Administrar
y dirigir una entidad como Jalisco es una misión de alto grado de dificultad, a
esa circunstancia habría que agregar las condiciones en que las
administraciones, sobre todo la última de Acción Nacional la han dejado, lo que
convierte la labor del nuevo gobernador en ardua y sumamente complicada.
Podemos
iniciar por el desconocimiento de los procesos administrativos que mostraron las
administraciones pasadas, además de los tradicionales vicios que carga toda
administración en el país, llámese federal, estatal o municipal, que las han
convertido en ineficientes, deshonestas y como consecuencia excesivamente costosas,
para una sociedad con múltiples carencias.
Los
procesos de planeación por ejemplo, han sido llevados por cerca de treinta años
con una sistemática manipulación y ejercicios simulados que no han permitido
armonizarlos e integrarlos con los verdaderos programas y proyectos operacionales,
alejando la planeación de la realidad de las necesidades de la administración
pública, lo que la ha convertido en irreal y ajena a las políticas públicas.
El
ejercicio presupuestal por su parte ha sido un verdadero abuso, dejando el
Estado en un severo problema de endeudamiento, lo que dificultará la capacidad
de operación y la ejecución de programas, además de la carga financiera que
significará el pago de intereses y capital acumulado en los siguientes periodos
de gobierno.
Vicios
acumulados en todas las vertientes de la administración pública harán sumamente
difícil superar la maraña de intereses creados que dejan como herencia las
administraciones panistas. Entre ellos podemos mencionar los que existen en las
áreas de educación, tema difícil de por sí y nunca debidamente abordado por los
gobiernos. En los últimos sexenios se dedicaron a granjear y cultivar los viciados
liderazgos de las secciones sindicales y la élite burocrática, con sueldos
excesivos y prebendas, que pusieron en aprietos las finanzas estatales y de
paso violentaron el ejercicio de los fondos federales como el Fondo de
Aportaciones para la Educación Básica y Normal. De este fondo se vienen
arrastrando señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación desde el
año de 2006. En el mes de febrero conocimos las anomalías del año 2011, de las
que lo mínimo que se puede decir es que se abusó. Falta conocer el último año
de Emilio González. Hablamos únicamente de lo referente a las auditorias del
órgano federal, porque las cuentas estatales están cubiertas por un oscuro
manto de opacidad.
Ni
que decir que se dejó de lado el asunto central de la problemática educativa,
enfocar las acciones de gobierno en los protagonistas, esto es en el alumno y
el profesor. Elementos descuidados por gobiernos ignorantes de su compromiso
social e histórico.
La
seguridad pública por su parte se convirtió en el problema más agudo con la
indolencia y burocracia de la Procuraduría de Justicia del Estado, así como los
abusos y violación sistemática de derechos humanos de la Policía Preventiva Estatal.
Se dispararon las denuncias por delitos de todo tipo sin encontrar (pareciera
que ni lo intentaron), la solución para frenar el crecimiento delictivo.
Por
otra parte el desarrollo económico del Estado se encuentra frenado por fenómenos
como las crisis internacionales, las del país y la indolencia de los gobiernos
locales. Se encuentran las familias atrapadas en una tensión permanente por no
obtener ingresos mínimos para una supervivencia decorosa. Las empresas locales están
en una crisis permanente ante la ausencia de mercado para sus productos, la falta
de apoyos institucionales y la orientación profesional, asuntos de los que los
gobiernos han sido omisos.
En
lo que se refiere a los recursos naturales cada día se encuentran más expuestos
a la destrucción y daño sistemático. A pesar de las enormes inversiones que se
han realizado en plantas de tratamiento de aguas residuales, no existe tratamiento
eficiente de las aguas de las zonas
urbanas. Antes bien ante las recurrentes crisis económicas que padecen
las administraciones municipales, muchas de las plantas que venían funcionando
han dejado de hacerlo, en tanto que las plantas de la Zona Metropolitana se
encuentran sin operar en su capacidad proyectada. Todo ello sin considerar que
no estamos cuidando nuestra principal fuente de abastecimiento, la Cuenca del
Lerma, que se encuentra permanentemente amenazada por la contaminación y la
explotación excesiva.
Los
bosques por su parte, son agredidos por los intereses que se encuentran
incrustados en las áreas de gobierno encargada de protegerlos. La corrupción
permea hasta los centros de decisión que permiten su depredación, como ocurrió
recientemente con los bosques del Nevado de Colima.
Otro
problema grave que se encuentra permanentemente al borde de la crisis, es el
crecimiento anárquico de la Zona Metropolitana de Guadalajara, que en el
absurdo de los fenómenos sociales tiene más del sesenta por ciento de la
población del Estado, con el consiguiente desequilibrio que se genera en el
desarrollo de las otras regiones. Los
fenómenos generados son la mala calidad
de los servicios y el colonialismo interno que se manifiestan en criminalidad,
violencia intrafamiliar y abusos sistemáticos de las corporaciones policiacas.
Dentro
de la problemática que afecta a la Zona Metropolitana está la deficiencia de la
movilidad urbana y su fenómeno central el transporte público, cuellos de
botella con múltiples aristas e intereses, que dificultan la solución a los
gobiernos.
Esos
son problemas que hereda el nuevo gobierno, todo ello sin dejar de considerar
la falta de una administración pública profesional en todas sus vertientes,
desde la atención al público y la ejecución de proyectos hasta la eficiencia en
los servicios. Enormes retos para cualquier administración.
Como
si todo ello fuera poco, a la nueva administración en el primer round las
circunstancias la encontraron con la guardia descuidada, propinándole severos derechazos,
que le provocaron cabeceo antes de medir el oponente y calentar los guantes.
Sin
duda la administración de Aristóteles Sandoval estará sometida a una fuerte
presión, por lo que tendrá que desarrollar habilidades y estrategias para frenar
el golpeteo y enfrentar una circunstancia compleja y difícil, fortalecida
durante años por gobiernos torpes, ineficientes y un alto grado de
deshonestidad.
Buen análisis de una situación lamentable. Difícil reto para el nuevo gobernador. Esperemos que al menos ponga lo mejor de su parte.
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