jueves, 25 de junio de 2015

EL FUTURO DE LA SEGURIDAD PÚBLICA





Todo indica que la seguridad pública seguirá por la ruta de la improvisación y la inoperancia con que se ha conducido hasta la fecha. Los intentos que se han hecho hasta el momento no han logrado consolidar un proyecto viable de solución al grave problema que aqueja al País y al Estado.

Para empezar, el proyecto que impulsó a finales de 2014 el Gobierno Federal con el afán de crear las Policías Únicas Estatales y que tenía la pretensión de unificar criterios y esfuerzos municipales, estatales y federales, quedó empantanado en el limbo de las cámaras federales para convertirse en Reforma Constitucional. A la fecha se desconoce si el proyecto será retomado o simplemente se olvidarán de él. Menos se conoce cuales serán los caminos que seguirá la Seguridad Pública Nacional.

Por lo que se refiere al Gobierno Estatal, su intento de construir un modelo a partir de la centralización de las funciones de la prevención, la procuración de justicia y la readaptación de los infractores en la Fiscalía General, se encuentra entrampado en conflictos heredados de anteriores administraciones, al igual que la compleja conversión de procesos legales en prácticas operacionales, por el desconocimiento, falta de capacidad y torpeza de los encargados de dicha función.

Los municipios, en especial los de la zona metropolitana, no han logrado avanzar más allá de las nuevas y limitadas contrataciones, en especial Guadalajara y Zapopan, ya que sus academias se han encargado de desacreditar los procesos por su incapacidad y por escándalos en que se ven envueltos sus directivos en Guadalajara de acoso sexual y en Zapopan instructores y directivos por abusos físicos y verbales contra los alumnos, generando una deficiente formación, por consecuencia alejada de los patrones de capacitación y profesionalismo a que están obligadas.

Por la experiencia, las declaraciones de funcionarios y las acciones de los gobiernos, podemos ubicar los modelos que en este momento pudieran aplicarse en el Gobierno del Estado y las administraciones municipales, como los siguientes: el actual del Sistema Nacional de Seguridad Pública, CALEA, el generado a partir de la experiencia del Distrito Federal y el que está desarrollando el Estado de Nuevo León en la Zona Metropolitana de Monterrey. Dichos modelos debemos agregar se complementan entre sí.    

El primero y que se estructuró en el anterior gobierno de Felipe Caderón, y que se deriva a partir de reformas constitucionales y de ley, descansa básicamente en la depuración y la profesionalización del personal, sumado a sistemas operativos básicos y de recopilación de información, a través de formatos de informe policial. Dicho Sistema se forma a partir de modelos internacionales y de la experiencia colombiana.

Otro modelo probado y reconocido es el que opera la organización conocida como CALEA, que fue creada por dirigentes de corporaciones de países desarrollados a partir de sistemas de organización empresarial y de calidad, aplicados a modelos empresariales exitosos. Su objetivo es ser operado como una empresa pública eficiente. De prestigio y operación internacional, exige certificación en sus procesos operativos y de calidad, como a cualquier empresa privada. Dicho sistema certifica la operación de las corporaciones cuando cumplen con los estándares de operación, productividad y calidad requeridos.

El tercer modelo que se ha implantado en el país tiene su origen en el Diagnóstico que el ex alcalde de Nueva York  Rudolph Giuliani aplicó en el Distrito Federal, en el periodo de la regencia de Andrés Manuel López Obrador. De dicho proyecto se derivaron acciones operativas que en el anterior gobierno abatieron en forma importante algunos delitos. Este modelo sin embargo tiene limitaciones, como el que se haya aplicado en forma parcial, solamente para abatir algunas manifestaciones de incidencia delictiva, dejando de lado los abusos de la policía al no realizar una depuración de las corporaciones. También se debe considerar que el universo en que se aplicó fue el de más de 9 policías por cada mil habitantes del Distrito Federal, en tanto que el promedio de la Zona Metropolitana de Guadalajara es de menos del 1.3 policías. Las limitaciones del modelo quedaron manifiestas cuando el gobierno federal pretendió trasladar la experiencia a las instancias nacionales con Manuel Mondragón en la Comisión Nacional de Seguridad Pública, que fracasó con contundente evidencia.

Por último está el modelo de sistema mixto, creado a partir de la iniciativa del Gobierno del Estado de Nuevo León, con la aportación de líderes empresariales y universidades del Estado. Ha logrado importantes resultados en la Zona Metropolitana de Monterrey y descansa básicamente en personal altamente calificado y una seria depuración. El modelo se inició con la creación en 2011 de la Policía Estatal de Élite llamada también Fuerza Civil, e integrada inicialmente por 422 elementos de la Marina, como respuesta apremiante para enfrentar las bandas del crimen organizado. Estos procesos requieren de tiempo para consolidarse, por lo que aún necesita madurar para su aplicación en todas las etapas de la seguridad Pública y territorialmente en todo el Estado de Nuevo León.

Las resistencias que tendrá cualquier modelo que se aplique en Jalisco serán sin duda la dificultad de coordinación entre los distintos actores, derivado de la desconfianza que existe entre las diferentes instancias, sobre todo a partir de las accidentadas campañas electorales, que dejaron sumamente lastimadas las relaciones entre los partidos y personajes que dirigen o habrán de dirigir las administraciones, federal, estatal y municipales.

Y quizá la mayor limitación vendrá a ser la financiera, dada la precariedad y el desastre administrativo en que se encuentran los municipios. Si le sumamos además la distorsión financiera en que se desenvuelven el Estado y los municipios, por su dependencia de las finanzas federales, mismas que todo indica, el año de 2016 estarán en punto de quiebra por la caída de los ingresos petroleros y la salida de capitales del país por el aumento de intereses de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Dichos escenarios nos obligan a ser poco optimistas en el futuro de la seguridad pública, que requiere además de una excelente coordinación de las distintas instancias y niveles de la administración pública, una fuerte inyección de recursos. Sea cual fuere el modelo que se escoja para resolver el ancestral y grave problema de seguridad en el Estado y sus municipios, tendrá que enfrentar fuertes resistencias y  grandes obstáculos.









sábado, 6 de junio de 2015

LAS INFLUENCIAS DEL CORAN






Para los estudiosos El Corán es una obra literaria maestra, en la cual la morfología y la sintaxis son perfectas. Su elocuencia unida a su estilo poético evade todos los géneros de la composición corriente en la literatura árabe, constituyendo un caso de belleza y perfección. Su rimada prosa ostenta fuerza de lenguaje y elegancia de estilo en frases elocuentes, que se le valora como monumento literario de la lengua arábiga.

Los fieles durante mucho tiempo repitieron de viva voz el texto del Corán antes de que fuera fijado por escrito, de tal manera que para su versión definitiva fueron necesarias previas consultas expresas a todos “los portadores del Corán”, es decir, a todos aquellos que sabían de memoria los fragmentos de una manera fidedigna e inequívoca.

Los historiadores de los árabes dan noticias del origen de su pueblo a partir de Ismael, hijo de Abraham y de Agar, de donde procede el nombre de ismaelitas o agarenos con que se acostumbra denominar a los moradores del desierto. El nacimiento y las predicaciones de Mahoma inauguran una nueva era en el pueblo árabe, de progreso y de cultura. Mahoma ha sido profeta, soberano, legislador, reformador de las costumbres y del modo de ser de su pueblo. El Corán es a su vez la palabra divina, la lectura por excelencia, el libro que encierra el súmmum del saber y que debe ser base de todo sistema político, moral y religioso.

Los mustearriba, y que se establecieron en el Hedjaz (Arabia desierta), y sucesivamente por las demás partes de Arabia, son la raza a que pertenecen los árabes establecidos de tiempo inmemorial en torno de la Meca, y en particular, la tribu Koreichitas, de la que desciende Mahoma. La historia se desprende de varios pasajes de la Biblia como Génesis, XXXVII; Jueces, VI, VIII; Isaías, XXI, y Ezequiel, XXVII, al considerar a los árabes de la Arabia Desierta como ismaelitas. Además debemos considerar la veneración que las tribus árabes sienten por la memoria de Abraham, lo que se demuestra con la tradición anterior a Mahoma, que dice que el famoso templo de la Caaba, objeto de las peregrinaciones de los árabes y anterior en mucho a la ciudad de la Meca, fue construido por Abraham.

Mahoma es hijo de Abdalah y Amina de la familia de los Zaritas. Aunque no se conoce con certeza el año que nació el profeta, se estima que fue el año de 569 y murió en 632 de 63 años. Su nombre significa el alabado, el glorificado. Perdió a su padre a los dos meses de nacido y a la madre a los seis años. Fue protegido primero por su abuelo y posteriormente por su tío Abu Talib, el personaje más importante de la Meca en ese momento.

Más tarde Mahoma se encargaría de Alí, hijo de su tío Abu-Talib, quien se convirtió en su adicto seguidor y se casó con su hija Fátima. Al volver Mahoma del retiro en el mes del Ramadan en la montaña de Hira, inmediata a la Meca le contó a su mujer Kadija, que se le había aparecido el ángel Gabriel, quien le había prometido revelarle la verdadera religión. El primer prosélito del islamismo fue su esposa Kadija, el segundo Alí, y el tercero Zeid, hijo adoptivo de Mahoma.

En el décimo año de la hégira (huida de la Meca), realizó una peregrinación solemne a la Meca a la que acudieron más de ochenta mil fieles. En su alocución resumió los principales preceptos contenidos en el Corán, y en ella inculcaba la justicia, la humanidad, la benevolencia, la fraternidad entre los buenos musulmanes, el buen comportamiento con las mujeres, y la probidad en las relaciones de la vida civil.

El Corán es un conjunto de precepciones morales, religiosas, civiles y políticas, mezcladas con exhortaciones y promesas relativas a la vida futura, y relatos tomados con más o menos fidelidad de la Biblia, de las tradiciones árabes y hasta de la historia de los primeros años del cristianismo. También se hallan en él alusiones a sucesos contemporáneos y a los esfuerzos que hacía la nueva religión para sobreponerse al culto idólatra y a las luchas que tenía que sostener. El Corán es un legado de la civilización, realizado sin duda alguna por una mente preclara, nos dice Joaquín García Bravo en la presentación de la edición española de Edicomunicación.

Las influencias de la cultura judía en El Corán son evidentes y expresadas conscientemente  por su redactor, por ejemplo el versículo 38 de la sura XII, textualmente expresa: “Yo profeso la religión de mis padres Abraham, Isaac y Jacob…” (patriarcas del pueblo judío). Constantes son también las referencias al ángel Gabriel y al profeta y mesías Jesús, a María la madre de Jesús y a San Juan Bautista. A Adán, Noé, José, Moisés y Aarón. O bien a los profetas Elías, Zacarías, Isaías y Jonás. A los reyes David y Salomón. O las referencias al Nuevo Testamento cuando habla de los Salmos y del libro que ilumina (Evangelio).

Las influencias del Corán son múltiples, muchas a través de la cultura judía, otras directas de caldeos, asirios, persas o indios, como las referencias a la Torre de Babel o el Diluvio, leyenda esta última común a varias culturas de la antigüedad.

Para el Corán, Alejandro Magno no es un idólatra, y los musulmanes no podrían concebir que fuese pagano un príncipe, cuya memoria se ha conservado en la admiración tradicional de Oriente. De esa manera, Alejandro es un enviado de Dios para destruir el mal en las comarcas lejanas.

Además de una historia de luchas violentas que ha caracterizado el desenvolvimiento de la religión musulmana, en los  no creyentes despierta inquietud El Corán en algunas declaraciones como la sura II, que en sus versículos 186 y 187 habla de los actos de guerra:
“186.- Combatid en la senda de Dios contra los que os hagan la guerra. …”
“187.- Matadles doquiera los halléis y expulsadles de donde ellos os hayan expulsado…”
Sumadas dichas expresiones a una interpretación rigurosa y fanática de determinados sectores musulmanes, generan temor ante los actos de violencia que se cometen a nombre de una religión, en la que también se predica la tolerancia y la solidaridad humana.



jueves, 4 de junio de 2015

SALOMON Y ALEJANDRO EN LAS MIL Y UNA NOCHES


          

                                    
Salomón el rey sabio, y Alejandro el conquistador aparecen en Las mil y una noches transfigurados por la leyenda creada en torno a sus extraordinarias figuras. Son dos grandes personajes de los que se hace mención en varias narraciones destacando su figura y sabiduría. Hombres míticos, cargados de elementos mágicos y maravillosos que impresionan al lector con sus acciones.

En torno a Salomón, el proceso de mitificación debió de empezar a raíz de su muerte, pero fue en Babilonia donde los rabíes dieron forma definitiva a su leyenda en el Talmud. De ahí o de la tradición oral judaica, la tomaría Mahoma, el cual la trasplantó al Corán sin modificar sus rasgos esenciales. Todo lo que se dice de Salomón es de procedencia talmúdica; sus relaciones con la reina de Saba, su muerte, su eutanasia, que solo fue notada porque un ratoncillo royó el extremo del báculo en que se apoyaba, sentado en su trono, con apariencia de vida. Como afirma R. Cansinos Assens en su Estudio literario-crítico de Las mil y una noches, es fácil ver cuánto ha influido esta leyenda talmúdica no sólo en la imagen de Salomón que los raui miliunanochescos nos dan, sino también en otras historias del libro, donde los anillos mágicos juegan importante papel.

Soleimán como es llamado, es ahí no solamente un rey sabio, sino un gran mago, iniciado en toda ciencia hermética y que, por el poder de sus conjuros y de su nombre grabado en su anillo, se hace obedecer de todos los genios (chedin, en el Talmud), y él es señor de todos ellos, así de los aéreos como de los acuáticos y terrestres, y, además, de toda la fauna andante, reptante y volante de todos los reinos de la naturaleza. El cadáver de Salomón, según la leyenda, fue depositado en un lugar secreto, más allá de los siete mares, y colocado sobre un lecho, en el que conservaba toda la apariencia de la vida, vestido con todos sus atributos reales y conservando en el dedo su anillo talismánico.

La mitificación de Alejandro, el hijo de Filipo, Iskander para los redactores de la obra, no es de tan exclusiva línea talmúdica, pues a ella se han mezclado otras de tipo greco-persa. Fue principalmente un libro griego, el del pseudo Calístenes, especie de biografía novelada -–que decimos hoy— del gran macedón y que, traducida del griego al siriaco, penetró de esta lengua en el mundo árabe, el que sirvió de base para las poetizaciones de Firdusi y de Nizami, que cantó en su Iskander-Námeh las fabulosas hazañas del famoso guerrero dando a sus campañas un cariz de expedición científica y de apostolado misionero.

En la idealización hebraica, Alejandro conserva su carácter de Enviado de Dios y lleva el epíteto de “Baal-ha-Karmain” –señor de los dos cuernos— que los árabes tradujeron a su lengua Zu-l-Karnain, con que se le designa en el Corán. Mucho se ha discutido sobre este epíteto de bicorne que, según unos, alude a sus victorias sobre los persas y los medos, que Daniel, en sus visiones proféticas, contempló simbolizados en un carnero con dos cuernos; otros piensan que alude a sus triunfos bélicos en Oriente y Occidente; y hay quienes opinan que se refiere a haber vivido el gran guerrero el tiempo de dos generaciones. (Alejandro murió a los treinta y dos años). La base de todas esas interpretaciones radica en el significado de fuerza, vigor y poder que el cuerno tiene en la simbólica semítica. Sabido es que también a Moisés se le atribuyen dos cuernos en la iconografía mística.

Jaddo, sumo sacerdote de Jerusalén le mostró a Alejandro la profecía de Daniel, en que se anunciaba que un rey macedonio o griego había de destruir el imperio de los asirios, y, agradecido el monarca, entró en el templo y ofreció sacrificios al Dios de los judíos. Todo esto se refiere en el libro I de los Macabeos y también en el libro II, capítulo VIII, de las antigüedades judaicas, de Flavio Josefo.

Por su parte el Corán habla de Zu-l-Karnain en la sura XVIII Al-Kahf (La ajaquefa), donde cuenta su historia a los creyentes, siguiendo los términos de la leyenda greco-siriaca. Todo lo que en las Mil y una noches se dice de Alejandro procede de esa fuente greco-hebraica, la misma de donde tomó Nizami los elementos para su poema epos, en que aparece Alejandro hecho un sabio en sus diálogos con los sabios griegos e hindúes, y el ángel Serosch le confiere el doctorado profético. El héroe emprende entonces, acompañado de siete sabios (los siete visires del posterior Libro de Sendebar), sus accidentados y maravillosos viajes a los cuatro puntos cardinales del globo, visita todos los pueblos y razas y, después de haber dado así la vuelta al mundo, inquiriendo todos sus misterios, muere, acometido de súbita dolencia, en Schah-zur, cerca de Babilonia. De donde es llevado a su descanso definitivo a Alejandría, ciudad fundada por el líder guerrero.

Como se verá, en esta idealización del conquistador macedónico entran no pocos elementos de la de Salomón, y entre ellos dos rasgos principales: la sabiduría y el poder; Iskander, como Salomón, es un profeta de Dios, además de un perfecto caballero al modo de Aquiles o Eneas. Y ese rasgo místico en su figura marca la confluencia del genio helénico con el semítico, nos dice Cansinos Assens. Sin dejar de ser ambos personajes mitos de las leyendas orientales y occidentales, agregaríamos nosotros.



lunes, 1 de junio de 2015

OBJETOS EMBLEMATICOS DE LA BIBLIA





ARCA DE NOE
Es en el primer libro del Pentateuco El Génesis, en que la Biblia narra El Diluvio y la construcción de un arca por Noé, por orden de Yahvé, para que sobreviviera al diluvio con su familia y una pareja de animales de cada especie. Dicha arca debía ser de madera resinosa, de cañizo y calafeteada con betún, de trescientos codos de longitud (ciento treinta y cinco metros), cincuenta codos de ancha (veintidós y medio metros) y treinta codos de altura (trece y medio metros).  Con una cubierta  a un codo (cuarenta y cinco centímetros), rematada por encima (con inclinación para desagüe). La puerta en su costado y con un primer, segundo y tercer piso. El nivel de las aguas subió en el diluvio quince codos (siete metros setenta y cinco centímetros.


TEMPLO DE JERUSALEN
El rey David decidió hacer un templo para Yahvé que debería ser grandioso sobre toda ponderación, para tener nombre y gloria en todos los países. Antes de su muerte hizo grandes preparativos y llamó a su hijo Salomón y le ordenó que lo edificara, puesto que a él no se le permitió construirlo por haber participado en innumerables hechos de violencia. El trabajo fue hecho por artistas fenicios entre los años 1013 y 1006 a. de c. David dio a Salomón el diseño del vestíbulo y de los demás edificios, de los almacenes, de las altas, de las salas interiores y del lugar del Propiciatorio.

Dice la biblia que Salomón designó 70,000 hombres para porteadores y 80,000 canteros en el monte, y puso al frente de ellos 3,600 capataces. Envíó decir a Jirán, rey de Tiro:
--“Haz conmigo como hiciste con mi padre David, enviándole maderas de cedro… Me propongo edificar un templo al Nombre de Yahvé…” Envíame, pues, un hombre diestro en trabajar el oro, el bronce, el hierro, la púrpura escarlata, y que sepa grabar; estará con los expertos que tengo conmigo en Judá y en Jerusalén, y que mi padre David ya había preparado. Envíame también madera de cedro, de ciprés y algummim del Líbano;… Daré para el sustento de tus siervos, los taladores de los árboles, 20,000 cargas de trigo, 20,000 cargas de cebada, 20,000 medidas de vino y 20,000 medidas de aceite”
Contestó Jirán rey de Tiro:
--“….Te envío, pues, ahora a Jirán Abí, hombre hábil, dotado de inteligencia; es hijo de una danita, y su padre es de Tiro… por nuestra parte cortaremos del Líbano toda la madera que necesites y te la llevaremos en balsas, por mar, hasta Jope, y luego tu mandarás que la suban a Jerusalén.”  

El plano sobre el que se edificó el templo fue:
“sesenta codos de longitud (veintisiete metros), veinte codos de anchura (nueve metros). El vestíbulo que estaba delante de la nave del templo tenía una longitud de veinte codos (nueve metros) y una altura de ciento veinte (cincuenta y cuatro metros)… La sala del Santo de los Santos tenía veinte codos de longitud (nueve metros) igual de su anchura. Delante de la sala construyó dos columnas de treinta y cinco codos de alto (quince metros setenta y cinco centímetros). El capitel que las coronaba tenía cinco codos (dos metros veinticinco centímetros). Construyó un altar de bronce de veinte codos de largo (nueve metros), veinte codos de ancho (nueve metros) y diez codos de alto (cuatro metros cincuenta centímetros)”.

 Construyó también el atrio de los sacerdotes y el atrio grande. El Santuario para que lo habitara Yahvé debería contener una tienda con el Arca. También debía contener la Mesa de los panes de la Presencia y el Candelabro de siete brazos.

Estaba adornado el templo con madera de ciprés, oro fino de Parváin, piedras preciosas y tenía esculpidos querubines. Tenía además clavos de oro y dos esculturas monumentales de querubines.

Dice la Biblia de la imponente y magnifica Fiesta de la Dedicación:
“El rey Salomón ofreció en sacrificio 22,000 bueyes y 120,000 ovejas. De este modo el rey y todos los israelitas dedicaron el templo de Yahvé. Los sacerdotes atendían a su ministerio mientras los levitas glorificaban a Yahvé con los instrumentos que el rey David fabricó para acompañar los cánticos  de Yahvé --porqué es eterna la misericordia--, ejecutando los cánticos compuestos por David. Los sacerdotes estaban delante de ellos tocando las trompetas, y todo Israel se mantenía de pie.”

En el año de 721 a. de c. Salmanasar V, monarca de Asiria toma Israel. Nabucodonosor toma Judá en 597 a. c. La destrucción del templo y del Arca de la Alianza  por los asirios se considera que fue en 587 a. c. Ciro emperador de Persia conquista Babilonia y libera los judíos en los años de 539-538 a. c. Darío reconstruye el templo a partir de 520 a. c.

Herodes el Grande Gobernó  los judíos del 37 al 4 a. de c. e inicia la reconstrucción del templo en los años 20 y 19. Finalmente el templo es destruido por los romanos en el año setenta, durante La guerra de los judíos, comandada por Vespasiano y su hijo Tito y descrita por Flavio Josefo.


ARCA DE LA ALIANZA
Fue construida por Moisés como instrumento de adoración de Yahvé, a la vez que se depositó en ella el Testimonio que es el Decálogo escrito en tablas de piedra. Así el Arca se llama Arca del Testimonio o Arca de la Alianza. El Arca debería ser de madera de acacia de dos codos y medio de largo (un metro doce centímetros), es un cofre rectangular, transportado con la ayuda de dos varales de madera. El Arca solamente podía ser tocada por los sacerdotes, quien la tocaba sin serlo moría.

El Santuario donde debería permanecer el Arca, fue elaborado por Moisés para que lo habitara Yahvé y debería contener una tienda. La Morada debía tener una armazón de tableros de acacia. Deberían ser veinte tableros para los lados y para la parte posterior seis. Debía tener además un velo, el altar de los holocaustos y el atrio.

Algunas veces se confunde el Decálogo con el Código de la Alianza, este último de origen Asirio, aplica el espíritu de los mandamientos del Decálogo y tiene como fuente el derecho consuetudinario y  es una colección de leyes y costumbres con preceptos que suponen una colectividad agrícola y sedentaria.


Son objetos rituales de los judíos también el Candelabro de siete brazos, la Estrella de David, el Pes Ictios, el Racimo de uvas, el Pan ácimo, la Espiga de trigo, el Cordero, las Tablas de la ley, el Cayado de Aarón y la Espada de Gedeón, entre otros.