sábado, 30 de abril de 2011

JUAN GIL PRECIADO







Es el gobierno de Juan Gil uno de los referentes del siglo veinte, se le reconoce como el último formador de una corriente política. Muchos de quienes trabajaron en su gobierno permanecieron en la escena pública hasta que el PRI perdió el control del Estado.

Cuando menos su influencia se manifiesta en la continuidad de programas y organizaciones durante dos sexenios posteriores al suyo, como fueron el de Francisco Medina Ascencio y Alberto Orozco Romero. Lo mismo influyó en el partido oficial y sus sectores como en los puestos de representación popular. También aparecen personajes ligados al profesor en el Poder Judicial y con mayor razón en el Poder Ejecutivo.

Con Gil Preciado es la consolidación del partido oficial, que a partir de su gobierno se convierte en un partido dominante con presencia masiva, aun cuando el origen viene de Miguel Alemán. Un partido invencible hasta el año de 1995 en que entró en su etapa definitiva de decadencia.

Sus liderazgos se manifiestan en todos los segmentos sociales así como en todas las regiones, así se incorporan definitivamente los profesionistas, como los líderes agrarios, creando fuerzas consolidadas en todos los rincones y poblaciones. Liderazgos que con el tiempo se habrían de convertir en cacicazgos y que enfrentó Flavio Romero de Velazco en su candidatura para gobernador en 1977.
La experiencia de haber sido presidente del Comité Estatal del PRI permitió a Gil Preciado consolidar desde el gobierno las corrientes que se perfilaron desde el partido. Personajes cercanos a él fueron los líderes de los sectores popular y agrario, creando las fuerzas que habrían de definir los gobiernos futuros a través de elecciones dominadas por el partido, consolidando fuerzas regionales agrarias y segmentos sociales con origen en la clase media. En su periodo de gobierno se consolidó también el PRI como un partido de estructura territorial, con los llamados Comités Regionales Agrarios coordinados por la Liga de Comunidades Agrarias y a partir de los que se ejerció un férreo control de los liderazgos rurales del Estado.

Es su periodo también de consolidación del Sector Popular, con la incorporación de personajes importantes del mundo de los profesionales, especialmente doctores y profesores, así como de comerciantes. En general se crearon los liderazgos de la clase media, que en los siguientes años decidieron y dirigieron la política, por lo que se le reconoce su habilidad para crear una nueva generación de políticos.

Juan Gil Preciado tomó posesión del gobierno el primero de marzo de 1959 y lo dejó el treinta de noviembre de 1964 para incorporarse como Secretario de Agricultura y Ganadería al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Lugar en el que como el caso de Agustín Yáñez fue criticado por no haberse inconformado ante los hechos violentos de mil novecientos sesenta y ocho.

Su gobierno tuvo brillo especial por el trato deferente que en su momento le otorgó el presidente de la República Adolfo López Mateos, que con su formación cultural cercana a los contemporáneos y el imán de su presencia prestó aura y brillo personal al gobernador de Jalisco. 

Juan Gil Preciado fue reconocido por su identificación con las causas liberales contrastando con los gobiernos anteriores, a partir de él se logró el fortalecimiento de esos organismos en el Estado. Algunos comentaristas sostienen que participó activamente en el movimiento de lucha contra la Iglesia Católica encabezado por Tomás Garrido Canabal, gobernador de Tabasco. Incluso se le señaló como simpatizante del movimiento conocido como de los Camisas Rojas. Se le considera continuador de las corrientes liberales además, porque cerca de él actuaron personajes ligados a la izquierda de la Universidad de Guadalajara, como es el caso de Raúl Padilla Gutiérrez, quien había sido líder en el Frente Estudiantil Socialista de Occidente con Natalio Vázquez Pallares.

No fue ajeno su gobierno a los escándalos de corrupción y al uso discrecional de los recursos públicos, entre otros desde la Tesorería del Estado. Se le señalaron también abusos en la obra pública y de beneficiar desde la función pública a los miembros de su grupo y amigos cercanos.

De su familia participaron en la función pública sus hijos Juan y Arturo Gil Elizondo. Durante el tormentoso gobierno de Guillermo Cosío Vidaurri y el interinato de  Carlos Rivera Aceves, Gil Preciado fue un factor importante de influencia y estabilización. Antes de ser gobernador fue Presidente Municipal de Guadalajara en el trienio de 1956 a 1958, fue además diputado.

Se considera que dentro de su gobierno dio inicio desde la Secretaría General de Gobierno el proceso degenerativo del Poder Judicial, al imponer magistrados, jueces y todo tipo de funcionarios. Costumbre que continuó en los siguientes gobiernos y acabó por convertirlo en presa de los grupos de interés, que actúan en los tribunales y en el Consejo de la Judicatura para imponer a incondicionales, pervirtiendo la impartición de Justicia.

Un personaje que habría de traspasar los sexenios y convertirse en un emblema de esa corriente es Guillermo Cosío Vidaurri, quien después de ejercer importantes puestos a nivel federal regresó como candidato y posteriormente como gobernador del Estado, teniendo diversas dificultades a contracorriente de todas las expectativas que despertó en su momento. Tuvo que dejar el gobierno a un gobernador interino, raíz de una serie de desafortunados eventos. Fueron esos los últimos gobiernos del PRI, iniciando a partir de ellos la transición del poder hacia el Partido de Acción Nacional con Alberto Cárdenas.

sábado, 23 de abril de 2011

HENRY MILLER




Releer a Miller es recuperar una vivencia excepcional, recordar cómo se asumió la vida en determinada época, cuando se tuvo conciencia de que había escritores que entendían el mundo con autenticidad y desparpajo. Alejados de los convencionalismos que ahogan y de las actitudes hipócritas de una mal entendida concepción religiosa o si se quiere moral.



La moralina bajo la que han vivido las sociedades construidas bajo concepciones judeocristianas, ya sea de inspiración luterana o tradición católica, lleva a las sociedades a adoptar una actitud francamente simulada y lo que es peor bajo sentimientos de culpabilidad de lo que se ha asumido como pecado y que a final de cuentas bajo la lupa del hombre como ente surgido de la naturaleza, solamente es la represión de las manifestaciones naturales o instintivas.



Cuando se lee por primer vez a Miller se queda estupefacto y desconcertado, es difícil creer que haya alguien que asuma la vida con tal naturalidad, así como las intenciones más escondidas afloran con tanta espontaneidad, aunque se dude de la realidad que plantea el autor, como sería encontrar a mujeres que asuman con tanta facilidad el mundo de los instintos. No es fácil creer que a flor de piel encontremos la vida sexual como nos la plantea. Pero si hemos de aceptar que puede haber personajes como el que él mismo asume, hemos de creer en sus narraciones.



Desmesurado y torrencial, continúa Miller entre las cumbres literarias de un tiempo excepcionalmente rico en obras y autores, alimentado de una época estresada y llena de tensiones. La vitalidad sincera y brutal de Henry Miller no repara en obstáculos, los tabúes y convenciones son destrozadas bajo un alud que las páginas de sus obran precipitan sobre el lector.



A medio camino entre la autografía y la mitomanía, entre la invención desbocada y los hechos reales, la obra fue un escándalo en su época. Tal vez no lo sea ya, pero conserva intacta la virtud de indignar, de conmover, e incluso de divertir, en un grado que pocos autores han podido transmitir a sus obras. Como dice el propio autor “Cuando el sexo ríe, un terremoto sacude el mundo, estremece el edificio de la Bolsa, y derrumba sin remisión los templos.”



Henry Miller nació el 26 de diciembre de 1891 en Brooklyn, Nueva York. Allí estudió y trabajó en el Ayuntamiento, en una fábrica de cemento y en una compañía de telégrafos. Viajó a París en 1930, para dedicarse exclusivamente a escribir, regresando a Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.



Asume su narración con la intensidad de que es capaz un hombre que trata de liberarse de todas las ataduras convencionales. En el camino escandaliza a una sociedad puritana y mojigata que trata de ignorar aquello que va contra lo que pregona públicamente. El mérito mayor de Miller es quizá ese afán provocador, esa rebeldía que carga contra la sociedad que lo creo.



Sus recuerdos de infancia en la ciudad donde creció caminan desde un remordimiento hasta la burla ácida a su familia. No hay consideraciones para nadie, menos para él mismo. Todos son parte de una mirada sin tolerancia, con un dejo de amargura. Con el tiempo se ha convertido en un ícono de quienes buscan la autenticidad, la originalidad de las ideas a costa de ser considerados rebeldes de su propia sociedad.



En el prólogo de una de sus obras, Trópico de Capricornio, escrita hacia 1938, hace una introducción a la Historia de mis desventuras: “Muchas veces el ejemplo es más eficaz que las palabras para conmover los corazones de hombres y mujeres, como también para mitigar sus penas. Por eso, como yo también he conocido el consuelo proporcionado por la conversación con alguien que fue testigo de ellas, me propongo ahora escribir sobre los sufrimientos provocados por mis desventuras para quien, aun estando ausente, siempre sabe dar consuelo. Lo hago para que, al comparar tus penas con las mías, descubras que las tuyas no son nada verdaderamente, o a lo sumo de poca monta, y así podrás soportarlas más fácilmente.”



Su poesía brota con azoro: “Vuelvo a sacar la cabeza para mirar el sol: mi primera mirada plena. Está rojo como la sangre y los hombres caminan por los tejados. Todo lo que hay por encima del horizonte está claro para mí. Es como el domingo de Pascua. La muerte está detrás de mí y el nacimiento también. Ahora a vivir entre las enfermedades de la vida. Voy a vivir la vida espiritual del pigmeo, la vida secreta del hombrecillo en la soledad del bosque. Lo exterior y lo interior han intercambiado sus lugares. El equilibrio ya no es la meta: hay que destruir los platillos. Déjame oírte prometer otra vez todos esos tesoros solares que llevas dentro de ti. Déjame intentar creer por un día, mientras permanezco al aire libre, que el sol trae buenas noticias. Déjame pudrirme en el esplendor mientras el sol estalla en tu matriz. Creo todas tus mentiras implícitamente. Te considero la personificación del mal, la destructora del alma, la maharaní de la noche. Clava tu matriz en mi pared para que pueda recordarte. Debemos irnos. Mañana, mañana…” Así cierra uno de los capítulos más importantes de su obra.



Miller es a pesar de todo un intento permanente de búsqueda en un doble sentido. Por un lado descubre una nueva manera de abordar la vida y su complejidad, en la descripción literal de sus aventuras y pensamientos. Por el otro es el intento de acercarse a una realidad personal que se le escapa de entre las manos, la del abordaje permanente de los instintos naturales, por encima de la domesticación del hombre moderno.

sábado, 16 de abril de 2011

AGUSTIN YAÑEZ






Se considera a Yañez continuador de la tendencia conservadora de Jesús González Gallo. Las corrientes liberales del estado siempre desconfiaron de él, sobre todo por haber sido alumno del seminario de Guadalajara y pertenecer en su juventud a las huestes del líder del movimiento cristero Anacleto González Flores, en la Acción Católica de la Juventud Mexicana. Se puede decir que fue un conservador ilustrado y le otorgó brillo al estado a través de su obra literaria, que logró impacto internacional.



De sus obras la más celebrada sigue siendo “Al Filo del Agua” en la que se adentra en el mundo cerrado y oscuro de la provincia de su estado natal, en la zona conocida como Los Altos, señalada por su exacerbado conservadurismo y ser en mucho origen de la llamada lucha cristera. Movimiento violento que ensangrentó el estado, dirigido como cruzada religiosa por los sacerdotes católicos de la región.



De su juventud es reconocida su revista Bandera de Provincias, en la que escribieron la mayoría de los personajes distinguidos de la época en el estado. Fue editada en los años 1929-1930. Publicación que enriqueció la vida cultural de Jalisco, paralela a la de la generación de los Contemporáneos en la Ciudad de México. En Bandera de Provincias escribieron entre otros: Manuel Martínez Valadez, Agustín Basave, José Cornejo Franco, Luis Barragán, Ixca Farías y Antonio Gómez Robledo. Efraín González Luna realizó espléndidos artículos sobre Chesterton, Kafka, Claudel. Destaca señaladamente la traducción del primer tomo de Ulises de James Joyce. Isidro Fabela, reconocido intelectual mexicano de origen mexiquense y representante diplomático en varios países, se refirió a la revista de Yañez con grandes elogios.



Agustín Yáñez Delgadillo gobernó el estado del primero de marzo de 1953 al 28 de febrero de 1959. Se destacó por su impulso a las áreas culturales y la educación, se crearon en su período la Casa de la Cultura Jalisciense, la Biblioteca Pública del Estado, la Dirección de Pensiones del Estado y la Estación Central de Autobuses o Central Camionera de Guadalajara como se le conocía popularmente, pionera en el país y hoy conocida como La Central Antigua.



Se creó también en su periodo la Zona Industrial de Guadalajara y se realizaron minuciosos y eruditos estudios del estado. Construyó la Escuela Normal, edificios universitarios, el Museo de Arqueología del Occidente de México, centros escolares en cabeceras municipales, escuelas rurales, la Facultad de Filosofía y Letras y las preparatorias de Ciudad Guzmán y Lagos de Moreno. Se construyeron además carreteras y se dotó de agua potable a varias poblaciones.



De sus colaboradores destacó el escritor Alfonso de Alba, secretario de gobierno, quien posteriormente volvió a fungir como tal con el gobernador Flavio Romero de Velasco y que fundaría El Colegio de Jalisco. Destaca también Francisco Medina Ascencio futuro gobernador del estado, como primer director de Pensiones del Estado. Otro personaje cercano a Yañez fue el profesor y poeta Adalberto Navarro Sánchez, quien fue funcionario durante su gobierno. Se ocupó además de la edición de los índices y selección de textos de Bandera de Provincias en la revista Et Caetera en 1974 en Guadalajara, a la vez que fue un excelente expositor de la obra de Yañez.



Se podría decir que su concepto de gobierno era a través de la cultura. Pasar las acciones de gobierno a través del filtro de la cultura le otorgaba legitimidad al mismo. Todo lo justifica la cultura, quizá por eso es considerado uno de los gobernadores que ejerció con mayor moderación la función de gobierno. Tampoco se le reconocen hechos violentos, al contrario se puede decir de sus funcionarios que los caracterizo el denominador común de la ilustración. Así su paso por Jalisco dejó un buen sabor de boca, aun con la resistencia de los liberales que retomarían el control del gobierno con su sucesor, el profesor Juan Gil Preciado.



En la década de los sesenta Yáñez dirigió La Comisión Nacional del Libro de Texto Gratuito y fungió como Secretario de Educación Pública en el periodo de Gustavo Díaz Ordaz. El único reproche que se le conoce es no haberse inconformado con los hechos violentos del sesenta y ocho, que realizó el gobierno al que servía. A partir de ese momento sufre merma su prestigio y muchos de los participantes en el movimiento lo llamaron acomodaticio y burócrata aferrado a su puesto. Es de los pocos eventos en que se puede considerar que hay una contradicción en su vida. Ese fue el costo de trabajar para un gobierno represor.



En el homenaje que se le rindió el 14 de diciembre de 1974 expresó lo que podría ser el centro de su pensamiento “Hablando se entienden, se comprenden las gentes. El respeto a la palabra dada es concordia entre pueblos e individuos; destierra la violencia y hace posible que todos los problemas de la convivencia política se resuelvan razonablemente. Hablando se distinguen las personas, o sea: se descubre la suprema dignidad humana y se funda la autoridad moral, irrecusable.” Era su tesis plena de humanismo y de comprensión al hombre.



Bibliografía

Jiménez de Báez, Yvette y otros. Memoria e interpretación de Al Filo del Agua. El Colegio de México, México, 2000.

Sandoval Godoy, Luis. Al Filo de Yáñez. Imprejal. Guadalajara, Jal. México, 2004.

sábado, 9 de abril de 2011

LEON TOLSTOI







En 1868 León Tolstoi entregaba a las prensas la obra completa de La Guerra y La Paz. Es el autor sin duda, la figura más cimera del Siglo de Oro de la novela rusa, de ese siglo XIX que se abre con la prosa y el verso de Pushkin y Lérmontov, que luego conoce a Gógol, Saltikoc-Schedrín, Dostoievski, Turguénev y Chéjov, y que pasando por Gorki, aboca a tiempos más modernos.



En esta inmensa novela se despliega en toda su envergadura el genio literario de Tolstoi. La historia se desarrolla en Rusia entre 1805 y 1825, teniendo como núcleo la guerra de 1812, en que el pueblo ruso se levantó contra las tropas de Napoleón. Pero a pesar de introducir en escena a personajes históricos, no es una novela histórica. Más bien el autor quiso dar una idea de la vida humana en el transcurso de casi un cuarto de siglo y a través de más de quinientos personajes, con ejércitos y masas populares como telón de fondo.



Gracias a la maestría narrativa del autor estos personajes, llegan a ser íntimamente conocidos por el lector. Por ello, así como por la extensión de la obra y por la amplitud de sus concepciones literarias, ha podido decirse que en La Guerra y la paz se encierra todo el siglo XIX.



Tolstoi es un maestro en la comprensión del hombre. Escritor humano por excelencia, ama al hombre y por eso sabe interpretarlo. La Guerra y la Paz es el panorama de la vida de la sociedad rusa de toda una época. Es el fresco en el que se encuentran pintados cientos de personajes, que al alejarse un poco y verlo en panorámica adquiere el movimiento de la vida rusa. Por eso consideramos a Pierre Bezújov tan real como a Kutúzov o a Speranski. Hay veces incluso que tras la ficción, tras el personaje novelesco, vemos al personaje histórico. Tal es el caso de Denísov, Denis Davídov, húsar también y organizador real de las guerrillas de 1812.



“Abogado de cien millones de campesinos” se llamó Tolstoi en cierta ocasión a sí mismo. Pintor de almas y pueblos, el más ruso de todos los escritores rusos y, por ello mismo, el más universal. El es quien mejor supo penetrar en el corazón de su pueblo para percibir su pulso, puesto que siempre fue una parte de él y el que más arriba se encumbró, para contemplar la vida de la nación en su variedad y armonía.



La Guerra y la Paz es una sinfonía heroica cuyas notas alcanzan expresión sublime. En 1864 da a la imprenta la primera parte de la obra, a la que pone el título de “El año de mil ochocientos cinco”. Sigue a ella la segunda parte. Opta por un nuevo título: “De 1805 a 1814”, que no llega a pasar de su cuaderno de notas. En marzo de 1867 define el título definitivo.



Afirma José Laín que “Pocas obras habrá que, como ocurre con La Guerra y La Paz, hagan olvidar al lector del estilo y le allanen el camino hasta verse metido en ese océano de pasiones y almas, de vidas y acontecimientos, sin tropezar con piedra o escollo preciosista, con una frase incrustada a destiempo que lo distraiga de lo principal.” Escribía Tolstoi “El signo más fiel de la verdad, es la sencillez. La mentira es siempre complicada, artificiosa y abundante en palabras.” Por algo Turguénev habló de los “escalofríos de entusiasmo” que algunos trozos de la Guerra y la Paz despertaban en él.



No es exagerado decir que Tolstoi, además de autor es uno de los personajes, y no de los de menor cuantía. Es la novela también la historia novelada de una época y de un país en que éste hubo de poner en juego sus últimas energías en acontecimientos trascendentales. “La sombra de Tolstoi –dice Stefan Zweig— está perenne tras de cada uno de sus personajes”.



León Nikolaievich Tolstoi nació un 28 de agosto de 1828 en una aldea, rodeada de bosques, de la provincia de Tula, Yasnaia Poliana, poético nombre que significa “luminoso claro de bosque”, en una casa propiedad de su padre, que no existe ya. Pertenecía, lo mismo por su familia paterna que por su ascendencia materna, a la más antigua nobleza rusa. Ahí Tolstoi escuchaba con su abuela a un siervo ciego que narraba cuentos a la anciana condesa. Recitaba en voz monótona los cuentos de Scherezada, que el futuro novelista oía con embeleso.



Tatiana Alexandrovna Ergolskaya es uno de los personajes que de manera más profunda y duradera ejerció influencia sobre León. Era de un carácter admirable por su rectitud, firmeza, talento e inmensa capacidad de amor y piedad. “Cuando empecé a reparar en ella, tenía más de cuarenta años y no me pregunté nunca si era hermosa o no; su sonrisa, su pequeña mano morena, ancha, cruzada por una vena enérgica”.



Es al final de cuentas La Guerra y la Paz una obra de arte integral donde a partir de la fluida narración de un momento histórico, se describen los personajes y los momentos en un mural en el que se aprecia la vida humana en toda su intensidad. Es además una gran pieza musical, en la que en sus movimientos se crea la obra de arte como filtro de claridad multicolor, a través del que brota la historia de un pueblo oprimido y heroico. O quizá sea mejor describirla como el ballet en el que vemos a Natasha ejecutar giros de danza, al tiempo que escuchamos la música de Tchaikovsky, quien por otra parte conmovía hasta las lagrimas a Tolstoi, y que nos lleva de la mano de la adolescente en un baile arrebatador, deslumbrante.

sábado, 2 de abril de 2011

LOS DETONADORES DE LA ECONOMIA




Para que la empresa jalisciense logre superar sus condiciones de subdesarrollo, necesita el apoyo, la coordinación y el impulso del Estado. La actitud del gobierno debe modificarse diametralmente, necesita dejar de ser el inhibidor del desarrollo empresarial para convertirse en su impulsor, mediante estrategias que rompan las inercias culturales y burocráticas.



No solamente las regiones registran atrasos que afectan la economía del estado, el sector privado ha venido insistiendo en la ampliación de las instalaciones del Aeropuerto de Guadalajara, que actualmente no permiten el movimiento adecuado de mercancías. Se ha intentado también la creación de un aeropuerto de carga en el municipio de Zapopan sin lograr consolidarse. Acciones que permitirían el impulso de la empresa en la zona metropolitana de Guadalajara.



Jalisco ha sido históricamente un estado con desarrollo empresarial débil, en el que la fuerza de trabajo descansa básicamente en la microempresa o empresa familiar. Sin embargo la empresa pequeña y mediana ha quedado expuesta a la devastación que generan los grandes capitales. Su única posibilidad de sobrevivir es a través de la organización, la calidad del producto, el conocimiento y acceso a los mercados de productos y de capital.



Sumado a un concepto empresarial limitado que genera inseguridad y cerrazón en los dirigentes de empresa, destaca la falta de conciencia de la necesidad de apoyarse en consultores y especialistas, que los conduzcan al fortalecimiento de su desempeño. En la actualidad este tipo de empresas están sujetas a una brutal presión por un mercado deprimido, la competencia desleal de los productos orientales y las ineficientes técnicas de producción y administración.



Durante el periodo de Flavio Romero de Velazco la artesanía recibió un impulso considerable, se apoyó a los productores y mediante procesos creativos se le promovió en el mercado internacional. Así los municipios de Tlaquepaque y Tonalá tuvieron una sólida presencia económica y de imagen. Los artesanos se quejan de la falta de apoyo de los gobiernos en la defensa de su obra. No se conoce hasta la fecha un esfuerzo por proteger los derechos de autor y los mercados a los que acceden los artesanos. Es necesario un estudio integral y una política más agresiva del gobierno para proteger este patrimonio cultural y económico. La obra manual está íntimamente ligada a la cultura del estado, se estima que existe en el noventa y ocho por ciento de los municipios del estado.



El turismo no ha logrado salir de los esquemas tradicionales, existen muchas ramas por desarrollar como la de las convenciones, la comercial, la de playas, montañas, bosques, lagos o bien la religiosa. El turismo rural por su parte recibió un considerable impulso en el periodo de Alberto Cárdenas con el programa de Haciendas y Casas Rurales. Este programa quedó olvidado por los siguientes gobiernos, sin que se le haya otorgado la continuidad que necesitaba.



Un elemento que no se debe olvidar es la privilegiada posición geográfica del estado, que con un crecimiento económico sostenido la Zona Metropolitana de Guadalajara podría convertirse en un centro financiero internacional. Tiene las condiciones necesarias para crear un nicho de empresas financieras de desarrollo paralelo a las actividades industriales y comerciales, que podrían servir de soporte para consolidar un proyecto ambicioso de atracción internacional de capitales.



Con todo debemos estar conscientes que el crecimiento económico no debe realizarse a costa del sacrificio de otros elementos. El caso de la biodiversidad local es un buen ejemplo, que por su fragilidad ante la acción del hombre se encuentra amenazada por la persistente destrucción y la exagerada contaminación. Antes bien debe promoverse la industria sustentable como una atracción de capitales con responsabilidad ecológica, la protección de los recursos naturales debe ser un atractivo para los visitantes e inversionistas y un orgullo para los habitantes.



Es importante entre otras condiciones la adecuación de las instituciones de educación superior a las necesidades de la empresa, para formar los profesionales que requiere la planta productiva por un lado y por el otro asegurar a los egresados certeza en el empleo. La administración pública por su parte debe elaborar un diagnóstico de los aspectos administrativos inhibidores de los procesos de desarrollo empresarial y productivo. Es necesario además promover la legislación adecuada para lograr procedimientos ágiles y la homologación de los reglamentos municipales que permitan procesos simplificados y de trámite rápido.



Es una necesidad inmediata además superar los criterios tradicionales de desconfianza y menosprecio al trabajador. Se debe de impulsar la cultura del estímulo al trabajo humano, como factor determinante para la producción con calidad y costos rentables. Es prácticamente imposible para las empresas sobrevivir en un mundo globalizado y de despiadada competencia si no cuentan con la solidaridad de quienes deben aportar su creatividad y esmero en la producción.



La mayoría de las empresas en el estado se debaten entre la competencia de los mercados y la desorganización. Están amenazadas por sistemas de producción ineficaces y la alta presión de la calidad, los costos y el precio de mercado, con la consecuente desaparición de utilidades. El círculo vicioso es muy difícil de enfrentar por los propios interesados, sobre todo por la falta de conocimiento de sistemas de eficiencia productiva. Para salir adelante necesitan la orientación y el apoyo de otras instancias que tengan autoridad y capacidad para conducirlo, esto es del Estado.



Los países que han logrado destacar en el crecimiento económico lo han hecho invariablemente con políticas de Estado definidas. Si bien cuando el proceso ha logrado consolidarse camina y se sostiene solo, en el arranque es necesario que el gobierno lo conduzca. Proyectos como el que venía desarrollando FOJAL, mediante el cual se promovía la cultura del desarrollo organizacional y los sistemas de calidad, a través de seminarios de información y capacitación en los municipios y regiones del estado por consultores especialistas han sido abandonados.



El desconocimiento de la realidad social lleva a los funcionarios a tomar decisiones equivocadas, porque si el gobierno no se convierte en promotor de la capacitación, es difícil que los empresarios sin una cultura administrativa entiendan que la necesitan para enfrentar problemas que incluso desconocen que existen. Los seminarios venían teniendo considerable impacto por el interés que despertaban en personas de pequeños negocios, además de que brindaba la oportunidad de establecer una relación de confianza entre el pequeño empresario y el consultor que pudiera orientarlo en problemas específicos.



Actualmente solo cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores unas cuantas empresas domiciliadas en Jalisco. Es éste un ejemplo del subdesarrollo empresarial que existe en el estado, con el desconocimiento de los beneficios que trae consigo participar en los mercados de valores. Las empresas podrían de esa manera acceder a capital fresco para inversión en sus proyectos, lo que vitalizaría sus finanzas y su presencia en los mercados. Mejoraría además su imagen de organización y confiabilidad en sus clientes. Los rezagos con que carga el estado, en los campos de la producción y la organización empresarial debiera obligar al gobierno a realizar acciones inmediatas, de fortalecimiento de la empresa local.