sábado, 12 de marzo de 2011

LA ECONOMIA DE JALISCO





Una de las condiciones elementales para el desarrollo y la solución de las necesidades básicas de una sociedad es el crecimiento económico. Sin embargo para que no genere efectos secundarios negativos debe ser equilibrado, esto es que descanse en la diversidad de los sectores productivos y distribuido geográficamente en el estado. Los resultados de una economía sana y vigorosa son empleos remunerados y dinero circulante, con oferta de créditos con bajo interés y disponibilidad de efectivo para la adquisición de los satisfactores de las personas y de las familias.



El desarrollo económico solo puede presentarse si existen ciertas condiciones que lo permitan e incentiven, algunas de ellas son de orden macroeconómico y otras de competencia doméstica. Los gobiernos locales no han logrado comprender que es a ellos a quienes corresponde la iniciativa de la solución de los problemas, que son el cuello de botella para el desarrollo de las empresas del estado. Si bien hay decisiones importantes que le corresponden al gobierno federal, bastaría con la iniciativa de los gobiernos locales con el apoyo de la sociedad y los sectores productivos, para que se atendieran por las instancias federales.



Las constantes crisis económicas y los altibajos en las políticas públicas han llevado a la empresa jalisciense a niveles de supervivencia. Convertida en paria de la economía se encuentra además asediada por la competencia global, el contrabando y la piratería. La corrupción en las aduanas, los deficientes apoyos locales y la falta de cultura organizacional son sus males endémicos. Una concepción empresarial aldeana y el desconocimiento de técnicas administrativas y sistemas de calidad que le permitan competir con reducidos márgenes de utilidad, han llevada a la empresa local al borde de su desaparición.



Con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica en Jalisco creció la industria de la manufactura y la maquila por la cercanía del mercado estadounidense, impulsando el empleo. La contraparte de ese crecimiento fueron los sueldos bajos y la utilización de una mano de obra sin capacitación o especialidad. En el momento de mayor fortaleza, la industria electrónica absorbía casi el setenta por ciento del total de las importaciones del estado. Por otro lado sus compras de insumos y materias primas al mercado local eran de menos del cinco por ciento, razón por la que no se logró integrar la industria local a la electrónica. Se estimaba en ese momento que en el corto y mediano plazo se sustituiría el 15 por ciento de las importaciones para lo que se necesitaba mejorar la calidad, así como disminuir los costos operativos.



Para atraer proveedores de segundo, tercero y cuarto nivel se consideraban necesarios incentivos y beneficios, promoción, políticas tributarias adecuadas, seguridad pública y vinculación educativa con la producción, entre otras condiciones. A pesar de todo no se logró crear una industria periférica de abastecimiento, por lo que los insumos continuaron siendo importados. El encarecimiento de la mano de obra y la carga impositiva exagerada, generaron al final la salida de la empresa electrónica hacia los países del oriente.



Una de las fortalezas de Jalisco es la industria del tequila, sin embargo ha sufrido freno por las normas oficiales amañadas para favorecer a las grandes empresas trasnacionales, al permitirles exportar a granel. Dichas políticas inhiben el desarrollo de la empresa proveedora como la del envasado, además de que se pierde el control de la calidad afectando el prestigio de la bebida. Otro problema que afecta a la cadena productiva es la desarticulación entre los diversos eslabones, como es la falta de planeación de la plantación y cosecha del agave por los agricultores, que provoca ciclos de sobreproducción y escasez. No se ha logrado además la diversificación de los productos de dicha planta, como son las mieles y otros derivados con demanda internacional y que no se producen al nivel de requerimiento del mercado. La otra distorsión que se generó es la adquisición de las empresas locales por corporaciones internacionales que imponen sus criterios de mercado y calidad al producto.



La agricultura ha sido abandonada a la alta competencia internacional. Sin apoyos oficiales suficientes y oportunos, sin tecnología ni organización no abastece ni al consumo local. Todos los ramos han sufrido el abandono y como consecuencia no existe desarrollo de la industria agropecuaria, por lo que deben impulsarse proyectos productivos de la agroindustria como complemento natural de la vocación agrícola del estado, para generar beneficios directos e indirectos en las zonas de su ubicación.



Las zonas en que tradicionalmente se desarrolla la industria agropecuaria, no han encontrado el apoyo adecuado para su crecimiento natural. Ejemplos como la región de Mascota en donde el procesamiento de la guayaba y otras frutas se ha hecho durante décadas, no han sido respaldados como lo necesitan para el fortalecimiento de las empresas y la apertura de nuevos mercados.



La necesidad de impulsar programas de acuerdo con la vocación de las zonas geográficas, pasa por la explotación racional de los recursos forestales. La explotación de maderas debería ser una política prioritaria, como lo es en otros países donde se ha convertido en una rentable actividad empresarial, que genera insumos de consumo interno y exportación para la industria del mueble y el papel.



La economía requiere asimismo que se abran espacios en los municipios para la instalación de empresas pequeñas y medianas de acuerdo a la vocación de cada zona. Debe diversificarse geográficamente la ubicación de la industria, para generar empleo en las distintas áreas del estado, arraigando a las familias en su lugar de origen y frenar a su vez el despoblamiento de los municipios.



La vulnerabilidad económica del estado se ha generado en gran medida por el olvido a que han estado sujetas las regiones del estado, mismas que no han sido apoyadas para su desarrollo. La falta de políticas públicas constantes y sistemáticas que generen las condiciones de facilidad para la instalación de las industrias y el transporte de los productos entorpece su desarrollo.



La ausencia de infraestructura como parques industriales y comunicaciones adecuadas, son muestras del abandono en que se encuentran. La construcción de carreteras vecinales que interconecten municipios y regiones o autopistas que conecten las zonas estratégicas, ha permanecido en el abandono. Ejemplos como el retraso en el proyecto de un nuevo puerto en Punta Pérula, para el arribo de cruceros y el impulso del transporte de carga son ilustrativos, de la falta de estrategias y políticas de desarrollo económico.

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