sábado, 21 de mayo de 2011

FRANCISCO MEDINA ASCENCIO






Es el gobierno de Francisco Medina Ascencio un compendio de los anteriores, por un lado tiene de Agustín Yáñez las características de conservador y católico. Originario del municipio de Arandas de la región de Los Altos, se identifica con su pensamiento, se suma además la concepción económica liberal de otro gobernador de la región, Jesús González Gallo, al promover el crecimiento de la empresa y el empleo a través de la inversión privada.

Sin embargo en el manejo político y partidista se le considera un continuador de las prácticas de Juan Gil Preciado, ya que mantiene intactas las estructuras de control político establecidas por su antecesor. Así la Liga de Comunidades Agrarias y los Comités Regionales Agrarios, que representan la estructura territorial del partido se mantienen intocadas en forma y liderazgos.

Por otro lado la organización del Sector Popular, órgano creado para mantener el control de las clases medias burocráticas y sindicales como los sindicatos de la educación y el Instituto Mexicano del Seguro Social y la Federación de trabajadores de los Sindicatos del Estado, así como los grupos marginales de las ciudades en crecimiento, continúa bajo los mismos principios.

En el gobierno de Medina Ascencio surgen novedosas y creativas formas de apoyar el crecimiento económico del Estado, por ejemplo se crea un organismo de educación técnica con el afán de apoyar a las empresas con personal calificado, para atender las áreas de producción y diseño productivo, como el hoy conocido como CETI. También se crearon mecanismos de apoyo crediticio para estimular el crecimiento y establecimiento de nuevas empresas.

El gobierno de Medina Ascencio se caracterizó así por una actitud extremadamente religiosa y conservadora en la actuación personal del gobernador y en un promotor de la economía privada y la empresa como productora de empleo, terreno en que resultó ser un visionario en lo que con el tiempo y los cambios políticos del mundo, entre otros la caída del socialismo se convertiría en la única alternativa viable del crecimiento de las sociedades.

Uno de los fenómenos que afectó al gobierno, fue las secuelas del movimiento de 1968, mismo que se convirtió en una lucha entre facciones que se disputaron el control del liderazgo estudiantil de la Universidad de Guadalajara, representando a dos corrientes políticas locales. Tal fue el caso de la llamada Federación de Estudiantes de Guadalajara que dirigía Carlos Ramírez Ladewig hijo del exgobernador Margarito  Ramírez Miranda y la facción denominada Frente Estudiantil Revolucionario, con origen en algunos miembros de la familia del exgobernador  José Guadalupe Zuno, fortalecidos a partir de la candidatura de Luis Echeverría Alvarez a la Presidencia de la República en 1969.

El gobierno de Medina Ascencio hizo grandes esfuerzos por conciliar las fuerzas en pugna, realizando un permanente trabajo a través de la subsecretaría de gobierno. Sin embargo no obtuvo resultados para suavizar las posiciones de los grupos. Realmente el resultado fue la radicalización de las fuerzas, traducido en enfrentamientos violentos, que generaron heridos y muertos hasta la pacificación forzada del grupo rebelde.

La efervescencia política estudiantil fue alimentada de un fuerte movimiento de rebeldía juvenil, que el gobierno interpretó como pandillerismo y que fue atacado en todas sus manifestaciones con dureza, incluyendo reformas al Código Penal del Estado para reducir la edad de imputabilidad penal, lo que se interpretó como represión juvenil, sin atender a los orígenes de dicha conducta.

Al final el gobierno apoyó con los órganos de procuración de justicia y policiacos a la Federación de Estudiantes y entre otros actos demolió la llamada Casa del Estudiante ubicada en el Jardín de San Francisco , que había sido creada en los tiempos del FESO, dentro del populismo estudiantil promovido por Lázaro Cárdenas. El lugar fue arrebatado a las huestes de la Federación de Estudiantes por el grupo rebelde del Frente Estudiantil, desde donde se ejercía el liderazgo y control de mando de dicho movimiento.

En lo que se refiere a la administración pública, se señalaron en su período los negocios que realizaron funcionarios públicos con la urbanización de la zona sur y poniente de la ciudad de Guadalajara, que logró en ese momento un crecimiento importante con la creación de nuevos fraccionamientos habitacionales y zonas comerciales.

Los funcionarios más destacados de Medina Ascencio fueron su secretario general de gobierno, Arnulfo Hernández Orozco, Marcos Arias Gama subsecretario de gobierno y el economista Juan Delgado Navarro, quien fue alcalde de Guadalajara en 1974 mediante un cuestionado proceso electoral.

El periodo de Francisco Medina Ascencio inició el primero de marzo de 1965 y terminó el 28 de febrero de 1971. Fue Regidor del Ayuntamiento de Guadalajara en el periodo de alcalde de Juan Gil Preciado y Presidente Municipal de 1962 a 1964. Sus primeros nombramientos los tuvo con Yáñez en Pensiones del Estado y el Departamento de Economía. En la distancia aparece el gobierno de Medina Ascencio como sobrio y equilibrado, sujeto a fuertes tensiones por los poderosos grupos políticos que intervenían en la vida pública del Estado. 


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