martes, 18 de diciembre de 2012

EL REGRESO DEL PRI Y EL CONCEPTO DE ESTADO





En lo que podríamos llamar criterios de gobierno de los partidos políticos, se encuentra una clara diferencia en la forma de interpretar la intervención del Estado en la vida de los particulares de Acción Nacional y el Revolucionario Institucional. Si bien se afirma que este último ha modificado su manera de enfocar algunas prácticas del ejercicio público, en otros aspectos se percibe con claridad el mismo concepto, cuando menos en el esbozo de los primeros días de Enrique Peña Nieto.

Sin entrar en la descripción de lo que podríamos llamar secuelas de una cultura de la función pública en el país y de la que muchos ciudadanos esperaban una práctica distinta de los gobiernos del PAN, podemos establecer que el estado de cosas que condiciona nuestra vida democrática y política no sufrió cambios de fondo. Por razones no claras no asumieron los gobiernos de dicho partido la transformación del ejercicio de la función pública que la sociedad esperaba y pareciera que prefirieron caminar por la ruta de los intereses creados, que permitió a los gobiernos de dos sexenios mantenerse en un espacio de comodidad.

En un intento de establecer las diferencias elementales de los dos gobiernos de Acción Nacional,  podríamos establecer que Vicente Fox se manifestó como un personaje práctico y de concepción simple del ejercicio de gobierno, asimilándola a dirigir una empresa particular, llegando al extremo de olvidar que su función estaba regulada por normatividad jurídica. De paso olvidó también considerar la visión histórica del país.

En otro extremo se encontró Felipe Calderón de formación católica e ideológica tradicional. Sufrió un fenómeno común de los gobiernos de Acción Nacional, la falta de claridad de misión de su gobierno, lo que no le permitió tener un proyecto que le permitiera arribar en la práctica a la Declaración de Principios y Programa de Acción de su partido.

Sin embargo en algo fueron coincidentes ambos gobiernos, en su concepto de Estado. A pesar de la ideología conservadora de su partido, asumieron un principio de liberalismo tradicional, “dejar hacer y dejar pasar”. Dejar en libertad la acción de las distintas fuerzas  de la sociedad, situación que generó el abuso de los fuertes sobre los débiles. No asumieron que la experiencia histórica ha obligado a los estados a intervenir para garantizar los equilibrios, lo que significa brindar un mínimo de justicia.

El desconocimiento de la estructura social y política de determinado momento histórico, lleva a los líderes de los gobiernos a tomar decisiones equivocadas o a la inacción. De esa manera se puede decir que se considera la falta de acción del Estado como una limitante del desarrollo natural de las fuerzas sociales y por consecuencia de la democracia. Además dichos gobiernos por el desconocimiento del desarrollo histórico, confunden la etapa histórica que se vive.

Es claro que dentro de la herencia de los gobiernos del PRI se encuentran los grupos de poder actuales y que fueron utilizados de forma indiscriminada para la manipulación política con cinismo pragmático. Mismos que los gobiernos de Acción Nacional protegieron y utilizaron sin escrúpulo alguno. Sin embargo no debemos olvidar que los ideólogos del Revolucionario Institucional generaron lo que podríamos llamar la semilla de su desaparición.

Es muy temprano para establecer que el nuevo gobierno va a mantener el ritmo y la presión que viene ejerciendo sobre los grupos. La habilidad y su capacidad de manipulación no es desdeñable y no es remoto que en el proceso logren complicidades y condiciones para debilitar las acciones en su contra, sin embargo la necesidad del gobierno de brindar resultados y hacer creíble su intención de mejorar la vida de la nación, podrían obligarlo a mantener el ritmo y el sentido de las decisiones.

Sin embargo pasada esa etapa de resabio predemocrático, el mismo Estado se puede convertir en un ente limitante de la democracia y como consecuencia del desarrollo del país, cuando su intervención sistemática se convierte en un factor que inhibe el libre movimiento de la acción individual.

Así nos encontramos ante dos momentos determinantes del Estado. El papel de equilibrio de fuerzas  en una etapa de inmadurez democrática y el de intervención mínima cuando esa sociedad ha evolucionado. En el primer caso estamos ante la concepción de Estado como lo concibieron los teóricos de El Renacimiento, cuando habla del dominio (El Príncipe), sobre los señores feudales. El segundo es el que esboza Lenin, cuando afirma que la última etapa del comunismo es aquella en que el Estado se convierte en una administración de servicios, en la que ya no es necesaria la fuerza del Estado.

La concepción que el gobierno de Peña Nieto ha retomado es que el Estado es el rector de las decisiones de la sociedad, es desde luego una interpretación de la etapa en que nos encontramos, se refiere a un momento de subdesarrollo democrático y político con sedimentos de feudalismo, ejemplarizada con la actuación impune de los grupos de poder.

Lo mismo se puede decir de los poderosos sindicatos que medran de los intereses públicos y sociales como la educación y los hidrocarburos, como los feudos monopólicos de importantes áreas económicas y de medios de comunicación entre otros, que no solamente abusan con libertad absoluta sino que gozan de la protección del Estado, en temas como el impositivo y las decisiones discrecionales de la función pública a su favor.

Como paradoja inesperada vemos que el Presidente que ha sido señalado como favorecido en la pasada elección por los grupos de poder, acabará por desmantelarlos, ante una intensa presión social. Sobre todo la actitud crítica de los jóvenes, que se manifiestan a través de los modernos sistemas de comunicación, que han puesto en jaque a los gobiernos autocráticos.

Pareciera de esa manera que estamos en la antesala del regreso de un concepto de gobierno que liquide los cacicazgos y grupos feudales que atosigan al país. Sería un enorme avance hacia la democracia, una sociedad que a través de la presión obliga a un gobierno a acabar con los obstáculos que frenan el desarrollo económico, tecnológico, cultural y social del país.

De esa manera el Estado Mexicano libraría la última batalla para lograr su soberanía, como paso previo para arribar a la democracia plena. Esperemos que los criterios de los pensadores del Revolucionario Institucional se consoliden para trasladar al Estado de un estadio feudal al democrático.  

Por una errónea interpretación del momento histórico nos empantanamos por doce años, es tiempo de retomar el camino y regresar por la ruta del proceso de la democracia y superar ese escollo para entrar en una nueva etapa del desarrollo histórico.

jueves, 25 de octubre de 2012

GONZÁLEZ MORFÍN, EL PAN Y LA DEMOCRACIA





La reciente muerte de Efraín González Morfín inició una reflexión sobre lo que han significado los distintos actores en la democracia en México, además de ubicar la participación histórica de los partidos políticos y sus personajes. Para el caso, aun no logra dilucidarse con claridad el perfil de Acción Nacional, sobre todo en la alternancia, al pasar de la participación testimonial a la descarnada lucha electoral.

El padre de González Morfín, al lado del Arzobispo de Guadalajara, José Garibi Rivera, fue protagonista del desprendimiento de lo que sería el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente de la Universidad Autónoma de Guadalajara, movimiento de origen jesuita y con el que seguramente el joven simpatizaba. Su formación social proviene de espacios de la educación superior de esa orden religiosa en la que también cursó la educación básica.

La posición de González Morfín debemos verla no solamente desde el ámbito estrictamente personal de un personaje de gran conocimiento y cultura, sino también la localizamos como un eslabón más dentro de la tradición conceptual política o si se quiere ideológica de esa corriente histórica del país.

Si hemos de tratar de entender al país desde el ángulo de Don Daniel Cosío Villegas, que consideraba al PRI y al Presidente de la República como los dos pilares del Sistema Político, entonces habríamos de concluir que Acción Nacional vendría a ser como antípoda la otra cara de dicho sistema.

Símil geográfico que se entiende porque el PRI surge, por un lado, como la síntesis de pensadores liberales y socialistas, además de integrar a líderes de distinto origen y formación en la década de los veintes, elementos que cargaría durante toda su historia y que le han generado no pocas fricciones internas en el afán de mantener su estructura. La génesis de Acción Nacional, por su parte, entraña la incorporación de organismos seculares católicos como la Acción Católica de la Juventud Mexicana, que en algunas vertientes alimentó también a movimientos radicales como el cristero. Aunque con clara inspiración religiosa, Acción Nacional por decisión de sus creadores nunca fue un partido católico  como sus primos de América Latina, mantuvo siempre una posición laicista por más que muchos de sus miembros fueran obstinadamente católicos.

Los referentes políticos del PRI Gobierno que influyen en la creación del PAN son sin duda la de los movimientos de izquierda, concretamente el gobierno de Lázaro Cárdenas, marcadamente sus contenidos de educación universitaria. Así por ejemplo en la UNAM se presenta la lucha por la Autonomía y la Libertad de Cátedra, en la que aparece junto a José Vasconcelos, como personaje destacado, Manuel Gómez Morín, cerebro y creador del partido. Por otro lado en Jalisco es notoria la definición del autlense Efraín González Luna en el conflicto universitario local.

Si bien debe decirse que dichos personajes, los fundadores del PAN, participaron y se definieron por la concepción antisocialista o si se quiere antigobiernista, nunca promovieron la lucha violenta. Antes bien se destacaban por su conocimiento, cultura, humanismo y posiciones pacifistas. Para la época de la fundación de Acción Nacional, en 1939, González Morfín tenía 10 años. Dichos eventos debieron dejarlo marcado; además, ¿cómo podría ser ajeno a la influencia de un personaje de la estatura intelectual y política de su padre?

Sin embargo, se habría de conocer su liderazgo y su sólida formación, sin duda con gran influencia paterna, en la década de los sesentas, bajo esa figura religiosa que cambio al mundo: el papa Juan XXIII, con su encíclica Pacem in Terris y sobre todo con la convocatoria y apertura del Concilio Ecuménico Vaticano Segundo, que vino a revolucionar no sólo lo teología y los cánones sino hasta la formalidad centenaria de la iglesia católica, que abarcó desde el ritual en que el sacerdote oficiaba de espaldas a la feligresía y oraba en latín para hacerlo de frente y en español y convertir sus cantos en populares, como la propia concepción de la arquitectura de las iglesias para convertirlas en abiertas e iluminadas. Ahí está la raíz de la transformación o si se quiere de la reconstrucción de principios de Acción Nacional que con un bagaje claramente social, y que algunos llegaron a catalogar de izquierdismo en una aparente contradicción con los creadores del partido, impulsaron Adolfo Christlieb Ibarrola y sobre todo Efraín González Morfín.

El giro fue tan fuerte y dramático que dentro y fuera del PAN generó desconcierto, al extremo de que la posición del propio líder del partido (Christlieb Ibarrola) se tachó de comunista en su propuesta solidaria con el movimiento estudiantil de 1968. Dicha posición generó además una contradicción dentro de las corrientes progresistas de los otros partidos, que sintieron se les arrebataban las banderas sociales por quienes consideraban conservadores.

La coherencia de pensamiento de dichos personajes se manifiesta en la historia posterior de su partido, misma que sostiene González Morfín cuando asume el liderazgo del mismo. Sin embargo, como era de esperarse, las corrientes pragmáticas hicieron alianza con las conservadoras y lucharon para recuperar lo que creían les pertenecía, la conducción de su partido por los caminos de los intereses y las posiciones de tradición católica conservadora.

A la luz de lo que es ahora Acción Nacional y su desastrosa actuación como gobierno, se observa su historia como una ruta de grandes contrastes y conflictos, en la que habiendo sacrificado a sus mejores hombres no encuentra el equilibrio entre la posición que ellos llaman moral y el pragmatismo. Así, a la distancia, no podemos dejar de observar las decisiones conceptuales bajo los valores de la honestidad que el propio partido construyó, una posición testimonial para marcar las grandes fallas de sus antípodas del PRI, destruida en su ejercicio de gobierno bajo los intereses de un utilitarismo ramplón.

Incorporar sin conflicto al epistolario partidista el legado de los grandes personajes que emanaron de él, es el desafío del PAN para lograr la coherencia entre su prédica y la acción, bifurcación que se antoja imposible de superar para reunir en una sola corriente las aguas sin aparecer como contradicción. El mayor reto será incorporar el legado de González Morfín sin que tenga sentido utilitario. Asumir al personaje con sus ideas y sus acciones coherentes, que podrían convertirse en ejes de una nueva visión de la propuesta política de ese partido, en la búsqueda de la ruta extraviada y el regreso a sus orígenes inspirados en la ética católica, la doctrina social de la Iglesia y la solidaridad social.

sábado, 13 de octubre de 2012

LA CIUDAD DE LOS INMORTALES








Un amigo me comentaba recientemente que un tercero, ministro religioso de alto rango al que estimamos ambos, acababa de partir a Turquía a recorrer la ruta de San Pablo y las poblaciones del Asía Menor, reconocidas por su historia arqueológica y cultural. Al tratar de recordar los nombres de los lugares que creí que visitaría me di cuenta que no los recordaba, lo que me generó inquietud y desazón. En ese momento me llegó a la mente El Inmortal, la narración de Borges, la paradoja que nos muestra la inutilidad de vivir mucho si acabamos sin recuerdos.

Nos relata Borges que los mortales al tomar agua de un arroyuelo adquieren la inmortalidad y con el tiempo pierden la memoria, lo que equivale a un contrasentido, porque de que vale vivir por siempre si no recuerdas el pasado. El viajero de la historia en busca de la inmortalidad bebe del arroyo y adquiere el privilegio de la eternidad. En el camino se encuentra con un personaje que lo acompaña y que ha perdido la memoria. Al mencionarle el nombre del perro de Ulises, después de un gran esfuerzo logra recuperar parte de sus recuerdos.

Nos cuenta que la historia del Inmortal fue conocida a través un manuscrito que apareció en el último tomo de la Ilíada, redactado en inglés y que abunda en latinismos, de los seis volúmenes en cuarto menor (1715-1720) de la Ilíada de Pope. Adquirido por la princesa Lusinge al anticuario Joseph Cartaphilus, de Esmirna. De Joseph nos dice la princesa que era un hombre consumido y terroso, de ojos grises y barba gris, de rasgos singularmente vagos. Se manejaba con fluidez e ignorancia en diversas lenguas; en muy pocos minutos pasó del francés y del inglés a una conjunción enigmática de español de Salónica y de portugués de Macao.

Al final de la historia nos damos cuenta que el inmortal es el mismo Cartaphilus, quien fue originalmente tribuno de una legión que estuvo acuartelada en Berenice, frente al Mar Rojo. Afirma el personaje que sus trabajos iniciaron en un jardín de Tebas Hekatómpylos en la conquista de Alejandría, durante el imperio de Diocleciano.

Tuvo conocimiento de la Ciudad de los Inmortales a través de un jinete que rendido y ensangrentado que venía del oriente que con tenue voz insaciable le preguntó en latín el nombre del río que bañaba los muros de la ciudad, a lo que el tribuno le contestó que era el Egipto que alimentan las lluvias. El viajero le contestó “Otro es el río que persigo, el río secreto que purifica de la muerte a los hombres”. Agregó que en la margen ulterior se eleva la Ciudad de los Inmortales, rica en baluartes y anfiteatros y templos.

El tribuno se dedicó a buscar el río de la inmortalidad y después de vagar por el desierto “…se encontró tirado y maniatado en un oblongo nicho de piedra, no mayor que una sepultura común, superficialmente excavado en el agrio declive de una montaña.” Afirma que al pie de la montaña se dilataba sin rumor un arroyo impuro, entorpecido por escombros y arena; que en la opuesta margen resplandecía (bajo el último sol o bajo el primero) la evidente Ciudad de los Inmortales.  Continúa diciendo que en la arena había pozos de poca hondura; de esos mezquinos agujeros (y de los nichos) emergían hombres de piel gris, de barba negligente, desnudos. Dice que creyó reconocerlos: pertenecían a la estirpe bestial de los trogloditas, que infestan las riveras del Golfo Arábico y las grutas etiópicas; no se maravilló de que no hablaran y de que devoraran serpientes.

La humildad y miseria del troglodita que lo acompañaba le trajeron a la memoria la imagen de Argos, el viejo perro moribundo de la Odisea, y le puso ese nombre. “…con mansa admiración, como si descubriera una cosa perdida y olvidada hace mucho tiempo, balbuceó estas palabras: “Argos perro de Ulises”. Y después, también sin mirarme: “Este perro tirado en el estiércol”. Al preguntarle qué sabía de la Odisea, contestó: “Muy poco”, dijo “Menos que el rapsoda más pobre. Ya habrán pasado mil cien años desde que la inventé.”

Continúa su narración al afirmar que entre los corolarios de la doctrina de que no hay cosa que no sea compensada por otra, hay uno de muy poca importancia teórica, pero que nos indujo, a fines o a principios del siglo X, a dispersarnos por la faz de la tierra. Dice “Cabe en estas palabras: Existe un río cuyas aguas dan la inmortalidad; en alguna región habrá otro río cuyas aguas la borren. ….Homero y yo nos separamos en las puertas del Tanger; creo que no nos dijimos adiós.”

Continúa al afirmar que recorrió nuevos reinos, nuevos imperios. En el otoño de 1066 militó en el puente de Stamford… En el séptimo siglo de la Hégira, en el arrabal de Bulaq, transcribió con pausada caligrafía, en un idioma que ha olvidado, en un alfabeto que ignora, los siete viajes de Simbad y la historia de la Ciudad de Bronce. En un patio de la cárcel de Samarcanda ha jugado muchísimo al ajedrez. En Bikanir ha profesado la astrología y también en Bohemia. En 1638 estuvo en Kolozvár y después en Leipzig. En Aberdeen, en 1714 se suscribió a los seis volúmenes de la Ilíada de Pope, que frecuentó con deleite. Hacía 1729 discutió el origen de ese poema con un profesor de retórica, llamado, cree, Giambattista; sus razones le parecieron irrefutables.

El 4 de octubre de 1921, el Patna, que lo conducía a Bombay, tuvo que fondear en un puerto de la costa eritrea. ….. En las afueras vio un caudal de agua clara; la probó, movido por la costumbre. Al repechar al margen, un árbol espinoso le laceró el dorso de la mano. El inusitado dolor le pareció muy vivo. Incrédulo, silencioso y feliz, contempló la preciosa formación de una lenta gota de sangre. De nuevo era mortal, se repitió, de nuevo se parece a todos los hombres.

La narración concluye con una reflexión “A mi entender, la conclusión es inadmisible. -Cuando se acerca el fin-, escribió Cartaphilus, -ya no quedan imágenes del recuerdo; sólo quedan palabras.-  Palabras, palabras desplazadas y mutiladas, palabras de otros, fue la pobre limosna que le dejaron las horas y los siglos.”

Se puede perder la memoria por múltiples razones y no necesariamente por haber encontrado la Ciudad de los Inmortales, historia que se queda en las páginas del genio argentino. Aunque de alguna manera siento que Borges esboza una sonrisa burlona por encima de mi hombro.



sábado, 2 de julio de 2011

FLAVIO ROMERO DE VELASCO






Es el gobierno de Flavio Romero de Velasco la muestra clara de lo que significaba para los teóricos del PRI el concepto de Razón de Estado, esto es, que el Estado se encuentra por encima de cualquier otro interés, incluyendo el individual, aunque en forma determinante de los grupos de poder denominados peyorativamente cacicazgos.

Dicho principio heredado del renacimiento, en cuya teoría se establece que es prioritaria la existencia del Estado, a fin de garantizar a la sociedad un espacio de gobernabilidad, misma que no se concibe cuando existen poderes fácticos por encima de la autoridad de los gobiernos.

La Razón de Estado es un elemento pre democrático, cuando menos para como conciben las sociedades modernas a la democracia. Aunque no debe dejarse de lado que con el atraso en que han vivido las naciones y sociedades subdesarrolladas, es imposible llegar a un estado aceptable de democracia sin antes haber limitado el poder y la fuerza de los grupos de corte feudal. No podemos decir tampoco que dicha etapa ha sido superada completamente en nuestro medio, puesto que aun existen grupos que controlan a los partidos políticos que convierten en instrumentos para imponer criterios y liderazgos a las instituciones que debieran ser garantes de la justicia, la libertad, la igualdad y la democracia.

Ahora bien para que la democracia exista, es requisito indispensable el debilitamiento de los grupos que le imponen condiciones a la sociedad, por lo que es impensable que se logre evitar etapas históricas, como la que supera el vasallaje. Así el gobierno de Flavio Romero vino a preparar la estructura política de la nueva etapa de Jalisco, la democrática, al debilitar los grupos que a través del siglo veinte impusieron condiciones e intereses.

Es de considerar que aun con los excesos que se cometieron en afán de establecer la primacía del Estado, Flavio Romero logró el debilitamiento definitivo de las corrientes de Margarito Ramírez, Marcelino García Barragán y Guadalupe Zuno. Al final de su gobierno también logró doblegar la arrogancia de las centrales obreras, que dejaron de chantajear los gobiernos bajo la amenaza de paros del transporte público.

De sus acciones políticas destaca el serio intento por sustituir los liderazgos tradicionales del PRI, heredados de los gobiernos anteriores, logró así neutralizar a la mayoría de ellos. En el caso de los Comités Regionales Agrarios de la Liga de Comunidades Agrarios, al convertirlos en Comités Municipales acabó con su influencia tradicional. Aunque debe decirse que coincidió con la etapa de transformación de la propia Confederación Nacional Campesina.

A partir de su candidatura a gobernador del Estado en 1976 obligó al PRI a separar de las decisiones para candidaturas a diputados locales y presidentes municipales a todos los grupos tradicionales, lo que significó un fuerte golpe a quienes dominaban y controlaban las administraciones municipales y ejercían poderes regionales, tal sucedió asimismo con las candidaturas de cuota que ejercían las corrientes políticas estatales, las centrales obreras y los grupos de poder municipal y regional.

La zona militar por su parte, actuó con mayor moderación y discreción que con su antecesor. Tuvo Flavio Romero fuertes fricciones con el Procurador General de la República por los abusos de la Policía Judicial Federal, la que fue exhibida por sus arbitrariedades. Se confrontó con la poderosa Dirección Federal de Seguridad de la Secretaría de Gobernación, por la prepotencia con que actuaban sus agentes, quienes se enfrentaron con armas de fuego con la policía municipal de Tlaquepaque.

Del conflicto con las centrales obreras y su férreo control del transporte público surgió en el siguiente sexenio el SISTECOZOME, encargado de otorgar permisos de servicios subrogados de transporte a particulares. Así como la creación de la empresa descentralizada Servicios y Transportes que adquirió las rutas y el equipo que operaban los protegidos de la CROC, lo que debilitó a las organizaciones que mantenían el monopolio.

Sin embargo no logró su propósito de crear una nueva clase política, como lo hicieron en forma destacada Jesús González Gallo y Juan Gil Preciado. Como tampoco intentó crear un grupo caciquil como sus antecesores, aquellos a los que tanto se opuso. De los miembros de su gobierno varios de ellos participaron en los siguientes gobiernos, otros se dedicaron a actividades sociales influyendo positivamente en la vida del Estado. El gobierno se distingue por el gusto y la promoción de la cultura, continuador en alguna manera de las políticas de Agustín Yáñez. Destaca Alfonso de Alba, secretario de gobierno, reconocido por su formación cultural y erudición.

Dentro de los saldos negativos de Flavio Romero queda la destrucción del patrimonio histórico del centro de la ciudad de Guadalajara, en forma destacada la sevillana plaza de toros El Progreso, para construir la Plaza Tapatía en forma de plancha de concreto y complementada de edificios comerciales. También se registraron abusos de las policías Rural, Intermunicipal y Judicial del Estado. Fue asimismo dentro de su período que se consolidó la presencia en Jalisco de los capos del narcotráfico, desplazados del Estado de Sinaloa con la Operación Cóndor del sexenio precedente. 

Flavio Romero de Velasco gobernó del primero de marzo de 1977 al 28 de febrero de 1983. Debemos a las acciones decididas y firmes de su gobierno los cimientos de la vida que ahora vive el Estado, en un serio intento por consolidar una nueva etapa histórica a través de la participación ciudadana, el respeto al voto y una democracia en proceso de consolidación con la alternancia de los partidos políticos.



sábado, 4 de junio de 2011

ALBERTO OROZCO ROMERO





El gobierno de Alberto Orozco Romero ha sido calificado desde diversos ángulos. En tanto algunos observadores lo han tratado como tolerante y suave, otros insisten en que fue un gobierno tibio, que permitió la presencia de grandes intereses que se expresaban mediante la fuerza y aun la violencia. En realidad el gobierno fue víctima de los cacicazgos de esa época que se expresaban sin ninguna limitación y ejercían su poder a través de la presión.



Un elemento de conflicto permanente lo representaba la organización estudiantil de la Universidad de Guadalajara, que permanecía bajo el rígido control de Carlos Ramírez, asesinado durante el período de Orozco Romero en 1975. No se debe dejar de considerar que el grupo tenía aun la fuerza que le había otorgado el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, como la del secretario de la Defensa Nacional Marcelino García Barragán.



El grupo de la familia Zuno por su parte, ejercía influencia en amplios  territorios del estado, quienes con el poder de la Presidencia de la República, imponían presidentes municipales y diputados locales a través de las candidaturas del PRI.

Mantenían el control de la Comisión del Sur bajo el mando de José Guadalupe Zuno Arce, desde la ciudad de Tuxpán Jalisco, entre otros centros de poder. Un factor determinante en el daño al sexenio de Orozco Romero fue el exagerado apoyo que brindó Luis Echeverría a la familia de su esposa.



Otras fuerzas de no menor significancia eran las que representaban las centrales obreras de la CROC y la CTM, cuyo poder era ejercido por Francisco Silva Romero y Heliodoro Hernández Loza. Destaca en la época el crecimiento exagerado de los crímenes violentos y patrimoniales. Sumado a lo anterior el gobierno federal nunca apoyó al local, dejándolo a la deriva entre los intereses y los conflictos.



Como consecuencia de la represión al llamado Frente Estudiantil Revolucionario, se generó la radicalización de dicha corriente, hasta convertirse en un grupo guerrillero de corte terrorista, violento en extremo, tolerado y aun alentado desde la Presidencia de la República. Por otro lado la presencia de las células guerrilleras justificó la creación de grupos paramilitares por las áreas de seguridad, como el protegido por el general Federico Amaya Rodríguez, comandante de la zona militar. Cometieron los grupos represivos innumerables abusos con el uso de la fuerza, brindaban además protección obligatoria mediante la extorsión a las familias adineradas y actuaban con total impunidad dentro de los espacios del crimen organizado.



De Orozco Romero reconocen quienes lo conocieron de cerca, la gentileza de su trato y la sencillez con que se conducía, se le señala como un hombre profundamente humano y su ideología liberal de dejar hacer y dejar pasar fue la norma con la que condujo su gobierno. La liberalidad de la conducta y el respeto hacia la formas de pensar y de actuar de los demás, eran su referencia para la toma de decisiones políticas que para la circunstancias no era lo más apropiado, según sus críticos más severos.



En las últimas entrevistas que concedió a los medios, destacó haber dejado las arcas sanas y con fuertes sumas financieras que soportaron sin problema el arranque de la siguiente administración estatal. Entre las obras de su gobierno destacan la construcción del Colector Central de Drenaje y la ampliación a cuatro carriles de la salida de la carretera Morelia-Barra Navidad.



La obra pública más polémica del sexenio fue la llamada Avenida del Federalismo, que destruyó zonas populares y de fuerte arraigo de la ciudad de Guadalajara y que significó la destrucción del patrimonio de muchas familias y la consiguiente inconformidad. El costo se habría de pagar en las elecciones de mitad de sexenio, especialmente la Presidencia de Guadalajara, en la que el triunfo del PRI fue severamente cuestionado y cuyo candidato Juan Delgado Navarro cargó con el estigma. Por otro lado el PRI perdió los distritos primero y tercero de Guadalajara en manos de Acción Nacional, lo que significó el primer descalabro del partido dominante.



Dentro de los saldos negativos del gobierno, se encuentra la corrupción que apareció en varias áreas de la administración, como fueron las obras y de las que se cuestionó el procedimiento de adjudicación y los beneficios que obtuvieron los funcionarios del área. Otra dependencia exhibida por abusos fue el reclusorio que dirigió un familiar de la esposa del gobernador y que era señalado por cobrar a los internos los privilegios que se les otorgaban, lo que generaba importantes sumas de dinero. Otro escándalo que ensombreció ese gobierno fue la adquisición de los trolebuses para el transporte público, que fueron considerados chatarra.



La corrupción en el Poder Judicial tuvo en ese sexenio una de las etapas más álgidas. La Procuración de Justicia continuó con sus vicios atávicos, con abusos graves en derechos humanos, cometidos por la Policía Judicial. La Policía del Servicio Secreto de Guadalajara, siguió siendo cuestionada por deshonesta y abusiva.

Es el gobierno de Orozco Romero como el de Medina Ascencio, continuador de Juan Gil Preciado en la organización y liderazgo de las estructuras de su partido, por permitir la permanencia de los grupos que venían ejerciendo el poder. La misma estructura y control caciquil de las organizaciones de la Liga de Comunidades Agrarias y el llamado Sector Popular.



Alberto Orozco Romero tomo posesión del gobierno el primero de marzo de 1971 y lo entregó el 28 de febrero de 1977. Se distinguió por la presencia de funcionarios cultos y liberales que le dieron un sello de apertura y tolerancia. Algunos analistas ven a Alberto Orozco Romero, su secretario de gobierno Alberto Rosas Benítez, José Luis Lamadrid Souza y Reyes Rodolfo Flores Zaragoza, quienes participaban apoyando las acciones de gobierno desde los ámbitos federales, como pertenecientes a la escuela liberal de José Cornejo Franco.




sábado, 28 de mayo de 2011

MARGUERITE YOURCENAR





Marguerite Yourcenar novelista y ensayista francesa, nació el 8 de junio de 1903 y falleció el 17 de diciembre de 1987. Con su obra Memorias de Adriano, consiguió ser la primera mujer electa a la Academia Francesa en 1980. La novela se publicó en Francia en 1951 y fue todo un suceso con gran aclamación de la crítica.

En dicha obra Yourcenar recrea la vida y muerte de uno de los más grandes gobernantes del mundo antiguo, el emperador romano Adriano, quien le escribe una larga carta a Marco Aurelio, su sucesor e hijo adoptivo.  El emperador medita su pasado, describiendo sus triunfos y fallas, su amor por Antínoo y su filosofía. Esta novela vino a ser un clásico moderno, un lienzo en el cual se recrea la ficción de la antigüedad.
La escritora publicó también ensayos y poemas, así como sus memorias en varios volúmenes. Vino a Norteamérica huyendo de la Segunda Guerra Mundial y fue aquí donde creó la parte más fecunda de su obra. El primer intento de la obra de Adriano lo realizó de 1924 y 1929, entre los veinte y los veinticinco años de edad y acabó destruyendo todos los manuscritos de esa época. Retomó y abandonó nuevamente el proyecto entre 1934 y 1937. En sus notas Yourcenar dice: “En todo caso, yo era demasiado joven. Hay libros a los que no hay que atreverse hasta no haber cumplido los cuarenta años. Se corre el riesgo antes de haber alcanzado esa edad, de desconocer la existencia de grandes fronteras naturales que separan, de persona a persona, de siglo a siglo, la infinita variedad de seres; o por el contrario, el riesgo de dar demasiada importancia a las simples divisiones administrativas, a los puestos de aduana, o a las garitas de los guardias. Me hicieron falta esos años para aprender a calcular exactamente las distancias entre el emperador y yo”

De Antínoo dice Yourcenar: “Todo lo que podría decirse sobre el temperamento de Antínoo está inscrito en la menor de sus imágenes. Eager and impassionated tenderness, sullen effeminacy, (ardiente y apasionada ternura, sombrío y afeminado). Shelley, con el admirable candor de los poetas, dijo en seis palabras lo esencial, lo que los críticos de arte y los historiadores del siglo XIX no hicieron más que dilatar en declamaciones virtuosas, con mucho de idealización falsa o ambigua”.  

Del personaje, exclama Adriano: “Su presencia era extraordinariamente silenciosa; me siguió en la vida como un animal o como un genio familiar. De un cachorro tenía la infinita capacidad para la alegría y la indolencia, así como el salvajismo y la confianza. Aquel hermoso lebrel ávido de caricias y de órdenes se tendió sobre mi vida. Yo admiraba esa indiferencia casi altanera para todo lo que no fuese su delicia o su culto; en él reemplazaba al desinterés, a la escrupulosidad, a todas las virtudes estudiadas y austeras. Me maravillaba de su dura suavidad, de esa sombría abnegación que comprometía su entero ser”

Sobre el mismo tema continúa Adriano “Los cínicos y los moralistas están de acuerdo en incluir las voluptuosidades del amor entre los goces llamados groseros, entre el placer de beber y el de comer, y a la vez, puesto que están seguros de que podemos pasarnos sin ellas, las declaran menos indispensables que aquellos goces. De un moralista espero cualquier cosa, pero me asombra que un cínico pueda engañarse así”. También afirma “...no se ha engañado la tradición popular que siempre vio en el amor una forma de iniciación, uno de los puntos de contacto de lo secreto y lo sagrado”

De su pensamiento dijo “Yo he administrado el imperio en latín; mi epitafio será inscrito en latín sobre los muros de mi mausoleo a orillas del Tiber; pero he pensado y he vivido en griego” Después dice “Me asombra que tan pocos me hayan odiado; sólo he tenido dos o tres enemigos encarnizados, de los cuales y como siempre yo era en parte responsable. Algunos me amaron, dándome mucho más de lo que tenía derecho a exigir y aun a esperar de ellos; me dieron su muerte, y a veces su vida”.  

Uno de los personajes más cercanos y queridos por Adriano fue la esposa de Trajano, de quien se expresa así: “Y fue entonces cuando surgió el más sabio de mis genios benéficos, en la persona de Plotina. Hacía cerca de veinte años que conocía a la emperatriz. Pertenecíamos al mismo medio; teníamos casi la misma edad. La había visto vivir una existencia tan forzada como la mía y más desprovista de porvenir. Me había sostenido, sin parecer darse cuenta de que lo hacía, en momentos difíciles. Pero su presencia se me hizo indispensable durante los días peligrosos de Antioquía, tal como más adelante me sería indispensable su estima, que conservé hasta su muerte. Me acostumbré a aquella figura de ropajes blancos, los más simples imaginables en una mujer; me habitué a sus silencios, a sus palabras mesuradas que valían siempre por una respuesta, la más clara posible. Su aspecto no chocaba para nada en aquel palacio más antiguo que los esplendores de Roma: aquella hija de advenedizos era harto digna de los Seléucidas”  ….se inclinaba a la filosofía epicúrea, ese lecho angosto pero limpio donde a veces he tendido mi pensamiento” ….Era casta por repugnancia hacia la facilidad, generosa por decisión antes que por naturaleza, prudentemente desconfiada pero pronta a aceptarlo todo de un amigo, aun sus inevitables errores”  …me conoció mejor que nadie; le dejé ver lo que siempre disimulé cuidadosamente ante otros, por ejemplo ciertas secretas cobardías. Quiero creer que por su parte, no me ocultó casi nada. La intimidad de los cuerpos, que jamás existió entre nosotros, fue compensada por el contacto de dos espíritus estrechamente fundidos”

Cuando Atiano, tutor de Adriano tomó la decisión de ejecutar a sus enemigos, éste exclamó: “Atiano había visto bien: el oro virgen del respeto sería demasiado blando sin una cierta aleación de temor. Con el asesinato ocurrió como con la historia del testamento fraguado: las gentes honestas, los corazones virtuosos se rehusaron a considerarme culpable; los cínicos suponían lo peor, pero me admiraban por ello”

Yourcenar desarrolla un paralelismo fascinante con el británico Robert Graves, quien su poderosa y viva imaginación fue capaz de reconstruir toda la grandeza y la miseria de la Roma imperial, con una prosa de enorme belleza que unió la tensión poética con la eficacia narrativa en su magnífica obra: Yo, Claudio. Las intrigas, la depravación, las sangrientas purgas y la crueldad de los reinados de Augusto y Tiberio, que culminaron en la locura de Calígula, y que son narrados con maestría por el novelista historiador. La historia de la antigüedad narrada por Yourcenar a través del emperador  Adriano, es también una narración conmovedora y profunda, la visión del mundo a través de la poesía y el pensamiento.

sábado, 21 de mayo de 2011

FRANCISCO MEDINA ASCENCIO






Es el gobierno de Francisco Medina Ascencio un compendio de los anteriores, por un lado tiene de Agustín Yáñez las características de conservador y católico. Originario del municipio de Arandas de la región de Los Altos, se identifica con su pensamiento, se suma además la concepción económica liberal de otro gobernador de la región, Jesús González Gallo, al promover el crecimiento de la empresa y el empleo a través de la inversión privada.

Sin embargo en el manejo político y partidista se le considera un continuador de las prácticas de Juan Gil Preciado, ya que mantiene intactas las estructuras de control político establecidas por su antecesor. Así la Liga de Comunidades Agrarias y los Comités Regionales Agrarios, que representan la estructura territorial del partido se mantienen intocadas en forma y liderazgos.

Por otro lado la organización del Sector Popular, órgano creado para mantener el control de las clases medias burocráticas y sindicales como los sindicatos de la educación y el Instituto Mexicano del Seguro Social y la Federación de trabajadores de los Sindicatos del Estado, así como los grupos marginales de las ciudades en crecimiento, continúa bajo los mismos principios.

En el gobierno de Medina Ascencio surgen novedosas y creativas formas de apoyar el crecimiento económico del Estado, por ejemplo se crea un organismo de educación técnica con el afán de apoyar a las empresas con personal calificado, para atender las áreas de producción y diseño productivo, como el hoy conocido como CETI. También se crearon mecanismos de apoyo crediticio para estimular el crecimiento y establecimiento de nuevas empresas.

El gobierno de Medina Ascencio se caracterizó así por una actitud extremadamente religiosa y conservadora en la actuación personal del gobernador y en un promotor de la economía privada y la empresa como productora de empleo, terreno en que resultó ser un visionario en lo que con el tiempo y los cambios políticos del mundo, entre otros la caída del socialismo se convertiría en la única alternativa viable del crecimiento de las sociedades.

Uno de los fenómenos que afectó al gobierno, fue las secuelas del movimiento de 1968, mismo que se convirtió en una lucha entre facciones que se disputaron el control del liderazgo estudiantil de la Universidad de Guadalajara, representando a dos corrientes políticas locales. Tal fue el caso de la llamada Federación de Estudiantes de Guadalajara que dirigía Carlos Ramírez Ladewig hijo del exgobernador Margarito  Ramírez Miranda y la facción denominada Frente Estudiantil Revolucionario, con origen en algunos miembros de la familia del exgobernador  José Guadalupe Zuno, fortalecidos a partir de la candidatura de Luis Echeverría Alvarez a la Presidencia de la República en 1969.

El gobierno de Medina Ascencio hizo grandes esfuerzos por conciliar las fuerzas en pugna, realizando un permanente trabajo a través de la subsecretaría de gobierno. Sin embargo no obtuvo resultados para suavizar las posiciones de los grupos. Realmente el resultado fue la radicalización de las fuerzas, traducido en enfrentamientos violentos, que generaron heridos y muertos hasta la pacificación forzada del grupo rebelde.

La efervescencia política estudiantil fue alimentada de un fuerte movimiento de rebeldía juvenil, que el gobierno interpretó como pandillerismo y que fue atacado en todas sus manifestaciones con dureza, incluyendo reformas al Código Penal del Estado para reducir la edad de imputabilidad penal, lo que se interpretó como represión juvenil, sin atender a los orígenes de dicha conducta.

Al final el gobierno apoyó con los órganos de procuración de justicia y policiacos a la Federación de Estudiantes y entre otros actos demolió la llamada Casa del Estudiante ubicada en el Jardín de San Francisco , que había sido creada en los tiempos del FESO, dentro del populismo estudiantil promovido por Lázaro Cárdenas. El lugar fue arrebatado a las huestes de la Federación de Estudiantes por el grupo rebelde del Frente Estudiantil, desde donde se ejercía el liderazgo y control de mando de dicho movimiento.

En lo que se refiere a la administración pública, se señalaron en su período los negocios que realizaron funcionarios públicos con la urbanización de la zona sur y poniente de la ciudad de Guadalajara, que logró en ese momento un crecimiento importante con la creación de nuevos fraccionamientos habitacionales y zonas comerciales.

Los funcionarios más destacados de Medina Ascencio fueron su secretario general de gobierno, Arnulfo Hernández Orozco, Marcos Arias Gama subsecretario de gobierno y el economista Juan Delgado Navarro, quien fue alcalde de Guadalajara en 1974 mediante un cuestionado proceso electoral.

El periodo de Francisco Medina Ascencio inició el primero de marzo de 1965 y terminó el 28 de febrero de 1971. Fue Regidor del Ayuntamiento de Guadalajara en el periodo de alcalde de Juan Gil Preciado y Presidente Municipal de 1962 a 1964. Sus primeros nombramientos los tuvo con Yáñez en Pensiones del Estado y el Departamento de Economía. En la distancia aparece el gobierno de Medina Ascencio como sobrio y equilibrado, sujeto a fuertes tensiones por los poderosos grupos políticos que intervenían en la vida pública del Estado.