miércoles, 31 de enero de 2018

LA PROPUESTA ELECTORAL



Un elemento básico de una campaña electoral es la propuesta de acciones de gobierno, que habrán de decidir de manera determinante el sentido del voto, por lo que el elector considere sea lo que conviene a la sociedad y a él en lo particular.

En el momento que inician las campañas aun no tenemos idea de lo que los distintos candidatos ofertarán, no sabemos tampoco ni en esbozo lo que piensan o pretenden. Conociendo el desordenado comportamiento de los personajes, tampoco tenemos certeza de que habrán de proponernos algo coherente y realizable, o simples declaraciones para salir del paso.

Para desazón de quienes habrán de votar y sobre todo para quienes habrán de sufrir las decisiones de dichos personajes, no se conoce la forma de pensar y mucho menos de abordar la compleja problemática que les correspondería atender en caso de ser electos. Así los candidatos a puestos de elección federal, estatal o municipal no atinan a decirnos que harían en caso de ser electos, y lo que es peor para nosotros, no nos dicen cómo piensan que realizarían tales propósitos o proyectos.

Lo que nos genera mayor inquietud es que sin haber resuelto los más acentuados problemas en las administraciones que han ejercido,  insistan que saben cómo resolverlos. La contradicción pone en duda no solamente su capacidad, sino la honradez de su compromiso y nos deja la inquietud de que no les interesa cumplir su oferta. Los problemas en todos los niveles se acentúan y es evidente la incapacidad de quienes han dirigido las administraciones, que no han encontrado la forma de enfrentarlos.

Temas que llevan decenas de años sin ser abordados correctamente y que los dirigentes en turno se han encargado de deteriorar más, como ha sido el caso de la educación en Jalisco. Si bien en casos como en el gobierno de Flavio Romero de Velasco se buscaron personas con el mejor perfil para dirigir la educación, no se avanzó. Peor fue con Enrique Alvarez del Castillo, que se enfocó a fortalecer una facción sindical del magisterio, la sección 47 a la que le entregó la carrera magisterial, que obviamente fue operada para fortalecer las dirigencias y no para promover a los docentes por su entrega y profesionalismo. El proceso se convirtió inevitablemente en un ejercicio de manipulación y simulación en perjuicio del esfuerzo de los profesores, que como consecuencia sacrificó el interés principal, el de los educandos. Los casos de las administraciones siguientes han sido aun más patéticos, los del PRI y los del PAN, plagados de políticas erráticas y corruptelas.

Otro ejemplo que está no solo a la vista de todos, sino que lo padecemos con efectos múltiples los habitantes, ha sido el desarrollo desequilibrado del estado en el que  la Zona Metropolitana presenta el más evidente ejemplo del desequilibrio generado por gobiernos torpes y laxos. Las malas prácticas han llevado no solamente a la desatención de las otras regiones sino que se presenta en el crecimiento desordenado de la mancha urbana, con todos sus efectos pervertidos, desde el daño a los recursos naturales, el abatimiento de recursos como el agua, los deficientes servicios públicos y las injusticias que se generan en las zonas marginadas que se manifiestan en efectos de colonialismo interno, producto de los cinturones de miseria.

Asociado al fenómeno anterior aparecen asuntos como la falta de planeación urbana y con ella de planeación económica, provocando anarquía y subdesarrollo de la industria, asociado a una deficiente generación de empleo, pésimo transporte público y la creación de vivienda alejada de los centros de trabajo.

Las preguntas naturales son por ejemplo, cual candidato y su equipo de campaña que necesariamente habrá de ser su equipo de gobierno, expresa con claridad, profundidad y precisión en lugar de ocurrencias y declaraciones retóricas, como habrá de enfrentar el flagelo de la corrupción, si en el entorno de todos ellos hemos visto desarrollarse el cáncer corruptivo.

Como habrán de resolver los problemas de un servicio elemental como brindar seguridad a sus ciudadanos, si todos invariablemente han estado ligados a políticas fallidas. Como enfrentarán  la contaminación de la Cuenca Lerma Chapala, si no intentan controlar las emisiones contaminantes de la Cuenca, en caso específico del rió Santiago, un pequeño tramo en el que se concentra la mayor contaminación de aguas del país.

Como van a presentar propuestas viables o cuando menos creíbles, quienes han fracasado en administraciones municipales y que ahora buscan candidaturas estatales o bien pretenden reelegirse en sus municipios, si no han podido atender el problema de la ineficiencia, la corrupción y la asociación con la delincuencia organizada. Si han fomentado de manera cínica el crecimiento desordenado de los desarrollos habitacionales en evidente complicidad con los desarrolladores.

Si partimos de la premisa de que se elige a una autoridad para que resuelva los problemas de la colectividad, necesitamos conocer lo que ofrece el candidato para evaluar las posibilidades de su realización en primer lugar y en segundo la capacidad personal para cumplir el compromiso.


El candidato debe presentar un planteamiento claro de lo que ofrece, en el que exponga además de la metodología del proceso, el costo financiero de los proyectos, lo que permitiría evaluar la factibilidad de la propuesta. Así se podrían evitar ofertas inviables por ser producto de la ocurrencia o por la falta de capacidad económica de la administración. Además de considerar desde luego  las dificultades actuales de las administraciones por los excesos y abusos que han cometido en varios casos los mismos administradores. 

sábado, 20 de enero de 2018

INSATISFACCION ELECTORAL






Dentro de los efectos secundarios aunque no de menor importancia que genera la elección próxima en Jalisco, está la insatisfacción de amplios sectores sociales por la manipulación de candidaturas dentro de los partidos políticos, que cierra la posibilidad de candidatos alternos a los grupos de interés.

El segmento social que queda sin alternativa de expresión es el crítico de la sociedad, constituido por habitantes de las zonas urbanas de clases media y media alta y sólida formación educativa y cultural. Ese elector básicamente se ubica en las diez principales ciudades del estado, lo que le otorga considerable valor cualitativo y cuantitativo.

Sobra decir que la población que emite el voto volátil no es solamente el motor social, sino también su conciencia y que por su liderazgo debiera definir la ruta del estado a futuro y conducirlo hacia nuevas formas de convivencia y desarrollo individual y colectivo. Es claro que representa una amenaza para los intereses creados, razón por la que es excluido mediante habilidosa manipulación, de la participación en la elección de los gobiernos y por consecuencia de la conducción del cambio.

Aunque debe considerarse que la Lista Nominal de Electores sufrió posterior a la elección de 2015 un importante ajuste por la eliminación de nombres de personas inexistentes, lo que afecta la exactitud de una proyección, la podemos utilizar de referente. Así en la elección de 2015 en la que el nivel de participación estatal fue de un 51 por ciento, en la suma de los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tlajomulco, Tonalá, El Salto, Ciudad Guzmán, Puerto Vallarta, Tepatitlán y Lagos de Moreno se aportó poco menos del 63 por ciento del total de votos, teniendo el 71 por ciento de los electores, que implica un ocho por ciento de abstención urbana. Por lo que es razonable considerar que no hubo candidatura ni propuesta de gobierno que convenciera a ese segmento de futuras administraciones honestas y eficientes.

Como complemento podemos considerar la encuesta del diario local Mural de noviembre pasado, en la que se aprecia una caída de entre 12 y 18 por ciento de Enrique Alfaro Ramírez, candidato de Movimiento Ciudadano. Por su parte la negación de Arturo Zamora Jiménez a abanderar la candidatura del PRI, para analistas de medios locales significa una pérdida para ese partido entre 250 y 300 mil votos.

Acción Nacional además del enorme desgaste que le han generado los gobiernos federales y estatales, carga con la confusión que le provoca la dirigencia nacional. Le afecta entre otras causas la manera inescrupulosa de disponer de los deteriorados activos locales de la cúpula nacional. El fin que lo justifica es  apoyar la cuestionada candidatura a la Presidencia de la República de Ricardo Anaya, entregando a sus electores cautivos a los intereses de Movimiento Ciudadano en el estado de Jalisco. MORENA a su vez renunció a propuestas rentables y de aceptación social por una candidatura a gobernador cuestionada en su origen, de la que al parecer solo le interesa los recursos financieros, que servirán para cultivo del voto clientelar.

En un acercamiento podemos considerar que se encuentran en el limbo electoral más de 500 mil votos del MC, entre 250 y 300 mil del PRI, además de la abstención de zonas urbanas que significarían un aproximado de 300 mil. La suma en total equivale a más de un millón de votos, que no encuentran destino por falta de propuesta de interés legítimo y que equivalen a la inconformidad social ante la elección de 2018.

Ahora bien si consideramos los escenarios actuales y vemos que no hay una propuesta que convenza a los votantes con alto nivel de exigencia, esto nos lleva a considerar que el voto que en este momento aparece es un voto básicamente clientelar, que identificamos como voto conducido por intereses ajenos a una propuesta de gobierno de beneficio social, antes bien es un voto de conveniencia personal o grupal y decididamente utilitario.

La impunidad con que se han desenvuelto los grupos de interés ha propiciado el crecimiento desmesurado de los abusos y se han convertido en una cultura negativa de la administración pública, de la que un segmento social considerable se mantiene inconforme, por lo que deliberadamente quienes manipulan los procesos electorales lo excluyen de las decisiones.

Como resultado inmediato y fatal, además de las administraciones fallidas, es de esperar que las campañas se sigan financiando irregularmente con recursos públicos, creando compromisos de los que gobiernan con quienes habrán de sucederlos mediante generosas aportaciones a los procesos electorales y a los bolsillos de los candidatos, que representan teóricamente una amenaza para quienes cometen los delitos.

Para ese sector crítico del voto existen además otros elementos disuasivos para su participación, como que ninguno de los candidatos a la Presidencia de la República representa una posibilidad de cambio y de mejora. Todos de una u otra forma representan la continuidad de vicios enquistados durante decenas en la administración pública, por lo que no han despertado el interés de los jaliscienses por el voto.

Así se observa al momento un proceso electoral viciado de origen por todos los participantes, en el que no hay lugar para la auténtica participación democrática en busca de mejores alternativas para una sociedad, cansada de la expoliación a que la tienen sujeta quienes se apoderaron además de la administración pública, de los instrumentos electorales.


Los elementos enunciados llevan a considerar que el segmento pensante y con más sólido liderazgo en Jalisco permanecerá al margen de la decisión sexenal más importante, la selección de gobiernos honestos y eficientes.