viernes, 18 de enero de 2013

EFECTOS SECUNDARIOS DEL PROCESO DEMOCRATICO






El largo y complejo proceso de la democracia en México ha generado distorsiones en varias vertientes, las acciones que se realizaron para resolver situaciones inmediatas, posteriormente se convirtieron en problemas. La apertura a los partidos políticos pequeños, la representación proporcional y el financiamiento de partidos y campañas son tres casos ilustrativos.

Una larga crisis política que atravesó el país a partir de los sucesos de 1968, incluyendo la aparición de grupos guerrilleros urbanos y rurales, creó la necesidad de abrir los procesos electorales al Partido Comunista. De la represión de los gobiernos contra la izquierda, en especial ese partido fue proscrito y perseguido con saña. Como consecuencia la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales de 1977 creó las condiciones para su registro y participación.

En la década de los sesentas ya había existido un intento de abrir la Cámara de Diputados Federal a las fuerzas de oposición, por el gobierno de Adolfo López Mateos a través de los diputados de partido. Esto permitió que los partidos pequeños pudieran acceder a la Cámara de Diputados, sin embargo las fuerzas radicales de la izquierda permanecieron al margen de este procedimiento.

La salida de la Ley de 1977 fue permitir el registro provisional mediante ciertos requisitos como acreditar un número determinado de miembros entre otros y  el registro definitivo con el 1.5 por ciento de la votación total. Obtuvieron el registro condicionado para participar en las elecciones federales para diputados de 1979 el Partido Comunista Mexicano, el Socialista de los Trabajadores y el Demócrata Mexicano de origen sinarquista. De esa manera después de la elección fueron siete partidos los que aparecieron con registro definitivo. Así con la fórmula de la Representación Proporcional pudieron todos los partidos políticos con registro tener voz y voto en las decisiones del Congreso Federal a través de la Cámara de Diputados.

El efecto pernicioso que generó está salida fue permitir la participación de pequeños partidos que se convirtieron en negocios familiares o bien que organizaciones fuertes aprovecharan la oportunidad para mediante un partido pequeño chantajearan a los partidos grandes y los gobiernos. Un caso típico es el del SNTE que creó el partido de  Nueva Alianza que lo mismo colabora con Acción Nacional que con el PRI.

Para el caso sería valioso considerar el modelo de Alemania que exige a los partidos un 5 por ciento de los votos para mantener el registro, mecanismo mediante el cual se tiene una sana presencia de partidos con una representación consistente  y evita la manipulación de organismos menores.

Otra decisión que si bien resolvió coyunturalmente problemas, a la larga ha generado distorsiones, es la representación proporcional en el Congreso. En el largo y tortuoso proceso de abrir los causes de participación efectiva a todos los partidos políticos, se generó primero un criterio que se denominó cláusula de gobernabilidad que consistía en que el partido que obtuviera por lo menos el 35 por ciento de los votos y fuese mayoritario, alcanzaría el 50 por ciento más uno de los escaños a través de diputados de Representación Proporcional. Posteriormente ese criterio fue eliminado, permitiendo que los votos decidieran si un determinado partido debería de tener la mayoría. Sin embargo el número original de 300 diputados por distrito y 200 de representación proporcional permanece, lo que para muchas personas es un exceso. Cabe aclarar que no hay criterios rígidos en este sentido, Alemania tiene una Cámara Baja con 672 representantes, España 350, Estados Unidos de Norteamérica 431 y el Reino Unido 659. Es probable que la inconformidad tenga más que ver con el desprestigio de la clase política y la falta de resultados del Congreso Federal, que en el número.

El otro fenómeno de la representación se presentó en el año de 1993 en la Cámara de Senadores. En tanto el PRI obtuvo el 50 por ciento de los votos en 1988 y el 61 en 1991, en el primer caso tuvo el 93 por ciento de los asientos y en el segundo el 97. Como consecuencia los partidos de oposición presionaron para que se crearan senadores de representación proporcional y así hubo además de dos de mayoría por Estado, 32 senadores de primera minoría y otros 32 de lista. En la actualidad para muchas opiniones la forma de integración del senado significa una distorsión, porque la existencia del senado tiene como propósito básico  representar la opinión de los estados y no a los partidos políticos. Baste señalar que en Alemania la integración de la Cámara Alta es de forma indirecta a propuesta de los congresos locales y de acuerdo a la población de cada Estado acreditan de 3 a 6 senadores cada uno. Por su parte en Estados Unidos de Norteamérica cada Estado Acredita dos senadores independientemente de su número de electores.

Otro fenómeno que ha crecido a través de las distintas modificaciones a la legislación electoral hasta convertirse en una pesada carga, es el financiamiento a los partidos y las campañas, esto sin contar el enorme gasto que significa el mantenimiento de la burocracia electoral. En la búsqueda de mecanismos que hagan igualitaria y democrática la participación de los partidos en las campañas, el Estado se ha venido haciendo cargo de los gastos, mismos que acabaron por convertirse en un exceso. Como ejemplo podemos decir que en Alemania solamente se financian las campañas no los partidos y sus burocracias.

Es tiempo que se aborden estos temas para eliminar las distorsiones, si bien todo tuvo una razón de ser en su momento, acabaron por convertirse en lastres para el desarrollo de la democracia en México, lo que genera además irritación e inconformidad en la población. 

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