jueves, 7 de agosto de 2014

PERSONAJES DEL 2015. EL PRI



Pareciera que la presión por la elección de 2015 en los sectores del partido gobernante empieza a sentirse, generando angustia y en algunos casos desánimo, por considerar el poco avance que logran a pesar de haber obtenido en la pasada elección el triunfo en los municipios más importantes del Estado, además de la gubernatura.

Si tomamos como válidas las encuestas que el periódico Mural realizó en el mes de marzo en las que los candidatos de Movimiento Ciudadano llevan ventaja en la tendencia del voto en Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco, significa, que de mantenerse la tendencia gobernarán con esos tres municipios el 45 por ciento de la población de Jalisco. Así de la zona metropolitana solamente Tonalá sería del PRI y Tlaquepaque de Acción Nacional.

En el escenario de probabilidad de triunfo de Movimiento Ciudadano en otras ciudades y distritos, de mantener la inercia que se manifiesta, estaríamos en la posibilidad de que ese partido gobernara más del cincuenta por ciento de la población del Estado. Lo que generaría entre otros efectos por ejemplo que ese partido dominara en el Congreso del Estado, obteniendo por un lado la mayoría de los distritos y en caso de obtener el 50 por ciento de los votos del Estado, obtendría diputados de representación proporcional suficiente para imponerse como mayoría por encima de todos los otros partidos políticos juntos.

De este escenario no es gratuito que en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI se hayan prendido las luces de alerta, ante lo que pareciera la pérdida inminente de las elecciones en uno de los Estados emblemáticos del país, que gobierna ese partido, amén de ser el quinto en el país por el número de votos que genera. Lo que afecta severamente el proyecto del gobierno federal de posicionarse en la historia, del mejor gobierno de las últimas décadas.

Las causas que mantienen al PRI postrado son varias y complejas, empezando por la dificultad que ha significado para el gobierno federal mantener el pacto cupular de partidos para lograr las reformas económicas, que se convierten en su bandera y símbolo, al tener que sacrificar acciones que pudieran haber mejorado su imagen pública.

Aun cuando no nos es posible conocer todos los efectos de dichas reformas, entre otros si el diseño legal fue correcto o no, si las consecuencias provocarán problemas que aun no se visualizan o que si quienes dirigieron los procesos buscaron algún beneficio particular al diseñar el contenido de las reformas, es de esperar que los resultados positivos los conozcamos hasta el mediano plazo.

Sin embargo, hubo efectos no esperados en el arranque, por ejemplo que el Gobierno Federal y el PRI en su afán de mantener el pacto modificaran al gusto del PRD las reformas fiscales, llevando a los sistemas tributarios a condiciones de exagerada insensibilidad ante sectores que no están en condiciones de soportar cultural y técnicamente los mecanismos digitales de reportes tributarios y que han afectado sobre todo a pequeños contribuyentes sacrificándolos en sus magros ingresos. Además consta la manifiesta inconformidad de los empresarios que se sienten perseguidos por las autoridades, que en lugar de ampliar la base impositiva insisten en seguir grabando a los contribuyentes cautivos, manteniendo a los grandes evasores al margen y protegiendo mediante la corrupción el contrabando y la piratería con reformas fiscales populistas.

Por todos esos eventos, la imagen del gobierno federal y en especial la del Presidente de la República sufre un fuerte desgaste y, desde luego, como consecuencia de una economía estancada ya que la torpeza de quienes manejan las finanzas del país no han logrado convertir la inversión pública en el mecanismo de impulso económico.

Para el caso de los liderazgos locales el gobierno estatal no ha logrado consolidar su presencia, la población sigue con dudas de su habilidad para administrar y los temas estratégicos como el transporte y la seguridad pública siguen empantanados. Del primero se han olvidado los funcionarios del proyecto de reestructuración del sistema metropolitano y se han dedicado a promover solamente la línea tres del Tren Ligero, que si bien es parte medular del asunto, lo demás continúa en la anarquía.

En el tema de la seguridad pública el gobierno sigue dando bandazos y golpes de ciego y mas pareciera que quieren distraer la opinión pública con asuntos secundarios, que resolver de fondo el problema. Por ejemplo han dedicado un año para arrancar lo que llamaron Mando Único, mismo que sigue sin rendir resultados y ahora promueven lo que llaman Fuerza Única Regional. El problema es que ambos proyectos descansan en buena medida en las magras finanzas de los municipios y que además de generar inconformidad de los líderes municipales, deja aun más raquíticas las finanzas municipales. Dicho proyecto además está diseñado para enfrentar a los grupos violentos, tema que debieran atender las corporaciones federales y deja de lado la problemática diaria y tradicional que agobia a los municipios.

Por su parte los líderes nacionales y locales del PRI se han enfrascado en discusiones sobre la institucionalidad del PRI y la legitimidad de promotores del voto cercanos al gobernador, como es el caso de su padre Leonel Sandoval. Discusiones bizantinas que no los llevan a ningún lado, porque de lo que tratan es de asuntos del voto duro del PRI, que se mueve entre el veinte y el veinticuatro por ciento de acuerdo a la encuesta mencionada de Mural en la zona metropolitana de Guadalajara, dejando de lado el voto indeciso que es realmente el que decide una elección y que habrá de tomar en cuenta la eficiencia de una administración gubernamental, con temas tan sensibles como los mencionados.

Además las pugnas internas ahondan más la debilidad electoral de los personajes de ese partido, por ejemplo las figuras del gobierno del Estado no logran rebasar un siete por ciento de intención de voto, en tanto que Arturo Zamora el Secretario General defenestrado es quien presenta mayor competencia a Movimiento Ciudadano en Guadalajara y Zapopan, con intención de voto de arriba del veinte por ciento. Y todo a pesar del esfuerzo por mejorar la imagen del partido con la presencia del Presidente que a fuerza de visitar Jalisco y promover la imagen presidencial en medios no logra avanzar, porque lo que a la ciudadanía le interesa son los resultados no la retórica ni las caras de los personajes.



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