritor independiente de la manipulación de los editores y sus operadores, los organizadores de ferias. Por eso es tan difícil aceptar que su nombre sea utilizado para lucimiento de quienes aprovechan la Feria y el generoso concepto del libro.



Un evento en apariencia para el fomento de los libros y su lectura, acaba siendo una habilidosa operación de disposición de recursos públicos sin rendición de cuentas, así como para proteger los intereses ilegítimos enraizados en la Universidad. Sostener al grupo que necesita de dignidades ajenas para cubrir las vergüenzas propias. La Feria sirve para promover la venta de libros por las editoriales particulares, aunque el costo sea pervertir la cultura y mutarla en antivalor al ser utilizada como instrumento de manipulación mercantil y política.

sábado, 16 de octubre de 2010

MALCOLM LOWRY BAJO EL POPOCATEPETL


En una descripción vívida Lowry narra sus propias vivencias apenas disfrazadas en Cuernavaca, a la que llama Quauhnáhuac en la novela Bajo el Volcán. Con los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl al fondo del paisaje, va describiendo en poética narración, una vida de tensiones y delirios a la sombra del alcohol. Alucinada por los efectos del narcótico y alucinante en el impacto que genera en sus lectores su intensa narrativa.


La historia de su novela cumbre, que alude a la cercanía del Popocatépetl, corre sobre el hombro de los personajes a través de los que el narrador nos va describiendo los hechos, los diálogos, los pensamientos íntimos, las frustraciones, las angustias, los equívocos.



Nació Lowry el 28 de julio de 1909 cerca de Liverpool, para luego cursar estudios de filosofía en Cambridge. Después de una vida azarosa de marino residió en Nueva York, en Hollywood, en México y en la Columbia Británica. En 1947 publicó la versión definitiva de Bajo el Volcán, reescrita cinco veces por insistencia del editor. Su vida llena de tensiones y afectada por el alcoholismo terminó el 27 de junio de 1957.



Lowry encontró el tema de su narración en Cuernavaca, como Graham Greene en la persecución religiosa de Garrido Canabal en que describe la historia del sacerdote pecador y perseguido en El poder y la gloria, o D. H. Lawrence en el Lago de Chapala en su Serpiente Emplumada, con personajes reales y ficticios de un México convulsionado. Para los tres el México mestizo es un mundo incomprensible, tortuoso, alucinante. Son ellos los escritores ingleses que se empeñaron en describir un país extraño y exótico para el mundo occidental.



Es la historia de Lowry como su obra, fascinante, marinero en el Extremo Oriente, su existencia fue itinerante en tanto se dedicó a la literatura. Genio como era, sufrió de las grandes depresiones y delirios que le deparaba el alcohol. Queda en su obra retratado un mundo lleno de tensión, angustiado, con esa sensación del círculo que conduce al hundimiento, que lo llevó al final de sus días. Es su obra la descripción vívida de ese mundo atormentado, lejano a su esposa que no pudo soportar los demonios del alcohólico.



Tiene la historia como telón de fondo la Segunda Guerra Mundial y la expropiación petrolera. Un mundo que simpatiza con el Eje, con tintes de fascismo que asoma a través de ciertas ventanas y que el personaje principal, el cónsul Geoffrey reconoce pero no atiende por un sentimiento depresivo.



La obra es en realidad una biografía disfrazada, con la enfermedad de la que le será imposible separarse y que sin embargo le permitirá penetrar en el alma del hombre, su propia alma desnuda, ante el imposible auxilio de quienes lo conocen y aprecian. El no poder escapar de la dependencia de la bebida que lo conduce por los ásperos caminos de la autodestrucción.



El intento de una imposible redención, la relación con sus amigos a la vez que enemigos, por desear a la misma mujer, su mujer, el describir un mundo desde el delirio, desde el mismo infierno, al tiempo que poético en toda la intensidad del término, la poesía convertida en dolor, en prisión, en pasión desequilibrada, sin posibilidad alguna de sanar o reconciliarse con el mundo.



Lowry trata de racionalizar el mundo a través de una expresión que atribuye al monólogo interior de su amigo el productor de cine, M. Laruelle, que lo hace exclamar a nombre de Maximiliano de Austria, “Es nuestro destino vivir aquí, Carlota. Mira este glorioso país montañoso, mira sus colinas, sus valles, sus volcanes increíblemente bellos.”



Ejemplo de un mundo ambivalente, centro de atracción de dos polos intensos, es la estrujante carta (nunca enviada), que le escribe a su esposa, quien lo dejó y ahora le pide el divorcio. “ …pero ¿por qué, al menos no simulé haberlas leído (las cartas), por qué no simulé aceptar algún galardón de arrepentimiento al ver que me las enviabas? ¿Y por qué no mandé inmediatamente un telegrama o unas líneas?... ¿Por qué no, por qué no, por qué no? Porque supongo que habrías vuelto a tiempo si te lo hubiera pedido. Pero esto es vivir en el infierno. No pude, no puedo pedírtelo. No pude, no puedo mandar un telegrama. Me he quedado, en la ‘Compañía Telegráfica Mexicana’, aquí, y en México, y en Oaxaca, sudoroso y trémulo en la oficina de correos y escribiendo telegramas toda la tarde, cuando había bebido lo bastante para templar mi pulso, y no he mandado ninguno. ….Estoy demasiado enfermo para arreglar lo de los boletos, para sufrir el agotador delirio de las interminables y tediosas llanuras de cactos. Y, ¿para qué irse a morir a los Estados Unidos? Tal vez no me importaría que me enterraran allá. Pero creo que preferiría morir en México”.



O el encuentro con su esposa, cargado de tensión “ ….Luego, alzando de repente los ojos, la vio; con gesto miope escrutó en torno suyo antes de poder reconocerla allí, de pie, tal vez un poco borrosa porque el sol estaba a sus espaldas, con una mano (de la que colgaba su bolso rojo) sobre la cadera, allí, de pie, como ella sabía que él debía verla, medio airosa y un tanto desconfiada. “ ……se levantó mientras ella se acercaba: ---….Dios mío! Ivonne vaciló, pero él no hizo esfuerzo alguno por ir hacia ella; en silencio, Yvonne se deslizó sobre un banco cercano al del cónsul; no se besaron. “



Es Bajo el Volcán una de las obras maestras escrita en lengua inglesa sobre México, conmovedora, apasionante. La descripción del país en la primera mitad del siglo veinte de un genio de la literatura, conocedor del oficio literario y del alma humana.

domingo, 10 de octubre de 2010

LAS REGIONES





Probablemente el peor periodo para el desarrollo equilibrado del Estado ha sido el de Emilio González, que se ha dejado llevar por las inercias de los gobiernos anteriores. De esa manera los criterios de inversión pública y atención de necesidades se siguen utilizando como mecanismo de cooptación electoral y para favorecer empresas, sobre todo constructoras que realizan obras para la Metrópoli de Guadalajara, olvidando deliberadamente las necesidades de otros municipios.



Con una población cercana al sesenta por ciento, asentada en los ocho municipios que integran lo que se ha llamado Zona Conurbada, obligan a los habitantes de las zonas suburbanas a trasladarse a la monstruosa metrópoli en busca de educación, trabajo y mejores condiciones de vida, llevando a las personas al desarraigo y la pérdida de sus valores de origen, hacia una especie de promiscuidad, generada por una abrumadora población asentada en un espacio geográfico pequeño y a punto de agotar los recursos y las posibilidades de servicios públicos.



El tema de las Regiones ha sido desde hace más de cincuenta años materia de discursos y declaraciones oficiales. Unido al potencial desarrollo del Estado ha permanecido en el imaginario oficial, sin que eso signifique de alguna manera avance o definición clara de lo que se hará para reencauzar el crecimiento económico y social.



En el actual gobierno se llegó al extremo de crear dos dependencias que atienden el tema, la Secretaría de Planeación, antiguo COPLADE, encargada específicamente de la Planeación y el Desarrollo del Estado y la mal llamada Gran Alianza por Jalisco. Esta última creada erróneamente para la promoción de funcionarios afines a la ideología del Gobernador, herederos de grupos cristeros y posteriormente del Partido Demócrata Mexicano, que en su pragmatismo Acción Nacional engulló, para finalmente padecerlos como dolor de estómago permanente.



La preocupación por el desarrollo de las regiones del estado aparece inicialmente en el Plan Lerma Chapala, financiado por el Banco Mundial en la década de los sesentas que realizó estudios exhaustivos sobre el tema. En el gobierno de Francisco Medina Ascencio y los posteriores se estudiaron las Regiones desde el Departamento de Economía del Estado. Fue dividido el Estado en cinco regiones naturales que eran la del Centro, los Altos, el Sur, la Costa y la del Norte. Durante el gobierno de Alberto Orozco Romero se hicieron estudios sectoriales en los que participaron el gobierno, los empresarios y los particulares. El desarrollo regional siempre fue tema de los distintos gobiernos, sin embargo nunca se llegó a concretar en acciones efectivas en la geografía estatal.



Es hasta el gobierno de Alberto Cárdenas en que se intentó consolidar un proyecto sobre las Regiones. Una de las primeras decisiones que se tomaron fue subdividir la estructura tradicional en el número de doce, sin embargo esta subdivisión no correspondió en todos los casos a criterios válidos y claros. Una de las principales fallas fue que nunca se otorgó a las Regiones presupuesto específico para obras, solamente se les entregó una pequeña cantidad para estudios de factibilidad. Otro factor negativo fue la simulación al considerarse como inversión regional los proyectos que ya tenían establecidos las dependencias. La participación de los interesados fue otra de las limitantes, por ejemplo a los Presidentes Municipales no se les tomaba en cuenta y asistían a las reuniones como simples espectadores, sin voz ni voto.



Bajo la dirección de la Secretaría de Promoción Económica y el COPLADE se realizaron algunos estudios. Sin embargo el manejo tendencioso en el otorgamiento de los contratos para la realización de los Planes Regionales, por la Secretaría de Administración desvirtuó el esfuerzo. Por otro lado los intereses y las luchas internas de los grupos que se disputaban los puestos burocráticos, desplazaron a los funcionarios que conocían el tema y entramparon los proyectos.



La necesaria reorganización administrativa que permitiera entre sus funciones, otorgar permisos en forma unificada por todas las instancias de gobierno en las Regiones, agilizando trámites para las nuevas empresas, fue otro aspecto que no se resolvió. Al final solamente se construyó la Unidad Administrativa para la Región de Colotlán, misma que sin las facultades y la estructura planeada quedó como un simple conjunto de oficinas burocráticas.



Los Planes de Desarrollo de las Regiones fueron abandonados por el gobierno de Cárdenas y la siguiente administración se desentendió del proyecto, dedicando los recursos a la Zona Metropolitana de Guadalajara, alimentando así el círculo vicioso que se arrastra por décadas. Las consecuencias fueron el continuo y acelerado crecimiento de dicha zona, atraso de las Regiones y los municipios y el deterioro de la calidad de vida de todos los habitantes del Estado. En lo referente al COPLADE lo convirtieron en fuente de financiamiento para apoderarse del Comité Estatal del PAN, por un lado y por el otro para las campañas electorales del grupo del Gobernador del Estado.



A la fecha nadie conoce los Planes del Gobierno para detonar el crecimiento de las Regiones del Estado, junto a una política que frene el crecimiento absurdo de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Antes bien pareciera que las políticas oficiales van encaminadas a seguir impulsando el crecimiento desordenado y la promoción del uso del automóvil particular, en tanto que la población que vive fuera de la zona metropolitana continúa desesperanzada de que algún día se le incorpore al desarrollo.



Aferrados a políticas desarrollistas de la mitad del siglo pasado, permanecen los gobiernos ciegos ante las nuevas tendencias de desarrollo urbano del mundo, que buscan mejorar la convivencia y la calidad de vida de las personas que viven en las ciudades. Siguen empeñados en hacer grandes obras sobre las vías de transporte individual, con el consumo de presupuestos que rinden poco comparativamente y a menor número de ciudadanos. Maliciosamente podríamos pensar que son inventadas para la inversión y el gasto exagerado, para el beneficio de empresas constructoras ligadas a los intereses de quienes gobiernan, sumando así las decisiones erráticas a políticas de corrupción.





Debiera realizarse una planeación participativa en la que se incluyeran las instancias de los distintos niveles de gobierno, las instituciones educativas oficiales y privadas, así como todos los sectores sociales, para definir el futuro de la entidad, incluyendo en un solo concepto la Zona Metropolitana y las Regiones.



Parece que al Gobierno del Estado se le pide una tarea más allá de lo humano, actuar con sentido común y coordinar el esfuerzo de los auténticos representantes de los ciudadanos y de los diversos actores sociales, no ejercicios de simulación acompañados de clubes sectoriales de funcionarios públicos. Los ciudadanos de Jalisco tienen derecho a una vida de realización personal, trabajo bien remunerado y convivir en armonía con la naturaleza y con los otros seres humanos

domingo, 3 de octubre de 2010

UNIVERSIDAD DE POLITICAS UTILITARIAS







Con la habilidad que otorga la experiencia de años, el grupo que se ha apropiado de las instancias y recursos de la Universidad de Guadalajara, manipula en distintas vías. En primer lugar el control del Consejo General Universitario se realiza a través de jóvenes adolescentes de las escuelas preparatorias, que por su edad e inmadurez son manejados con facilidad. Sin escrúpulo alguno, sin respeto a su edad y su persona, denigran la condición de los jóvenes en beneficio del grupo que permanece en el poder.



Otro mecanismo es la amañada Ley Orgánica de la Universidad, que a través de una simulada autonomía evita la intervención de otras instancias públicas en la vida interna de la institución. Todo ello a contrapelo de la definición original de la propia Universidad, que se declaró desde sus inicios Universidad Socialista, esto es, Universidad de Estado. Esa situación fuera entendible si el fin de dicha autonomía fuese evitar la injerencia de instancias distorsionantes de su fin social o académico, sin embargo el objetivo real es evitar la molesta intervención de quienes piden cuentas.



En una parodia de la autonomía universitaria, bandera de personajes como Vasconcelos y el fundador del PAN Manuel Gómez Morín, el grupo la utiliza para evadir informar de políticas educativas y para evitar que los órganos auditores revisen las cuentas de la Universidad que son manejadas con discrecionalidad, en el gasto y en sus aplicaciones en proyectos faraónicos o personales del líder del grupo.



Un tercer instrumento de defensa de los intereses del grupo y el eje sobre el que fincan sus operaciones, es la manipulación a través de los partidos políticos, que a cambio de apoyos ajenos a la ortodoxia política, permiten la intervención de operadores del grupo de poder de la Universidad, para influir en decisiones partidistas y fundamentalmente del Congreso del Estado que beneficien y protejan sus intereses. El fin es cuidarse de modificaciones de Ley que pudieran amenazar el sistema de control de los órganos de gobierno y las revisiones del gasto.



Ejercen además chantaje sobre los gobiernos en turno, en las decisiones que puedan afectarlos por un lado y por el otro para obtener ventajas financieras, políticas y sobre todo impunidad. Su presencia en el Congreso les permite intervenir nombrando representantes y consejeros en el Poder Judicial y los organismos autónomos. Además de influir en los presupuestos de los gobiernos estatal y municipales y el propio de la Universidad, la aprobación de obras, auditorias o sanción de cuentas públicas. Lo que les genera un amplio margen de operación y presión sobre los funcionarios de distintos niveles y órdenes de gobierno.



Con una gran confusión de valores, el grupo que controla la Universidad de Guadalajara ha intervenido lo mismo en actividades internas de los partidos políticos, que en procesos electorales y que como consecuencia directa, al percibirlo la sociedad como una manipulación política, le ha generado desgaste social y desprestigio a la Universidad.



Los candidatos apoyados por el grupo, salvo casos excepcionales reciben una especie de maldición con la que cargan en las votaciones. El secuestro del PRD ha significado la minimización de ese partido, que ha perdido cualquier posibilidad de obtener triunfos electorales. El único objeto con que se le utiliza es con afán de controlar la fracción en el Congreso del Estado y que lo convierte en gozne que es utilizado para romper el equilibrio de fuerzas entre las fracciones del PRI y el PAN, permitiendo así que quien tiene el control del partido y por consiguiente de la fracción parlamentaria, tome las decisiones importantes del Estado.



Uno de los aspectos más grotescos y denigrantes de la utilización de la Universidad para fines electorales, es obligar a trabajadores, profesores y alumnos a apoyar candidaturas internas de partidos o bien campañas constitucionales abiertas, con candidatos impuestos por el grupo. Es sin duda una de las contradicciones más grandes en que puede caer una institución de educación superior, en lugar de promover la participación abierta y democrática de sus miembros, degradarlos a obedecer consignas electorales, triste papel de quien ordena, como del que obedece. Así quienes debieran ser los promotores de la democracia se convierten en instrumentos de quienes la corrompen.



Lejos de convertirse en una Universidad digna y de primer mundo, permanece la enajenación de alumnos y profesores, que ven violentados sus derechos elementales, en beneficio de quienes obtienen prebendas personales de partidos y elecciones, socavando los valores que debieran ser protegidos. Los universitarios se encuentran de esta forma sin posibilidad alguna de acceder a los estadios modernos de participación política y toma de decisiones, participando en la elección de autoridades democráticas y transparentes.



El manejo de la Universidad nunca ha estado alejado de los actos delincuenciales. En el año de 1993 se ligó a quienes la dirigían en el momento de la muerte del Cardenal Posadas, al grupo criminal de los Arellano Félix al aparecer el nombre de uno de ellos como titular de los teléfonos utilizados en los hechos violentos. El siguiente año los vehículos de la Universidad fueron ligados a transporte de la frontera norte a la zona de conflicto de los zapatistas, con la evidente intervención del líder del grupo de la Universidad, apoyando las actividades del grupo infractor.



En el año de 1979 el propio líder del grupo se vio envuelto en un homicidio. Fue detenido y encarcelado en las celdas de la entonces Policía Judicial de la Procuraduría de Justicia del Estado. El asunto nunca fue debidamente aclarado, por razón de que instancias superiores obligaron a cerrar la investigación y a liberar al indiciado, quedando en la oscuridad los hechos.



La propia muerte del último Rector, Carlos Briseño quedó envuelta en la bruma de los rumores y los oscuros pensamientos de quienes conocen los manejos del grupo. Asociada dicha muerte con la de otros actores de la Universidad, queda el mal sabor de boca de una forma violenta para la solución de los conflictos internos del grupo, mismas que las instancias de Procuración de Justicia del Estado no han aclarado debidamente, en lo que debió ser una investigación profesional y razonable de los hechos.



En el lento camino hacia la madurez nuestra sociedad sigue siendo cautiva de los grupos que utilizan el control de instituciones como las universidades para provecho propio. El costo ha sido pagar con decenas de años el retraso de la educación. Ese es el precio de la dependencia de grupos caciquiles.